El sueño debe considerarse como una de las columnas más importantes de la salud, al mismo nivel que la dieta o el ejercicio, destacó el Dr. Josep M. Montserrat, neumólogo y miembro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) y de la Unidad del Sueño del Servicio de Neumología del Hospital Clínic de Barcelona
En este sentido, el Grupo Español de Sueño puso de relieve la “necesidad” de aplicar nuevas estrategias para ayudar a adoptar unos hábitos de sueño más saludables y concienciar a la población sobre la importancia de la buena calidad del sueño. Así, los trastornos respiratorios del sueño y las apneas durante el mismo son muy frecuentes, reducen la calidad de vida y además son un factor de riesgo para el desarrollo de determinadas enfermedades.
Los trastornos del sueño tienen una alta prevalencia y morbilidad, sin embargo, a pesar de la elevada demanda de atención a estas enfermedades, no ha surgido nuevas estrategias para su tratamiento. Como consecuencia, existen unidades hospitalarias saturas con pacientes no diagnosticados. Por ello, el Grupo Español del Sueño plantea un nuevo enfoque para prestar atención a estos trastornos en todos los niveles asistenciales.
Entre las líneas estratégicas de este proyecto destaca tomar una nueva consideración del sueño en un sentido global de enfermedad y salud. Para ello, han desarrollado este plan que se basa en cuatro pilares. El primero de ellos se fundamenta en optimizar los procedimientos, lo cual mejorará el seguimiento de estos trastornos. En segundo lugar, trabaja en la red con Atención Primaria y enfermería, de manera que solo los pacientes más graves sean hospitalizados.
Por otra parte, buscan definir un mejor uso de las técnicas de la información y comunicación que incluyen laboratorios del sueño y telemedicina, es decir, videoconferencias, procedimientos diagnósticos y controles telemáticos. Para su desarrollo reclaman ‘softwares’ simples; más colaboración entre empresas, profesionales y pacientes; la personalización respecto a la selección adecuada de pacientes, enfermedades y sistemas sanitarios; un análisis del coste-efectividad de estas TIC; un aprendizaje de profesionales y pacientes, y la incorporación de aspectos éticos a estas TIC con la ayuda de comités para progresar. Así, las tres claves para su uso son “personalizar, entender y simplificar”.
Como último pilar se encuentra el hecho de considerar el sueño como salud para animar a la población a llevar a cabo un cambio en sus hábitos. Así, entre los principales retos que se plantean en la actualidad en relación con los trastornos del sueño se destaca mejorar en la enfermedad respiratoria del sueño, el sueño en la mujer, la cronobiología del sueño, el sueño en la pediatría, el trabajo interdisciplinar, la colaboración entre diferentes niveles asistenciales y concienciar sobre la relación entre sueño y salud.
En investigación, “los aspectos básicos que deben primar son tres: los estudios básicos en animales, así como los estudios tecnológicos para entender los mecanismos de los trastornos del sueño; las propuestas de creatividad e innovación para desarrollar nuevos procesos; y su aplicación a la práctica, a fin de mejorar la atención”, concluyó Grupo Español del Sueño.