El Colegio de Médicos de Salamanca ha acogido un encuentro que ha contado con la participación del pediatra el Dr. Roi Piñeiro, una de las voces españolas más críticas contra las terapias alternativas y quien ha apelado a la responsabilidad de la comunidad científica: “Lo de las pseudociencias es una vergüenza y los médicos tenemos que decirlo”
El papel de la comunidad científica y médica española es clave para poner freno a la proliferación de las pseudociencias en España y para ello hay que aprovechar la fuerza que está cogiendo la corriente contra este fenómeno, aunque la saturación del sistema sanitario no sea la mejor ayuda.
Es el mensaje de responsabilidad profesional que ha lanzado en el Colegio de Médicos de Salamanca el pediatra Roi Piñeiro, médico muy beligerante contra las terapias sin base científica, como queda demostrado en sus tres libros: “¿Eres vacunofóbico? Dime, te escucho”, “Vamos a urgencias con el niño. ¿Una decisión acertada?” y “Pseudociencias al desnudo. Que no te engañen”.
Roi Piñeiro se ha mostrado tajante: “Es una vergüenza, tenemos que decirlo e impedir que se desarrolle. No podemos quedarnos sin hacer nada”. En este sentido, ha pedido tolerancia cero contra los que tratan de engañar a través de las múltiples opciones pseudocientíficas que hay en el mercado y tolerancia cero contra los que, médicos incluidos, recomiendan, por ejemplo, no vacunar o contribuyen a que se instale la mentira de estas terapias.
Entre ellas ha citado la homeopatía, el reiki, la magnetoterapia, la iridología, flores de bach, la limpieza de colon en casa, la acunputura en manos no profesionales, “pero son muchas más, ya que las hay para todos los gustos”. Como caso más flagrante ha señalado a la homeopatía que sigue sin ser considerada una pseudoterapia.
Identificar que estamos ante una pseudociencia no es difícil. Sus características, ha explicado Piñeiro, están muy definidas. Frente a la observación, a la experimentación, a la capacidad de duda, de réplica, de crítica, de compartir hallazgos, del método científico, lo pseudocientífico se basa en “el oscurantismo, la revelación e incluso el delirio”. “Lo típico de un pseudocientífico es que diga que lo mío no lo puedo demostrar. Es un tema de fe. Lo mío es así, te lo creas o no te lo creas. Sólo yo tengo la verdad. La ciencia, por el contrario, ni se custodia ni se niega, al contrario, se debate y se comparte”.
Una de las estrategias para poner cerco a las pseudociencias, según Roi Piñeiro, es impedir los foros populares que utilizan como plataforma los pseudocientíficos para dar a conocer sus revelaciones, en los que además es habitual la utilización de pacientes para dar a conocer sus experiencias.
Frente a ello, el autor ha propone la unidad de la ciencia: “Tenemos que estar unidos contra esta “vergüenza” porque no podemos permitir que esto se desarrolle en nuestro país”.