El Dr. Serafín Romero, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), ha señalado en la rueda de prensa virtual que ha realizado el Foro de la Profesión Médica que “en España no faltan médicos, lo que se necesitan son políticas de recursos humanos en salud” y ha añadido que “es obligatorio establecer un plan de contingencia urgente y de carácter extraordinario, para poder frenar las consecuencias que ha generado la COVID19”. También ha subrayado que “no se puede tomar decisiones de recursos humanos sin contar con la profesión médica, porque es preciso escuchar a la voz experta”
Además del Dr. Romero, han intervenido el Dr. Pablo Lara, presidente de la Conferencia Nacional de Decanos de las Facultades de Medicina (CNDFM); la Dra. Pilar Garrido, vicepresidenta de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME); Dr. Tomás Toranzo, presidente de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM); Dr. Gabriel del Pozo, secretario general de CESM; y Antonio Pujol de Castro. presidente de CEEM.
El presidente del CGCOM ha querido “desmentir el mantra de que la profesión se opone a que se contraten médicos extracomunitarios, siempre que se haya homologado su título o reconocido la especialidad”. Ha aclarado que a lo que se oponen es que se planteen escenarios de homologación sin los controles obligados y necesarios.
El Dr. Romero ha detallado que en los últimos años “se ha hecho un esfuerzo por acelerar estos trámites y en 2019 se homologaron 5.769 títulos extranjeros de educación superior médica, la pregunta es ¿dónde están?”. El presidente del CGCOM ha argumentado que, gracias a un acuerdo de colaboración con el CGCOM, se han tramitado 750 títulos de educación superior o especialidad para que tuvieran colegiación rápida y se pudieran incorporar cuanto antes. Sin embargo, solo se ha colegiado 220.
“Cuando España homologa un título de educación superior, lo está concediendo Europa y muchos aprovechan para irse. Por lo tanto, hay que tener cuidado en acelerar los trámites”, ha esgrimido. Ha puesto de manifiesto que “cualquier medico extranjero que reúna estas condiciones es tan médico como cualquiera que salga de las universidades españolas, pero los Colegios tienen que garantizar que los médicos que atienden tienen todas las garantías y no vamos a ceder”.
También ha recordado el plan de contingencia que pusieron en marcha los Colegios de Médicos con el registro de más de 2.000 médicos jubilados voluntarios que se ofrecían para desempeñar labores de diagnóstico, control de asilamiento o triaje telefónico, “para descargar uno de los entornos más castigados, como es la Atención Primaria”.
Por su parte la Dra. Pilar Garrido, vicepresidenta de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME), ha recordado que, desde este organismo, defienden la importancia de “formar a los médicos que necesitamos, asegurando en cada especialidad la adecuación de plantillas y la tasa de reposición relativa a los ciclos vitales de cada una; y garantizando siempre las condiciones laborales”.
En este sentido, desde FACME exigen que, para la planificación, “se cuente con la profesión médica y no centrarnos solo en el debate de que no hay médicos”.
En lo relativo al entorno europeo, la Dra. Garrido ha hecho alusión a un documento del Ministerio de Sanidad de 2019 que asegura que el número de médicos en ejercicio por habitante de España está por encima que el de la UE. Dato que coincide con el Estudio sobre Demografía Médica de la OMC y CESM “que habla también de que en nuestro país la densidad de médico por habitante es superior a la media europea”.
Para la vicepresidenta de FACME, el futuro es más incierto en el tema de la jubilación, algo que varía según las especialidades, pero que globalmente un 27% de los médicos en España está en el rango de edad de los 55 a los 64 años. “Necesitamos un plan de contingencia pero también un planificación a medio o largo plazo para evitar que las decisiones que tomemos ahora en una situación aguda estén alineadas con las necesidades que llevamos poniendo sobre la mesa la profesión en los últimos años sobre la ausencia de políticas de recursos humanos”.
Desde el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) se ha señalado que desde 2010 el ratio para acceder a la Formación Sanitaria Especializada es de 2 a 1, es decir, uno de cada dos graduados en Medicina no va a poder continuar con su formación ni ejercer como médico. En la convocatoria de 2019 se produjo el número máximo de plazas MIR convocadas con 7.845 pero también de aspirantes (16.176). La diferencia entre la oferta y el número de personas que se presentaban también alcanzó su récord, con 8.331 médicos que no tuvieron plaza. Si se restan además las 157 plazas convocadas por los Ministerios de Defensa, Interior y Justicia quedarían 8.174 médicos sin poder continuar con su Formación Sanitaria Especializada. Las alternativas para estas personas pasan por el trabajo en la sanidad privada o por realizar la especialidad en el extranjero, por lo que se forma médicos que no van a poder ejercer la medicina.
