El Dr. Tomás Cobo, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), ha participado en una cátedra de la Universidad Cardenal Herrera (CEU) para hablar de la “Iatrogenia y seguridad del paciente: el compromiso con la no maleficencia. El por qué los colegios profesionales” y donde ha enfatizado que “cuidar a la segunda víctima es imprescindible cuando hablamos de seguridad del paciente”
En su intervención, ha hablado, en primer lugar, de la delimitación de responsabilidades colegiales. En este sentido, ha explicado que la función específica de acreditar las competencias profesionales de los médicos “no es una responsabilidad colegial”; ya que “la universidad y el sistema de formación especializada otorgan credenciales en base a competencias”.
“Es cierto que “alguien” debe velar por el mantenimiento de las competencias a lo largo del tiempo, pero los colegios no disponen de la autoridad para hacerlo”, ha manifestado.
¿Entonces qué responsabilidades deben asumir colegios profesionales? Tal y como ha señalado, “pueden colaborar en certificar Formación Continuada (SEAFORMEC) y competencias transversales”. La Sociedad Española para la Acreditación de la Formación Médica Continuada (SEAFORMEC) es un sistema español de acreditación de actividades relacionadas con la Formación Médica Continuada (FMC), el Desarrollo Profesional Continuo (DPC), así como de procesos o estructuras útiles para la actividad de los médicos. SEAFORMEC está integrada en el sistema de acreditación de la Union Européenne de Médecins Specialistes (UEMS) a través de European Acreditation Council for CME (EACCME).
Otra de las que es competencia de los Colegios profesionales es velar por la buena praxis y la idoneidad para el ejercicio de la profesión con la Validación Periódica de la Colegiación (VPC). “La VPC es la nueva credencial de los colegios profesionales, certifica el estado de salud para el ejercicio profesional; la evidencia del ejercicio clínico y la formación voluntaria”, ha matizado.
En lo que respecta a la seguridad del paciente, en su opinión, “cuidar a la segunda víctima es imprescindible cuando hablamos de seguridad del paciente”.
Para el Dr. Cobo la seguridad del paciente es un componente esencial de la gestión de riesgos, la dirección clínica y la mejora de la calidad. Además, “precisa un cambio de cultura de profesionales, gestores y pacientes, desterrar el concepto de culpa y un enfoque centrado en el sistema, para entender la causa del incidente, aprender de los errores y establecer mecanismos para que no se repitan”.
En lo que respecta a la segunda víctima ha hecho referencia a dos definiciones, “el profesional sanitario implicado en un Evento Adverso Inevitable y que queda traumatizado por esa experiencia o no es capaz de afrontar emocionalmente la situación” o “profesional sanitario que participa en un evento adverso, un error médico o una lesión inesperada relacionada con el paciente y que se convierte en víctima ya que queda traumatizado por el suceso”.
En este sentido, ha hecho hincapié que “nuestro compromiso es apoyar al médico en situaciones de vulnerabilidad”. Es por lo que ha incidido que los derechos de la segunda víctima es recibir “un trato justo, respeto, compresión, apoyo y transparencia”; así como garantizarlos son deberes de los colegios profesionales.
Finalmente, ha hecho alusión a las Fundaciones para la Protección Social y Cooperación Internacional de la OMC. En concreto, al Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME) para médicos que padecen trastornos mentales y/o conductas adictivas que garantiza su recuperación desde la confidencialidad.
En cuanto a la FCOMCI ha explicado que nació para dar respuesta a las necesidades detectadas en el ámbito de la cooperación y la intervención humanitaria sanitaria. “El objetivo es servir de plataforma de trabajo, consulta e intercambio de información para los profesionales médicos y las organizaciones de desarrollo, instituciones y organizaciones del ámbito sanitario; aunar voluntades de ONG, profesionales sanitarios y Administraciones públicas y conseguir eficiencia: ser útiles no fútiles”, ha concluido.