La Dra. Rosa Arroyo, vicesecretaria del Consejo General de Médicos, participó este jueves en el panel sobre inteligencia artificial del XXVI Congreso Nacional de Informática de la Salud
En primer lugar, la doctora Rosa Arroyo destacó que la IA “no puede reemplazar la interacción personal y la empatía que los médicos pueden brindar a los pacientes”, que necesitan “la conexión emocional y ser tratados de forma personalizada”.
La relación se convierte, con la inteligencia articial, en un trinomio “médico-paciente-máquina”, pero “nosotros no somos médicos de datos”, señaló. En este sentido, las herramientas de inteligencia artificial pueden analizar e interpretar la información, pero “las personas son el centro de la toma de decisiones”.
Es decir, la IA ofrece ventajas como la monitorización, chatbots que responden a preguntas básicas de salud, robots que realizan cirugías precisas, …; sin embargo, “el diagnóstico y el tratamiento requieren de la supervisión de un profesional de la Medicina con experiencia y juicio clínico”, afirmó.
Desde el punto de vista de la profesión médica, la inteligencia artificial se plantea como un medio para “mejorar la salud, la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes, ya que permite dar mejor respuesta en determinadas situaciones, evaluar resultados en salud, cambiar el modelo de adquisición de competencias, etcétera”.
Ante ello, la doctora Arroyo expuso que “es necesario anticiparse a los dilemas éticos que puede plantear la inteligencia artificial en Medicina en cuanto a la seguridad y a la calidad”. Existen riesgos relacionados con: “la responsabilidad en la toma de decisiones; la identidad digital (de los profesionales y de los pacientes); los datos sesgados; la sostenibilidad del sistema; la evaluación del impacto en los resultados, el ejercicio profesional y la satisfacción de los pacientes; la generación de falsas expectativas; o el transhumanismo”, explicó la vicesecretaria del CGCOM.
El CGCOM, en su compromiso con la deontología médica, promueve el uso ético de la IA en el campo de la salud: “que se adapte a necesidades reales y que no desplace a las personas del centro de toma de decisiones”, expuso. Por ello, el nuevo Código de Deontología Médica que se presenta el próximo jueves 30 de marzo, dedica el capítulo XXIV a la inteligencia artificial y las grandes bases de datos; el capítulo XVIII a la investigación médica sobre el ser humano; y el XXIII a la telemedicina y al uso de las TIC.
Participantes en el panel
La mesa sobre inteligencia artificial contó además con la participación de: Alejandro Celestino Pazos, médico y director del Departamento de Ciencias de la Computación y Tecnologías de la Información de la Universidad de A Coruña; Víctor Maojo, catedrático de Inteligencia artificial y director del grupo de Informática Biomédica de la Universidad Politécnica de Madrid; Carlos Gallego, coordinador general de las TIC del Sistema de Salut de la Generalitat de Catalunya; Carlos Luis Parra, jefe de sección de Innovación Tecnológica del Hospital Universitario Virgen del Rocío; Diana de la Iglesia, experta en la aplicación de IA en biomedicina y salud. Fernando Martín Sánchez, profesor de Investigación del Instituto de Salud Carlos III, fue el encargado de moderar el panel.