El presidente de EAPN España (Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social), Carlos Susías, ha advertido de que la pobreza severa ha crecido con la crisis económica y se ha hecho “más intensa y extensa”, lo que significa no sólo que “hay más personas pobres”, sino que “son mucho más pobres”.
Madrid, 15 de julio de 2014 (medicosypacientes.com/Servimedia)
Susías destaca dos factores importantes en estos momentos de crisis: por un lado, explica que antes de la crisis ya existía una carga de pobreza en España en torno a los 8,5 millones de personas en situación de pobreza relativa; ahora, dice, hablamos ya de algo más de 13 millones y eso significa que “hemos tenido un crecimiento impresionante de esa situación de pobreza relativa”. Así lo señala en una entrevista publicada en el periódico del Comité Español de Entidades de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi).
En este sentido, asegura que en la labor que afronta la EAPN de incidencia política, está promoviendo un Plan contra la Pobreza a nivel estatal con dos ejes prioritarios, que son la pobreza infantil y las personas sin hogar, junto con una política de rentas mínimas que garantice una vida digna para todas las personas.
Según asegura, en todas las administraciones, “los que gobiernan, los encargados de tomar las decisiones nunca son los afectados directamente por las decisiones que se toman”, al tiempo que insiste en que “no es cierto que todos suframos la crisis, porque hay una minoría que no solo no la ha sufrido, sino que la ha disfrutado mucho y ha tenido pingües beneficios con la misma”.
Susías explica que “cuando llegó la crisis, vimos que para algunos sectores no había tanta dificultad para encontrar dinero, es más, encontraron dinero a costa de las clases medias y de los más vulnerables”, y, puntualiza, “cuando había que ayudar a los más vulnerables no llegaba el dinero jamás y no había posibilidad porque estábamos en crisis”.
“Siempre terminan siendo los más vulnerables los que pagan el pato, en este caso muy acompañados también por lo que son todas las clases medias, que son las que están soportando el grueso de la situación de crisis que se ha generado”, subraya.
Sobre la existencia de pocas cifras o datos relativos a la pobreza y el hecho de que en ocasiones sean cuestionadas, asegura que “los mismos que cuestionan las cifras son los que han pactado cómo se miden esas cifras”, y pone como ejemplo que “no les gusta que se diga que hay 13 millones y pico de personas en situación de pobreza, pero luego no tienen empacho en salir diciendo que la pobreza ha bajado 0,1 puntos y se les olvida decir que eso ocurre porque la mayoría de la población se ha empobrecido y la media baja”.
Plataforma del tercer sector
También se refiere a la importancia del nacimiento de la Plataforma del Tercer Sector, fundada en 2012 por siete de las organizaciones más representativas en el ámbito de lo social: Plataforma del Voluntariado de España (PVE), Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión social en el Estado Español (EAPN-ES), Plataforma de ONG de Acción Social (POAS), Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), Cruz Roja Española, Cáritas y la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE).
En esta línea, señala que si no hubiese sido por esta plataforma, el proyecto de Ley de Subvenciones ya estaría más avanzado, y sin embargo, explica, “ahora están tratando de ver cómo se pueden adecuar las cuestiones que hemos planteado como entidades sociales”. “El valor de estar juntos, colaborar e ir unidos es lo que nos transfiere esa fuerza de negociación”, puntualiza.
Agrega que “tampoco tendríamos una mesa de diálogo civil si no fuera por la Plataforma del Tercer Sector” y asegura que “si hubiésemos tenido que afrontar situaciones como la del IRPF sin la estructura de la plataforma, el resultado habría sido mucho peor para todas las organizaciones”.
“Somos posiblemente la organización que representa a un mayor sector de la sociedad civil organizada y desde luego en acción social es la plataforma más grande de España”, dice.
Finalmente, y en referencia el ámbito europeo, Susías apuesta por que las entidades sociales sigan muy de cerca la política europea, que estén pendientes de lo que dicen en Bruselas y actúen con sus organizaciones de cabecera para hacer un seguimiento cercano al Parlamento y por supuesto a la Comisión Europea, “para tratar de influir y tratar de conseguir que algunas cosas se conviertan en directivas de obligado cumplimiento”.
