El Dr. Tomás Cobo, presidente del Colegio de Médicos de Cantabria y patrono de la Fundación para la Cooperación Internacional de la OMC, ha realizado recientemente una misión sanitaria a los campamentos de refugiados de Tindouf, en el Sáhara, junto a un grupo de profesionales cántabros. En esta entrevista, lamenta las dificultades de acceso a la atención de salud en la región por falta de profesionales sanitarios, médicos y quirúrgicos. Según asegura en los últimos años y debido a la Yihad “las comisiones sanitarias internacionales se han reducido drásticamente por temor a atentados o secuestros y esto ha repercutido aún más en la atención sanitaria”
Dr. Tomás Cobo: “Las comisiones sanitarias internacionales se han reducido drásticamente por temor a atentados o secuestros”
Asimismo, según el Dr. Cobo “el dinero destinado a las comisiones sanitarias ha disminuido también drásticamente” y la consecuencia es que de aproximadamente 22 misiones que acudían en el pasado ahora “sólo vayan siete u ocho” añade.
A esta “difícil situación” se suma el componente cultural del terreno donde la llamada “medicina tradicional” (los brujos) continúan existiendo y donde las patologías ginecológicas, por ejemplo, “sólo pueden ser exploradas por personal femenino”.
La comisión cántabra lleva 20 años acudiendo a los campamentos de refugiados donde realizan intervenciones quirúrgicas, fundamentalmente, según cuenta en la entrevista el Dr. Cobo, cuya misión no termina ahí, ya que “la vigilancia de los pacientes en el postoperatorio inmediato es nuestra responsabilidad”.
– Acaba de regresar de una expedición sanitaria en el Sahara junto a un grupo de profesionales cántabros. ¿Quiénes han participado en este proyecto?
La misión sanitaria cántabra estaba compuesta por dos cirujanos Generales, un R5 de cirugía, un anestesista, un médico de familia y cuatro enfermeras.
Equipo misión sanitaria
-¿Cómo es la actual situación en la región del Sáhara donde ha desarrollado su intervención sanitaria?
La situación es desesperada. Las inundaciones del pasado otoño han destruido prácticamente algunas de las Wilayas lo que ha contribuido a empeorar aún más las frágiles condiciones de salud pública existentes.
-¿Cuáles son los principales problemas de salud que predominan?
Tenemos que destacar las enfermedades comunes como la hipertensión la diabetes o el hipotirodismo, que tienen escaso control y un déficit de fármacos para tratarlas adecuadamente. Esto trae como consecuencia el desarrollo de bocios gigantes, pie isquémico, ceguera, y patologías cardíacas que condicionan una mortalidad prematura.
-¿Cuáles son las mayores dificultades y retos para garantizar el acceso a la salud de la población?
Los problemas fundamentales son la falta de profesionales sanitarios: médicos y quirúrgicos, así como la falta de fármacos. En los últimos años y debido a la Yihad las comisiones sanitarias internacionales se han reducido drásticamente por temor a atentados o secuestros y esto ha repercutido aún más en la atención sanitaria.
-¿Cómo son las infraestructuras sanitarias?
La población en los campamentos de refugiados de Tindouf oscila entre las 180.000 y 200.000 personas. Existe un pequeño hospital en Rabuny, el hospital Nacional, con una comisión quirúrgica cubana de cuatro personas. Asimismo, existen pequeños consultorios, uno en cada Wilaya atendidos por los pocos médicos saharauis.
-¿En que ha consistido el proyecto que ha realizado?
La comisión cántabra lleva 20 años acudiendo a los campamentos y es fundamentalmente quirúrgica. Las patologías operadas son habitualmente colecistectomias, tiroidectomias, paratiroidectomias, hernias, hemorroides, Hidrocele…
-¿Hay componentes sociales y culturales incidiendo en la salud de la población?
Si. Definitivamente. Las patologías ginecológicas, por ejemplo, sólo pueden ser exploradas por personal femenino. En esos entornos culturales la llamada “medicina tradicional” (los brujos) continúan existiendo.
-¿Cuál es el papel de los profesionales médicos cooperantes en el terreno?
En nuestro caso, al ser la misión quirúrgica, cada uno tiene asignado su papel en función de su especialidad.
-¿Cómo se ha coordinado con otras organizaciones desplazadas y con organismos locales?
La comisión cántabra nace de un proyecto común del Colegio de Médicos de Cantabria, la Dirección General de Cooperación del Gobierno de Cantabria, el Servicio Cántabro de Salud (SCS) y el Hospital Santa Clotilde de los hermanos de San Juan de Dios. Nuestro trabajo se coordina con el Ministerio de Sanidad Saharaui antes y durante nuestra estancia en los campamentos.
Reunión con el ministro de Sanidad del Sahara
-Una vez finaliza la intervención, ¿qué sucede? ¿Hay evaluación posterior y/o seguimiento de los pacientes intervenidos?
La vigilancia de los pacientes en el postoperatorio inmediato es nuestra responsabilidad, por ello las patologías más importantes son operadas los primeros días. Las patologías más banales, hernias, hemorroides siguen un patrón similar a la cirugía de día de nuestros hospitales. El cuidado posterior depende, de nuevo, de su frágil estructura sanitaria. Es por ello que tratamos de explicar clara e insistentemente al entorno familiar los cuidados básicos postquirúrgicos.
– En el Sáhara la población vive bajo la condición de refugiados políticos, y dependen absolutamente de la ayuda humanitaria. ¿De qué manera, a su juicio, la actual crisis económica ha influido en el mantenimiento de estas ayudas?
Abrumadoramente. Los recursos se han reducido en más de un 50%. No solo eso, sino que el dinero destinado a las comisiones sanitarias ha disminuido también drásticamente; la consecuencia es que de aproximadamente 22 misiones que acudían en el pasado ahora sólo vayan siete u ocho.
-¿Qué requisitos y formación debe tener un profesional médico que interviene en proyectos de este tipo?
La formación es la propia de su especialidad. No creo que haya requisitos específicos más allá de los puramente humanos, el entusiasmo, y estar preparado para mucho trabajo y en equipo.