La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha anunciado de que, tras un año del comienzo del mayor brote del virus del ébola en África Occidental, se están registrando casos de “síndrome post-ébola”, un trastorno que afecta especialmente a mujeres y niños huérfanos que han sobrevivido a la enfermedad, y alertan además del estigma que sufren los profesionales sanitarios que atienden a estos enfermos
Madrid, 19 de enero de 2015 (medicosypacientes.com/E.P.)
La Organización Mundial de la Salud (OMS) avisa de que, tras un año del comienzo del mayor brote del virus del ébola en África Occidental, se están registrando casos de “síndrome post-ébola”, especialmente en mujeres y niños huérfanos que han sobrevivido a la enfermedad.
Y es que, tal y como señala en el documento “¿Qué debe ocurrir en 2015?”, enmarcado en los 14 textos publicados por la organización con motivo del aniversario del primer año de epidemia, muchos sobrevivientes están necesitando servicios de apoyo y asesoramiento psicosocial.
Por ello, personal de la OMS está estudiando los motivos por los que se produce este trastorno, los síntomas y la forma de tratarlos, así como si están relacionados con el tratamiento o con el uso intensivo de los desinfectantes.
En este sentido, la organización subraya la necesidad de que los países, especialmente los más afectados por el virus, realicen un mayor esfuerzo para combatir el estigma que “tan a menudo a tormenta a estas personas”, a pesar de que “muchos” centros de tratamiento llevan a cabo ceremonias de celebración cuando los pacientes superan el virus.
Además, alerta de que este estigma se ampliaba también a los profesionales sanitarios que atienden a estos enfermos y que, según ha asegurado la OMS, corren el riesgo de perder su trabajo por el “miedo” que acompaña el hecho de estar relacionado con una persona con ébola. “Estas personas merecen ser honradas y respetadas, ser pagadas a tiempo y tener un lugar seguro para trabajar”, recalca.
Documento OMS “Vacunas Ébola”
En el documento “vacunas ébola”, la OMS destaca los esfuerzos realizados por los científicos y la industria farmacéutica para desarrollar, probar e introducir las nuevas vacunas contra el ébola “en cuestión de meses”, a pesar de que normalmente se tardan de dos a cuatro años en realizarse.
No obstante, la organización avisa de que, mientras que los primeros resultados de las vacunas son “alentadores”, hay que manejar “con cuidado” las expectativas que se tienen sobre las mismas, debido a que pueden conferir “sólo una protección parcial o a corto plazo”.
Además, prosigue, se podría necesitar una segunda dosis de refuerzo con otras vacunas con el fin de mejorar la eficacia y prolongar la duración de la protección. En este sentido, comenta que los programas de inmunización de la población presentan “nuevos desafíos” para los sistemas sanitarios africanos ya que, por ejemplo, las vacunas deben ser almacenadas a 80 grados centígrados.
Dicho esto, la organización informa de que se espera que las nuevas pruebas diagnósticas estén ya funcionando en Sierra Leona o en Guinea en febrero de 2015.
Por otra parte, en el texto “Las advertencias que el mundo no hizo caso”, la OMS alerta de que el mundo “ha tenido suerte” con el virus del ébola porque no estaba preparado para hacerle frente.
Además, critica que los países no hayan sabido responder antes a las recomendaciones que realizó en el año 2010 un comité de expertos y que, incluso, en noviembre de 2014 sólo 64 de los 194 estados miembros de la OMS tenían puestos en marcha los mecanismos necesarios para cumplir con el Reglamento Sanitario Internacional.
A este aspecto se refiere también en el documento “Factores que contribuyeron a no detectar la propagación”, donde se recuerda que en Guinea se tardó casi tres meses en identificar el virus como agente causal de las muertes que se estaban produciendo.
Además, la tardanza en la detección se explica también a que tanto Guinea como Liberia y Sierra Leona, principales países afectados por el virus del ébola, acaban de salir de una guerra civil, la cual dejó a los estados con las infraestructuras básicas de salud “severamente dañadas o destruidas” y con adultos jóvenes con “poca o ninguna educación”.
“Estas debilidades retrasaron considerablemente el transporte de los pacientes a los centros de tratamiento, de las muestras a los laboratorios, la comunicación de alertas, informes y pedidos de ayuda, y las campañas de información pública”, argumenta la OMS.
Asimismo, recuerda que cuando se produjeron los brotes había uno o dos médicos por cada 100.000 habitantes y que muchos de los contagios se produjeron por contactos con curanderos tradicionales a los que muchos pacientes recurrieron como consecuencia del escaso acceso a los servicios de salud.
Por otro lado, la OMS ha publicado diversos documentos sobre la situación del ébola en los países más afectados: “Guinea, el virus muestra su tenacidad”; “Liberia: el país y su capital están abrumados”; “Sierra Leona: un lento comienzo de un brote que superó a todos los demás”; “República Democrática del Congo”; “Nigeria, Senegal, Malí”.
En ellos, se analiza la situación de Guinea, Sierra Leona y Liberia y realiza un repaso sobre las historias de éxito que han ocurrido en Senegal, Nigeria y Malí, con el fin de mostrar qué medidas han sido las más eficaces para impedir la transmisión progresiva del ébola.
Del mismo modo, se ofrece una visión general sobre la forma en la que el brote surgido en la República Democrática del Congo fue controlado, a pesar de que era “diferente” al registrado en África Occidental y ecuatorial.
Finalmente, la OMS publica el documento “La importancia de la preparación”, donde destaca la necesidad de que los países que comparten fronteras con las zonas más afectadas por el virus o que cuentan con vuelos habituales refuercen la preparación de sus ciudadanos.
La lista de documentos la completan: la “Introducción”, “Origen de la epidemia del ébola”, “Los eventos clave en la respuesta de la OMS” y “Apoyo técnico de la OMS”.