El Dr. Juan José Rodríguez Sendín, vicepresidente de la Confederación Médica Latinoiberoamericana y del Caribe (CONFEMEL) analizó la gestación por sustitución o maternidad subrogada en el marco del Foro Iberoamericano de Entidades Médicas (FIEM) celebrado en Panamá, donde subrayó que “aunque la maternidad es un deseo legítimo, no es un derecho”
Tras señalar que la maternidad subrogada es una práctica de reproducción humana que “retira la condición de madre a quien ha gestado al niño para atribuírsela a terceras personas que han encargado la gestación”, expuso que “plantea cuestiones éticas, legales, médicas, económicas y sociales”.
El Dr. Rodríguez Sendín explicó que “desde el punto de vista ético, el médico debe velar por el respeto a la dignidad de la mujer y del ser humano, defender a éste como fin en sí mismo desde la concepción hasta la muerte, salvaguardar la dignidad e integridad de las personas, preservar la vida en cualquiera de sus estadios, prestar un consentimiento libre e informado y fomentar un control y dominio de los contratantes”.
La maternidad subrogada está regulada por las leyes propias de cada país, afecta a las técnicas de reproducción que se utilizan, a la herencia genética del futuro hijo, a las parejas o personas contratantes, a las causas para solicitar la subrogación y a los tipos de maternidad subrogada.
Respecto a las consideraciones clínicas, tanto la madre gestante y/o donante de óvulos, como los hijos nacidos a través de esta práctica se ven afectados. “Y desde el ámbito social queda patente que es una realidad que conlleva una desigualdad social y es más accesible para personas con amplios recursos económicos y repercute en intereses comerciales, en la dignidad humana, en la protección de la madre y el niño y en el tráfico de personas”, subrayó.
El vicepresidente de CONFEMEL señaló que la maternidad subrogada supone la mercantilización de la vida al considerar al niño “un producto comercial, que en ocasiones acarrea contratos de calidad de madre e hijo y la exigencia de que el niño nazca sano, además de posibles daños psíquicos derivados” y dejó claro que “ni el cuerpo humano, ni las partes del mismo, pueden convertirse en objeto de lucro”.
Para el Dr. Rodríguez Sendín la gestación por sustitución “es contraria a la ética médica y atenta contra la dignidad de la madre y los derechos del recién nacido, porque esta práctica llevada a cabo de forma altruista no es imaginable debido a que supone una contradicción afectivo y emocional”. Además, añadió que “convierte al niño en un objeto y entraña una explotación de la mujer” e hizo hincapié en que “los cuerpos no son mercancías”.
Por último, expresó que la gestación por sustitución “deja en entredicho la dignidad de la mujer y atenta contra el bien superior del menor” y afirmó que “sin dignidad no hay libertad”.