El acuerdo firmado, recientemente, con el Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) para la promoción de actividades formativas destinadas al colectivo de médicos jubilados es considerado por el presidente del Colegio de Médicos de Madrid (ICOMEM), Dr. Sánchez Chillón, como “un reconocimiento a la profesión médica”, que se suma, además, al convenio sobre recetas establecido con la CAM, según recordó, por su parte, el vocal de médicos jubilados, Dr. Ángel Oso
«Cuando los médicos han dejado de ejercer y han sido nuestros maestros tenemos que seguir dándoles su lugar», según destacó el Dr. Sánchez Chillón, al respecto de este acuerdo que representa para el vocal de médicos Jubilados del ICOMEM, Dr. Ángel Oso, “una ilusión cumplida que tengo desde hace 15 años y con la que cerramos un círculo ya que se une al convenio sobre las recetas que ya tenemos implantado».
Con este acuerdo firmado con el Servicio Madrileño de Salud los médicos ya jubilados podrán realizar de manera voluntaria actividades formativas en los hospitales públicos de la Comunidad, al objeto de que el colectivo pueda seguir en contacto con la Medicina una vez finalizada su actividad profesional.
De esta forma, se estrecha la colaboración entre la Administración sanitaria madrileña y el Colegio de Médicos para llevar a cabo actividades con carácter voluntario de los médicos jubilados en los hospitales públicos del Servicio Madrileño de Salud.
Según el acuerdo establecido, las actividades que podrán realizar estos profesionales no supondrá el desempeño de una actividad laboral, estarán aprobadas por la gerencia del centro y supervisadas por una comisión formada por representantes de los dos organismos firmantes.
El SERMAS posibilitará a estos médicos el acceso a las bibliotecas de los centros, su participación en acciones de formación y sesiones generales, además del uso de espacios para el desarrollo de la actividad formativa. Por su parte, el ICOMEM se compromete a supervisar que estos médicos cumplan con el funcionamiento interno de los hospitales establecido en cada caso.
Los médicos jubilados que se acojan a esta medida desarrollarán estas actividades de forma voluntaria y serán en cualquier caso de carácter formativo, académico y docente, aportando su experiencia clínica, docente, investigadora y académica.
De esta manera, médicos que dejan de ejercer su profesión cuando pasan a situación de jubilación siguen en contacto con los hospitales y con otros profesionales, puesto que el cambio en su situación laboral no tiene por qué suponer una pérdida de interés en mantenerse informados de los últimos avances en medicina y la actualización de conocimientos en esta materia.
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