El autor de este artículo, el doctor Rodrígo Gutiérrez, aprovecha el primer aniversario de la aprobación de la Estrategia para el Abordaje de la Cronicidad en el Sistema Nacional de Salud, por el Consejo Interterritorial del SNS, hace hoy justo un año, para abordar la sitación sanitaria y sociodemográfica actual en este contexto
Madrid, 27 de junio 2013 (medicosypacientes.com)
“Sobre personas y enfermedades crónicas”
Rodrigo Gutiérrez. Jefe de Servicio de la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales)
Se cumple ahora un año de la aprobación por el Consejo Interterritorial del SNS, (el 27 de junio de 2012), de la Estrategia para el Abordaje de la Cronicidad en el Sistema Nacional de Salud. [El documento puede obtenerse en la siguiente dirección: http://www.msps.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/abordajecronicidad.htm ]
La situación sanitaria y sociodemográfica actual, denominada por algunos autores como “madurez de masas”, (en la que se ha generalizado el fenómeno de la supervivencia mínima necesaria para completar la fase adulta de la vida de las personas), ha dado lugar en las últimas décadas a un aumento en la esperanza de vida y a un progresivo envejecimiento de la población. Este fenómeno coincide en el tiempo, en la mayoría de los países desarrollados, con un cambio en el patrón epidemiológico de las enfermedades, así como en la evolución de los estilos de vida y las conductas relacionadas con la salud y con el uso de los recursos sanitarios. Todo ello condiciona que la carga de enfermedad sea atribuible, en primer lugar, a los procesos y enfermedades de carácter crónico, es decir, aquellas de larga duración y de progresión lenta que habitualmente afectan a la calidad de vida de las personas que las presentan y condicionan sus hábitos, modos de vida y pautas de comportamiento. En algunos foros, agencias y organismos internacionales se habla incluso de una auténtica “epidemia global de cronicidad”.
La situación de crisis económica se superpone además a este contexto de enormes cambios demográficos y de grandes transformaciones sociales, en el que el envejecimiento de la población, el incremento en las expectativas de los ciudadanos y los pacientes, y los rápidos avances tecnológicos, evidencian la necesidad de una reorientación de los sistemas de atención. Según este planteamiento, las personas deben adquirir un mayor control sobre su salud, al tiempo que se deben poner en marcha estrategias que permitan que dichos sistemas sean más sostenibles desde el punto de vista de su financiación. Desde el punto de vista de la salud pública y de la atención sanitaria parece haber un consenso bastante amplio en la necesidad de abordar las enfermedades crónicas, ahora prevalentes, con un enfoque diferente de los servicios sanitarios y de las actividades de promoción, prevención o educación para la salud.
Elaborada teniendo en cuenta los diferentes planes y actuaciones previas desarrolladas tanto en España como a nivel internacional, esta Estrategia ha contado con la participación de representantes de numerosas sociedades científicas y de asociaciones de pacientes. Igualmente intervinieron en su redacción profesionales de las Consejerías de Sanidad de las Comunidades Autónomas y del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
El objetivo último es un cambio de modelo en la atención a la cronicidad, pasando de un sistema de atención a procesos aislados, de manera reactiva, episódica y fragmentada, a una nueva forma de atención basada y centrada en la persona, prestada de manera colaborativa junto a otros actores sociales y sanitarios. En este nuevo modelo, la prevención, la educación sanitaria, la promoción de la autonomía personal y la corresponsabilidad de los pacientes (a través de su formación y “empowerment”) con un enfoque proactivo, cobran una especial relevancia y resultan claves para mejorar la asistencia y garantizar una respuesta adecuada (adaptada) a las necesidades de las personas.
En su conjunto, tal y como recoge en su presentación “la Estrategia para el Abordaje de la Cronicidad en el Sistema Nacional de Salud establece objetivos y recomendaciones que deben permitir [re]orientar la organización de los servicios hacia la mejora de la salud de la población y sus determinantes, la prevención de las condiciones de salud y limitaciones en la actividad de carácter crónico y su atención integral. Ello facilitará un cambio de enfoque en el Sistema Nacional de Salud que pasará de estar centrado en la enfermedad a orientarse hacia las personas, hacia la atención de las necesidades de la población en su conjunto y de cada individuo en particular, de manera que la asistencia sanitaria resulte adecuada y eficiente, se garantice la continuidad en los cuidados, se adapte a la evolución de la enfermedad en el paciente y favorezca su autonomía personal.”
Por lo general, se acepta que las personas con condiciones de salud y limitaciones en la actividad de carácter crónico son las que encuentran más dificultades para acceder y moverse a través del sistema, ya que no existe un adecuado ajuste entre sus necesidades y la atención que reciben. Resulta especialmente inapropiada la organización de la asistencia sanitaria para pacientes que presentan pluripatología, (es decir, dos o más enfermedades crónicas de forma simultánea), comorbilidad (es decir, asociación de cualquier patología a otra entidad nosológica principal, tanto aguda como crónica, que modula su diagnóstico y tratamiento) o se encuentran en situación de especial complejidad (o sea, con necesidades cambiantes que obligan a revalorizaciones continuas y requieren prestaciones o servicios de diversos niveles asistenciales y en algunos casos servicios sanitarios y sociales). En este sentido, son precisamente este tipo de pacientes, generalmente población de mayor edad y con limita¬ciones de su capacidad funcional, los que generan mayor demanda de atención en los diferentes ámbitos asistenciales y utilizan mayor número de recursos sanitarios y sociales.
Las recomendaciones de la Estrategia pretenden complementar y potenciar las iniciativas que ya están desarrollando las Comunidades Autónomas, y deben conformar un marco general de cohesión orientado en torno a objetivos comunes para la prevención de las en¬fermedades crónicas, garantizando así que las personas con estos problemas de salud tengan la misma atención en todo el SNS.
La misión, visión y los objetivos generales de la Estrategia son los siguientes:
Misión. Establecer un conjunto de objetivos y recomendaciones para el SNS que permitan orientar la organización de los servicios hacia la mejora de la salud de la población y sus determinantes, la prevención de las condiciones de salud [enfermedad (aguda o cróni¬ca), trastorno, traumatismo y lesión] y limitaciones en la actividad de carácter crónico y su atención integral.
Visión. Adaptar el SNS para poder responder a los cambios en las necesidades de atención sanitaria y sociosanitaria que ocasionan el envejecimiento de la población y el incremento de la cronificación de las condiciones de salud y limitaciones en la actividad, garantizando la calidad, la seguridad, la continuidad en los cuidados, la equidad y la participación social.
Objetivos generales. Disminuir la prevalencia de las condiciones de salud y limitaciones en la ac¬tividad de carácter crónico, reducir la mortalidad prematura de las personas que ya presentan alguna de estas condiciones, prevenir el deterioro de la ca-pacidad funcional y las complicaciones asociadas a cada proceso y mejorar su calidad de vida y la de las personas cuidadoras.
[En un próximo artículo comentaremos los Principios rectores, líneas estratégicas, objetivos específicos y las principales recomendaciones, así como el plan para la implementación de esta importante Estrategia para el Abordaje de la Cronicidad en el Sistema Nacional de Salud…]