El Defensor del Pueblo, a través de su blog oficial, propone medidas para garantizar la intimidad y dignidad de los pacientes hospitalarios que siguen denunciado una exhibición excesiva de su intimidad
La institución recomienda auditorías enfocadas a evaluar la realidad de aquellos aspectos que afecten a la estructura física de los servicios hospitalarios y las que tienen que ver con la propia sensibilización y cultura corporativa de las estructuras hospitalarias
Blog del Defensor del Pueblo
Aunque de un tiempo a esta parte las quejas en materia de sanidad han vuelto a centrarse sobre aspectos cuantitativos más que cualitativos, no dejan de recibirse casos de pacientes que sienten que su paso por el hospital ha conllevado una exhibición excesiva de su intimidad.
La realidad de nuestros hospitales, en su mayor parte con habitaciones compartidas y con servicios de urgencias en que los habitáculos sólo cuentan con separaciones livianas, no ayuda a superar este problema. Y cuando se producen episodios de saturación en los servicios hospitalarios de urgencia, las referencias a enfermos que permanecen en pasillos, expuestos a la visión de terceras personas o que reciben allí mismo de viva voz información sobre sus perspectivas de evolución, saltan a los medios de comunicación.
Los profesionales sanitarios son conscientes de que para superar el problema deben afrontarse dos tipos de medidas: las relacionadas con la estructura física de los servicios hospitalarios (disponer de espacios adecuados para llevar a cabo una interlocución confidencial), y las que tienen que ver con la propia sensibilización y cultura corporativa de las estructuras hospitalarias.
Por esta razón la institución ha formulado recomendaciones para incidir en ambos aspectos, como la de promover la realización de auditorías, tanto sobre aspectos estructurales como procedimentales, enfocadas a evaluar la realidad de cada centro respecto a estos derechos.
El respeto a la dignidad de todas las personas, no puede limitarse a los aspectos citados. De ahí que el Defensor del Pueblo venga abogando, por ejemplo, por una regulación más rigurosa del acceso a las historias clínicas por parte de estudiantes o por el establecimiento de protocolos que garanticen la intimidad de los pacientes y la necesidad de recabar su consentimiento informado para permitir que personal en formación esté presente y tome parte en consultas y pruebas médicas.