Cada hora que, diariamente, una persona pasa sentada aumenta su riesgo de desarrollar diabetes en un 3,4 por ciento, según calcula un estudio publicado en “Diabetologia”, la revista de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes. Este nuevo trabajo examina, entre otros aspectos, el efecto de la conducta sedentaria en el desarrollo de la diabetes
Madrid, 7 de abril 2015 (medicosypacientes.com/E.P.)
Cada hora que una persona pasa sentada diariamente aumenta el riesgo de desarrollar diabetes en un 3,4 por ciento, según calcula un estudio publicado en “Diabetologia”, la revista de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes. Esta investigación sobre los efectos del sedentarismo o pasarse mucho tiempo sentado en relación a la diabetes fue realizada por los doctores Bonny Rockette-Wagner y Andrea Kriska, de la Universidad de Pittsburgh, en Estados Unidos.
En esta nueva investigación, los autores utilizaron datos de los participantes en el estudio del Programa de Prevención de la Diabetes (DPP), hecho público en 2002 y financiado por el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y del Riñón (NIDDK, por sus siglas en inglés), una sección de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) estadounidenses.
Trabajos anteriores ya han sugerido que intervenir en el estilo de vida tiene éxito en la reducción de la incidencia de la diabetes y conseguir los objetivos de una pérdida de peso del 7 por ciento y 150 minutos por semana de actividad de intensidad moderada (caminar a paso ligero).
Lo que se desconoce es si este cambio de estilo de vida tuvo ningún impacto en el tiempo que se permanece sentado (sedentarismo). Los resultados anteriores sugieren que no está claro si las intervenciones centradas en el aumento de la actividad física también reducen el tiempo dedicado a permanecer sentado. Este nuevo trabajo examinó si la intervención del estilo de vida del DPP, que ha demostrado ser eficaz en el aumento de la actividad física, también redujo las horas que se reconoce que se pasan sentadas, y el efecto de la conducta sedentaria en el desarrollo de la diabetes.
Ese estudio reclutó a 3.234 adultos estadounidenses con sobrepeso (1996-1999) de al menos 25 años de edad con el objetivo de retrasar o prevenir la diabetes tipo 2 en personas de alto riesgo. Los autores analizaron el impacto de la conducta sedentaria en el tiempo sobre la incidencia de la diabetes. Para los participantes en todos los grupos de tratamiento, el riesgo de desarrollar diabetes aumentó aproximadamente un 3,4 por ciento por cada hora que pasaban viendo la televisión después de ajustar por edad, sexo, grupo de tratamiento y el tiempo de ocio dedicado a la actividad física.
Antes de la intervención, el tiempo total dedicado a ver la televisión no resultó ser significativamente diferente entre los grupos de placebo, metformina y el estilo de vida del DPP (alrededor de 140 minutos por día en los tres grupos). El tiempo diario total que se pasa sentado en el trabajo y el tiempo frente a la televisión no fue significativamente diferente entre los grupos (entre 410 y 423 minutos por día) al comienzo del estudio.
Para los participantes del estilo de vida, se observó una reducción en el tiempo que dijeron pasar viendo la televisión durante todo el seguimiento para todos los subgrupos de participantes, incluyendo edad, sexo, situación laboral, raza/etnia, estado obesidad o los que logran el objetivo del peso y/o actividad.
Del mismo modo, el grupo de estilo de vida tuvo la mayor reducción en el tiempo medio dedicado a ver la televisión y el tiempo sentado en el trabajo durante el periodo de seguimiento. La reducción media combinando el tiempo sentado viendo la televisión y el tiempo sentado en el trabajo fue de 9, 6, y 37 min/día para los grupos placebo, metformina y de estilo de vida, respectivamente.
“Es probable que un programa de intervención en el estilo de vida que incorpore un objetivo específico de disminuir el tiempo de sedentarismo podría aportar cambios ante esta actitud y probablemente más mejoras en la salud de las que se demuestran aquí”, concluyó Kriska.