domingo, abril 28, 2024

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Dra. Manuela García Romero: “Queremos ayudar al mayor número posible de médicos con enfermedad mental y favorecer su rehabilitación como profesionales”

La Dra. Manuela García Romero, vicepresidenta segunda del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) ha participado en un encuentro organizado por IM Médico con motivo del Día Mundial de la Salud, denominado ‘Los retos que nos deja la pandemia: Salud Mental’. En este espacio la doctora ha explicado el funcionamiento del Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME), que coordina, y ha señalado: “Queremos ayudar al mayor número posible de médicos con enfermedad mental y favorecer su rehabilitación como profesionales”

En concreto, la Dra. Manuela García Romero, vicepresidenta segunda del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) y responsable a nivel nacional del Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME), ha abordado la perspectiva de la salud mental de los profesionales sanitarios.

En este encuentro, también ha participado Cristina Díez, Product Manager Salud Mental de Servier; Dr. Manuel Martín, vicepresidente de la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP) y vocal de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM); y Óscar Pino, coordinador del Centro de Salud Mental de Adultos (CSMA) y coordinador del Centro de Atención y Seguimiento a las Drogodependencias (CAS) L´Hospitalet de Llobregat – Benito Menni CASM.

La Dra. García Romero ha iniciado su intervención aludiendo a los más de 10 millones de contagiados en España y más de 95 000 fallecidos a causa de la COVID-19. “A medida de las olas que hemos ido pasando la sensación ha sido muy diferente. En la primera, nos invadió la incertidumbre, nuestros propios compañeros empezaban a enfermar, o a fallecer”, ha explicado la doctora quien ha resaltado que en olas posteriores se derivó a “una sensación de cansancio importante y de estar quemados».

En este sentido, ha hecho hincapié en el aumento del insomnio y el consumo de hipnóticos y ansiolíticos que se produjo en los profesionales sanitarios. “La sensación era que había que ser resilientes, pero estamos mal. En algunas ocasiones los médicos no reconocen que están mal, que están enfermos, no van a otro compañero médico y se automedican”, ha explicado.

El aumento de las horas de trabajo, el número de guardias el enfrentamiento a dilemas éticos a medida que la pandemia avanzaba ha producido que el 60% de los profesionales padezcan síntomas de fatiga crónica o Burnout y el 30% de los profesionales médicos han acudido o creen que necesitaran acudir a un servicio de salud mental, según datos aportados por la Dra. García Romero de estudios realizados por la corporación.

Esto hace más necesario que nunca programas como el Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME). Este programa se creó en el Colegio de Médicos de Barcelona en 1998y se extendió el programa al Resto de Colegios Médicos a través de su Fundación para la Protección Social (FPSOMC).

“El PAIME es un programa colegial único en España y referente a nivel internacional del que disponen los Colegios de Médicos, bajo el paraguas de la FPSOMC, para atender a médicos que padecen trastornos mentales y/o conductas adictivas incluidos los psicofármacos, rehabilitar al profesional y garantizar que ejerza la práctica en las mejores condiciones posibles”, ha explicado.

De hecho, durante el año 2020, se aumentó el ingreso en el programa de la red PAIME. “Aumentó el número de profesionales que dijeron que se encontraban mal y que estaban al límite. Lo que más creció fueron los ingresos por trastornos mentales y también ha crecido el consumo de alcohol durante la pandemia”, ha explicado. Entre las especialidades más afectadas y con mayor prevalencia se encuentran psiquiatría y anestesiología, además los MIR son el eslabón más sensible de la cadena.

La protección de la buena praxis y de la atención de calidad a los pacientes, es otra de los objetivos de este programa. “El PAIME es una herramienta fundamental para la colegiación y para toda la sociedad que responde al compromiso deontológico de la profesión médica y atiende de manera integral a médicos que sufren problemas psíquicos y/o adictivos para darles el tratamiento adecuado y ayudarles a retornar con las adecuadas garantías a su trabajo”, ha asegurado.

“Queremos ayudar al mayor número posible de médicos enfermos -ha dicho la Dra. García Romero- y asegurar que reciben la asistencia especializada necesaria, así como favorecer su rehabilitación como profesionales y garantizar que la práctica de la medicina se haga en las mejores condiciones posibles para la salud de los ciudadanos”.

