El Dr. Serafín Romero, vicepresidente de la Organización Médica Colegial, participó ayer en un encuentro digital organizado por Diario Médico para hablar del Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME), el cual, según su opinión, “revaloriza la profesión médica y favorece el cumplimiento de nuestras obligaciones deontológicas”
Madrid, 24 de abril de 2015 (medicosypacientes.com/A.G.)
Con motivo de la reciente celebración del VI Congreso PAIME en la ciudad de Cáceres, el Dr. Romero, coordinador de este programa, respondió a los lectores sobre diferentes aspectos y cuestiones del PAIME acerca de su financiación, las estadísticas de éxito o las medidas a tomar en el caso de que los médicos atendidos se nieguen a continuar con el tratamiento, entre otros temas.
Respecto a la financiación de este proyecto comentó que éste es uno de los principales escollos para su desarrollo en algunas comunidades. La responsabilidad de las administraciones sanitarias en apoyar programas de estas características debería ser causa de su inclusión presupuestaria en el ámbito de las políticas de recursos humanos “como así lo han entendido muchas comunidades” – aseguró.
Puso en valor este programa porque, en su opinión, permite que ningún médico en ejercicio que necesite un periodo de internamiento por una agudización en un proceso mental y/o adictivo tenga la atención necesaria en una unidad de internamiento especializada y específica, gracias a la generosidad de la propia profesión médica que a través de sus cuotas colegiales contribuyen a que la Fundación de Protección Social de la OMC pueda atenderlos y resaltó el “apoyo que desde los colegios de médicos y a través también de las cuotas colegiales se hace para mantener las unidades ambulatorias provinciales o autonómicas”.
Preguntado sobre el papel de la OMC y los Colegios de Médicos como máximos garantes de la praxis médica por encima de la Administración, aseguró que existen diferentes motivos que hacen que se justifique esta atención específica. En primer lugar ? dijo ? “por las connotaciones aún estigmatizantes de las patologías relacionadas con la salud mental y/o adictivas que provocan la tardanza en acudir a servicios especializados; en segundo lugar, por la propia patología en sí que hace que el paciente no se dé cuenta de que tiene un problema, siendo sus propios compañeros los primeros en advertirlo teniendo además la obligación deontológica de comunicarlo al colegio de médicos. En tercer lugar, la inexistencia de políticas no punitivas para la atención de estos procesos; en cuarto lugar, la necesaria confidencialidad para favorecer la acogida y posterior tratamiento; y por último, la responsabilidad social de la profesión médica para garantizar al ciudadano una asistencia de calidad.
También abordó la confidencialidad de este programa y explicó que la profesión entiende que el paciente tiene que conocer que los médicos “hemos reconocido que podemos enfermar de patologías que pueden afectar a la buena praxis y tener consecuencias sobre la salud de los ciudadanos. Además, hemos puesto en marcha un programa de ayuda al médico que las padece y garantista de esta buena atención y por si era poco también deben saber que todo aquel que se niega a ser atendido va a ser retirado del ejercicio profesional”.
Ante una cuestión que planteaba si el paciente tiene derecho a conocer qué profesionales se han reincorporado tras tratarse en el PAIME, el Dr. Romero aseguró que “no aportaría nada el publicar listas de personas atendidas, estaríamos haciendo un flaco favor a las leyes de garantía de protección de datos y de autonomía del paciente, perdiendo además la oportunidad de que un médico con problemas acuda directamente a este programa como así ocurre en casi un 70% de los casos”.
En relación a las medidas a adoptar por parte de los Colegios en caso de que un médico se niegue a seguir un tratamiento, el Dr. Romero respondió que “si un paciente atendido por el PAIME se niega a ser atendido se pone en conocimiento del colegio de médicos, el cual a través de un protocolo de caso difícil cita al compañero enfermo para plantearle un contrato terapéutico que le obliga a cumplir con los requisitos clínicos encomendados por el terapeuta y se le oferta toda la ayuda posible para su restablecimiento. Si a pesar de esto persiste en su negación, se procede a la apertura de un expediente para su inhabilitación colegial de ejercicio así como se pondría en conocimiento del empleador y/o empleadores o de la autoridad competente” y añadió que “la experiencia nos demuestra que son muy pocos casos los que llegan a esta situación final”.
Respecto a las preguntas planteadas sobre el seguimiento y los controles posteriores al alta de un médico que ha pasado por el PAIME, expuso que “aunque es importante el internamiento en algunos casos evolutivos de los problemas de salud mental y/o adictivos que atiende el PAIME es más importante el plan de acogida del compañero en su ámbito socio familiar y en el asistencial. Parte importante del trabajo de los médicos del programa consiste en el control del proceso (test, análisis, etc) durante el tiempo necesario hasta su alta definitiva y que coexiste con intervenciones para su vuelta al trabajo. Por las características de las patologías atendidas, un porcentaje cercano al 50% siguen pasando controles periódicos cada 6 o 12 meses. Los criterios para el alta son, eminentemente, críticos procurando en su intervención integral conseguir su mejor regreso a su ámbito profesional y socio familiar”.
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