Con motivo del Día Mundial de la Seguridad al Paciente, celebado recientemente, el Consejo Científico del Colegio de Médicos de Madrid recomienda a los facultativos evitar prácticas e intervenciones que puedan afectar de forma negativa a la calidad de la atención. Este es uno de los puntos del “Decálogo sobre la seguridad del paciente” que ha elaborado
“Lo que pretendemos con la difusión de este documento de referencia, como con otros que ya hemos publicado previamente, es que tanto los profesionales como la población cuenten con información actualizada y contrastada de calidad”, ha explicado el presidente del Colegio de Médicos de Madrid, el Dr. Miguel Ángel Sánchez Chillón. En esta línea, la Dra. Nieves Tarín Vicente, miembro del Consejo Científico, que ha elaborado este Decálogo, subraya que “es importante que los médicos no olvidemos ciertas recomendaciones básicas para procurar una atención segura en los procedimientos asistenciales del día a día”.
La seguridad del paciente es un grave problema de Salud Pública. En este sentido, en el punto 3 del mismo Decálogo se reconoce la utilidad de compartir información sobre diagnósticos, tratamientos y pruebas entre ámbitos asistenciales para prevenir errores.
El “Decálogo sobre seguridad del paciente” del ICOMEM se recuerda, en el epígrafe 4, que se deben poner en marcha prácticas seguras como “la identificación de pacientes, conciliación de medicación, uso racional de medicamentos, higiene de manos, prevención de caídas, cumplimentación de listados de verificación, cirugía segura y vigilancia de la infección asociada a la asistencia”.
Además, conviene no olvidar, y así se refleja en el punto 2 que “la seguridad es una responsabilidad de todos los agentes involucrados: pacientes, ciudadanos, profesionales (clínicos y gestores), proveedores de asistencia sanitaria, sociedades científicas, entidades académicas y colegios profesionales”. No obstante, los profesionales sanitarios son los que deben “informar a los ciudadanos y pacientes sobre las recomendaciones de salud actualizadas y apoyar su formación en prácticas seguras (punto 6)”.
Formación e investigación
Asimismo, el documento defiende, en su punto 5, que la formación continuada cumple una misión fundamental en la gestión de los problemas de seguridad, de sistemas de notificación y en la implantación prácticas seguras: “El médico y el personal sanitario deben adquirir conocimientos básicos sobre problemas de seguridad, sistemas de notificación y cómo implantar prácticas seguras”.
De forma complementaria, el punto 7, hace hincapié en la investigación e innovación como herramientas fundamentales de mejora: “El conocimiento y la experiencia de los médicos es clave para identificar problemas reales o potenciales de seguridad, investigarlos, difundir resultados y desarrollar soluciones innovadoras”.