“El dolor es universal. Y el sufrimiento que ocasiona junto al sentimiento de desprotección, también”, como escribe en este post la Dra. Jiménez de Aldasora quien recuerda que ante el dolor del paciente es donde la calidad humana del medico, y del resto de profesionales del equipo sanitario, “se presenta con mayúsculas”
Madrid, 5 de diciembre 2014 (medicosypacientes.com)
“Dolor en primera persona”
Dra. Marian J, de Aldasora, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, experta en ética medica por la OMC& FOM, vocal de la Comisión Deontologica del COM de Castellón, y adjunto en servicio de Urgencias de Hospital de La Plana y Servicio de urgencias extrahospitalarias de Castellon( 112)
Blog “Desde la litera de arriba” http://desdelaliteraderriba.blogspot.com.es/2014/12/dolor-en-primera-persona.html
No sé a ti, pero a mi me duele igual que a otros. Aunque sea médico: el título no disminuye el umbral del dolor, ni lo altera, ni lo mitiga…
El dolor es universal. Y el sufrimiento que ocasiona junto al sentimiento de desprotección, también.
Creo que se nos olvida. No digo siempre pero si más veces de las necesarias.
La salud, como la justicia, debería representarse también con una venda en los ojos porque nos hace juzgar al otro, en situación vulnerable, con una ligereza que roza la insensatez.
No digo siempre, no generalizo, pero es algo como para meditar.
Cuando uno sufre, tiene dolor y está en un medio que le atemoriza porque su salud está es juego, es donde nuestra calidad humana- la del medico, el personal de enfermería y el resto de aquellos que componen el equipo- se presenta con mayúsculas y distorsiona lo demás. El dolor, el miedo y el sufrimiento reaccionan bien ante una sonrisa, una palabra amable y un poco de paciencia.
Y no las tenemos, no las ponemos en juego o al menos no es lo mas frecuente.
El paciente, el enfermo- que lo está, no lo olvidemos- se halla en una situación de vulnerabilidad que hace que sienta e interiorice nuestras acciones, ésas a las que en ocasiones damos tan poca importancia, como su mayor prioridad.
Sufre, se siente vulnerable y a merded del otro, que somos tú y yo; espera de nosotros no solo calidad técnica- que se le presta, sin duda- sino calidad humana en el trato.
Hay que aparcar las prisas, los problemas, el malhumor o el cansancio…
-¡Somos humanos!, me dices…
– Si- te contesto- pero el paciente también.
¿Y si aparcaramos las prisas y el malestar, los problemas personales y el cansancio, el descontento y la desmotivacion?. Probablemente tengamos sobradas razones para ello pero eso no nos da derecho a que olvidemos que aquel que nos mira desde una cama, una camilla o desde detrás de una mesa, tenga las mismas o más.
Vivir una experiencia en la “jungla sanitaria”- ésa en la que las reglas están de nuestro lado- como usuario de la misma es algo por lo que deberíamos pasar cada cierto tiempo,
Ya lo decían los Sioux:” no hay como caminar dos lunas dentro de tus mocasines para poder entenderte”.
No sé si nos sobran lunas o nos faltan mocasines.