“Tenemos un exceso de aspirantes a las plazas MIR, la oferta tiene que ser adecuada al número de graduados y también a las posibilidades formativas de las unidades docentes, del mismo modo que deben ser acorde con la contratación posterior. Por eso solicitamos el alineamiento entre las plazas de las facultades, las plazas MIR y la oferta tras obtener la especialidad”, ha defendido el presidente de CEEM, Antonio Pujol de Castro.
Por su parte desde la Conferencia Nacional de Decanos de las Facultades de Medicina (CNDFM) han afirmado que el sistema de formación se encuentra saturado y el de contratación, obsoleto y caducado. En la última década se ha pasado de 28 a 44 facultades de Medicina en España, cerca de un 60% más, convirtiéndonos en el segundo país con mayor número de facultades por densidad de población con cifras que duplican la tasa recomendada por la OMS. Este año la oferta de plazas es de 7.264, y el objetivo es formar del mejor modo a los futuros médicos para que se incorporen a la Formación Sanitaria Especializada. “Es el momento de declarar y afirmar que el continuo formativo se acompaña antagónicamente de una discontinuo laboral. Existen tres numerus clausus que conviene vigilar, como el de acceso a las facultades, de acceso al MIR que cada año es un poco peor que el anterior y el de la oferta laboral digna. Se está formando más graduados y especialistas de los que después el sistema público puede absorber”, ha asegurado el presidente de los decanos, Pablo Lara.
Además, Lara ha destacado el alto porcentaje de homologación de títulos extranjeros que se produce en España, cercano al 82% de las personas que se graduaron en Medicina. Pese al mensaje deslizado la pasada semana de que falta oferta formativa, el presidente de los decanos afirma que no es necesario aumentar el número de facultades ni las plazas de acceso, y plantea que en esta situación tan peculiar que vivimos se podría ofrecer, con carácter excepcional y delimitando estrictamente las actividades a desarrollar, un contrato coordinado entre Ministerio de Sanidad y consejerías para los graduados, que serían unos 7.000.
Respecto al ámbito sindical, el presidente de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) ha hecho hincapié en que no estamos ante un problema de número de médicos sino de su disponibilidad. Entre las causas está la errática política de recursos humanos que ya se está denunciando desde hace años. “Tenemos una proporción de médicos superior a la media europea y hay mala distribución fundamentalmente por la falta de planificación. Las condiciones laborales en el SNS se caracterizan por una gran precariedad laboral, con la temporalidad como nota dominante y unas condiciones retributivas que fuerzan a los profesionales a marcharse a otros países. También la sanidad privada atrae cada día a más médicos: mientras que el número de profesionales con contrato fijo ronda el 60% en el sistema público, este porcentaje sube al 80% si hablamos del sistema privado”, asegura Tomás Toranzo, quien añade que además la conciliación resulta prácticamente imposible en las condiciones que se ofrecen.
Toranzo también ha explicado que los médicos tienen una alta tasa de envejecimiento que hará en que los próximos años más de 70.000 facultativos abandonen el sistema por estar actualmente por encima de los 55 años, a los que se suma un creciente número de jubilaciones anticipadas que no estaban previstas y que la situación actual está acelerando. “La tasa de reposición no se adapta a las necesidades del sistema por falta de planificación. La deficiente gestión de recursos humanos hace que la mala distribución de profesionales se agrave aún más. Si no se toman medidas ahora será difícil una solución viable a corto plazo”, ha asegurado.
Por último, el secretario general de CESM, Gabriel del Pozo, ha preguntado cómo se puede asegurar que faltan médicos si no se tiene contabilizado el número de profesionales, recordando la importancia de que se ponga en funcionamiento el registro. Y reclama, una vez más, que se tenga en cuenta a los profesionales del sector para tomar decisiones como tantas veces se ha solicitado sin obtener respuesta, puesto que la pandemia sólo ha venido a agudizar un problema que se arrastra desde hace años y lo que falla es la planificación.
