El Consejo de Gobierno balear ha autorizado, a propuesta de la Consejeria de Salud, una subvención al Colegio de Médicos (COMIB) por valor de 18.000 euros para ayuda al Programa de Atención Integral del Médico Enfermo (PAIME), creado hace 15 años por la Fundación para la Protección Social de la OMC (FPSOMC). El PAIME está destinado a médicos que necesitan atención en un momento dado, como consecuencia de sufrir determinados problemas psíquicos y/o conductas de adicción
Palma de Mallorca, 2 de diciembre 2014 (medicosypacientes.com)
El Consejo de Gobierno ha autorizado, a propuesta de la Consejería de Salud, una subvención al Colegio de Médicos de Baleares (COMIB) por valor de 18.000 euros para la realización del proyecto “Programa de atención integral al médico enfermo” (PAIME).
El COMIB ha solicitado en numerosas ocasiones, sobre todo en encuentros con responsables de la Consejería de Salud, su colaboración para poder costear este Programa dirigido a médicos que necesitan atención en un momento dado, como consecuencia de sufrir determinados problemas psíquicos y/o conductas de adicción.
Teniendo en cuenta que el médico es un perfil de paciente muy concreto, con unas características muy determinadas, la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC), creó hace 15 años el PAIME para la prevención de trastornos mentales y el tratamiento y rehabilitación de los médicos afectados por dichos trastornos.
Se estima que entre un 10 y un 12 por ciento de los médicos en ejercicio pueden sufrir a lo largo de su vida profesional un trastorno mental o una adicción al alcohol y a otras drogas. Para hacer frente a este tipo de situaciones, los Colegios de Médicos se han dotado del Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME), una herramienta fundamental ante dos cuestiones claves: dar sentido a la función de salvaguarda y garantía de la buena praxis que estas corporaciones tienen encomendada y, al mismo tiempo, poder atender a los médicos afectados hasta lograr su rehabilitación. Además, para las Administraciones sanitarias representa un garante de la calidad asistencial.