El PAIME, según su opinión, facilita la superación de las barreras que impiden al médico verse como paciente; y favorece el acceso a una atención sanitaria de calidad. Está especializado en casos de enfermedades relacionadas con trastornos psíquicos y/o conductas adictivas y proporciona atención personalizada, discreta, y flexible.

“Atención social, asesoramiento laboral y apoyo legal, son las bases de este programa”, ha explicado la Dra. García Romero para después hacer hincapié que con el PAIME se ha logrado un 90% de porcentaje de éxito: “Con los años hemos conseguido menor tasa de abandonos y mayor de reinserción laboral”.

Sobre la depresión ha asegurado que es más frecuente en mujeres que en hombres, debido a la falta de políticas de conciliación, y ha apuntado que la profesión médica tiene una tasa de suicidio superior a la población en general, siendo esta la primera causa de muerte no natural en este colectivo.

Finalmente, ha hablado sobre la importancia de disponer una red multidisciplinar e intersectorial para la salud mental en el que los médicos de Atención Primaria, los psiquiatras, los psicólogos y los enfermeros de salud mental tengan un papel fundamental. “Hay que tener en cuenta la rehabilitación comunitaria en cualquier estrategia de salud mental. En casos de enfermedad mental grave a nivel familiar presentan problemas de estructura que precisan de atención sanitaria, de psicoterapia y a nivel intracomunitario para que esa persona se rehabilite dentro de la sociedad”, ha concluido.

El acto ha sido moderado por Antònia Pozo, redactora jefa de IM Médico. La idea fue adentrarse en cómo ha afectado la pandemia a la población en general, haciendo especial hincapié en la población mayor. «Hay que trabajar para mejorar su prevención y tratamiento», ha dicho. Los intervinientes debatieron sobre cuál es la situación entre los profesionales sanitarios y debatieron acerca de la planificación y organización de recursos destinados a la salud mental.

Por su parte, el Dr. Manuel Martín, vicepresidente de la Sociedad Española de Psiquiatría y director médico de los Centros de Hermanas Hospitalarias en Navarra y País Vasco, ha hecho hincapié en que «la pandemia ha dejado una afectación alta en lo que es salud mental». Esto se debe, en su opinión, a un desbordamiento del sistema sanitario, que ha hecho que se detecten menos casos en Atención Primaria en salud mental. “La red no funciona, sumado al retraso de la atención y se producen una acumulación de casos, de sufrimientos”, ha señalado.

Durante la pandemia, según ha explicado, ha habido un aumento de síntomas, de sufrimiento, que son típicas de pandemias que se han vivido anteriormente: depresión, ansiedad, estrés postraumático, duelo y una serie de manifestaciones de tipo psicosomático como los trastornos del sueño, la irritabilidad o el aumento de consumo de ansiolíticos.

Óscar Pino, coordinador del Centro de Salud Mental de Adultos y coordinador del Centro de Atención y Seguimiento a las Drogodependencias L´Hospitalet del Llobregat – Benito Menni, consideró que la «financiación en Salud pública en nuestro país es claramente insuficiente». Tal y como ha expuesto, a la salud mental sólo se destina un 4%, por lo que es «la hermanita pobre» del 7 % que se destina a la Salud del PIB.

En los países de nuestro entorno, alrededor del 9% va destinado a salud mental. La ratio que tenemos es de seis psicólogos por 100 000 cuando la media europea es de 18 y contando con que algunos países tienen 50. “El único país que va detrás de nosotros es Bulgaria. “Estamos en un marco muy peligroso, porque estamos muy al límite», ha advertido. Además, «la Covid-19 hizo como una especie de test de estrés, La anterior crisis económica ya produjo un aumento del 20% de consultas en salud mental, pero ahora por primera vez el debate de la salud mental está en los medios de comunicación y en las agendas políticas».

En sus áreas de salud que trabaja el diagnóstico de depresión ha aumentado un 250% y de ansiedad un 510%. «Como sociedad, nos tiene que hacer replantearnos qué está pasando. Hay que incrementar los presupuestos porque hay déficit de profesionales”, ha concluido.

Por último, Cristina Díez, Product Manager Salud Mental de Servier, ha señalado que se habla “de una segunda pandemia paralela que es la relacionada con la depresión». Han aumentado un 27% los casos de depresión en el mundo. “La pandemia no sólo afectaba a los pacientes previos, sino también a la población general y a los grupos de riesgo. Del mismo modo el alto grado de afectación en los profesionales sanitarios”.

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