domingo, mayo 5, 2024

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Dr. Navarro: “Hay que dar respuesta a la problemática diaria de los médicos en el ejercicio de su profesión”

El Dr. Agustín Navarro, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y colegiado del Colegio de Médicos de Valencia, se presenta a las elecciones a la vicepresidencia 1ª del CGCOM, que se celebran el próximo 30 de junio. En una entrevista concedida a ‘Médicos y Pacientes’ explica que “hay que dar respuesta a la problemática diaria de los médicos en el ejercicio de su profesión”

Se trata de la tercera entrevista de una serie realizada a todos los aspirantes a la vicepresidencia 1ª del CGCOM, que se han publicado según el orden de candidatos derivado del sorteo que figura en el art. 5.3 del Reglamento sobre Procedimiento Electoral del Consejo General.  

¿Qué le ha motivado a presentarse a este cargo? y ¿cuáles son sus expectativas?

En el marco de servicio público que constituye la función del CGCOM, mi principal motivación es puramente corporativa con la clara intención de contribuir al desarrollo de la profesión y promocionar su posicionamiento en los foros en los que se decide la política sanitaria. Nuestra presencia debe ser incuestionable porque formamos parte del eje vertebral del sistema y cada vez se nos tiene menos en cuenta, asimilándonos en la actualidad como meros operarios, cuando la realidad es que el ejercicio de la medicina no es neutro, el médico necesita mantener su integridad profesional y defender a sus enfermos. Esta es la función de los Colegios Profesionales y por representación principal, del CGCOM, por tanto, mi principal expectativa es la de contribuir a relanzar a la OMC al posicionamiento que se merece como máximo exponente de los médicos de España en similitud a la que tienen en Europa.

La elección la realizan los representantes de los 52 colegios de médicos, los representantes de las 8 vocalías nacionales y los 6 miembros de la Comisión Permanente del CGCOM, que son los que componen la Asamblea General. ¿Considera representativo este procedimiento electivo?

Es comprensible que la forma de elección de los representantes del Consejo General sea bajo la modalidad de sufragio indirecto como ocurre en la mayor parte de los sistemas parlamentarios democráticos. En la actualidad ya considero un avance que para poder optar a estos puestos no haya que ser previamente un miembro nato de la Asamblea General como creo que ocurría antiguamente. Sin embargo, también creo que el sistema de elección directa mediante sufragio universal entre todos los médicos de España sería más democrático y representativo y dotaría de más fuerza al órgano rector del CGCOM.

¿Cuáles son las funciones para el cargo a la vicepresidencia primera?

La función del cargo viene claramente definida en los estatutos del CGCOM, que básicamente son las delegadas por la presidencia. No obstante, entiendo que para una organización dinámica como debe ser la OMC es fundamental la función de asesoramiento, de apoyo y de coordinación, así como la de presidir comisiones delegadas.

¿Qué mejoras considera necesarias para el cargo al que aspira?

Ciertamente que el prefijo vice procede etimológicamente del latín ‘en lugar de’, pero considero que sería muy enriquecedor realizar actividades encaminadas al desarrollo de los planes estratégicos y presupuestarios aprobados por la Asamblea General, en especial en el orden técnico-profesional.

No voy a definir cómo debe ser la arquitectura organizativa de la OMC, pero las posiciones corporativas, por la misma razón que son representativas, obligan a estas a esforzarse en conseguir mejoras para nuestro «corpus», es decir, de nuestros intereses y actividades profesionales lo que inevitablemente beneficia a la sociedad. Los cargos no pueden estar vacíos de contenido y ser meramente estéticos, sino por el contrario, deben atribuírseles una mayor funcionalidad que permita mejorar la operativa y la representación de los médicos. Por tanto, la asignación de funciones específicas me parece fundamental, como por ejemplo en cuestiones de intrusismo, pseudociencias y representación de colectivos menos visibles como son los médicos de asistencia colectiva y privada. Potenciar estas cuestiones desde una vicepresidencia me parece que optimizaría y revitalizaría a la OMC.

¿Cuáles son los principales objetivos de su programa electoral?

Por mi perfil curricular, he trabajado en el sector público, en el privado y en el asociacionismo, con una vigente actividad clínica, pero con una específica formación en gestión organizativa sanitaria y clínica, lo que me da una visión holística.

El CGCOM es un «cuerpo social representativo» que debe actualizarse a los tiempos que corren en el actual siglo XXI. Hoy en día vivimos una clara desafección de los médicos respecto de sus colegios y órganos representativos, por lo que debemos plasmar una verdadera representación en cuestiones sensibles y dar respuesta a la problemática diaria de los médicos en el ejercicio de su profesión. Por tanto, entiendo que la OMC debe defenderla adecuación de la práctica clínica, la defensa del honor, prestigio e independencia de la profesión, así como el fomento y la promoción científica, basándose en principios de una actividad ética y disciplinaria en la ordenación de la profesión.

Como he mencionado en la pregunta anterior, mi intención, además de cumplir las funciones estatutarias del CGCOM, es la de apoyar e impulsar cuestiones que me parecen trascendentes para su revitalización, como la del ‘Observatorio contra las Pseudociencias, Pseudoterapias, Intrusismo y Sectas Sanitarias’, me parece fundamental la creación de una ‘Comisión para la defensa de la medicina’, que permita establecer un observatorio del adecuado ejercicio de la profesión, así? como la protección del facultativo en su actividad profesional y la competencia desleal. El CGCOM es una corporación de derecho público que aglutina en igualdad a todos los médicos, incluidos los del ejercicio privado, colectivo en la actualidad especialmente vulnerable y desamparado, por lo que se hace imprescindible una ‘Comisión del ejercicio de la medicina privada’, que permita establecer un marco colaborativo en todos los ámbitos de relación entre los médicos, la compañías de salud, las asociaciones y empresas profesionales, evitando que determinados sectores externos mantengan situaciones de privilegio basadas en una supuesta libertad de mercado en la medicina privada y analizar las desviaciones que puedan producirse por razones espurias. El abordaje de las agresiones debe ser más firme y universal, incluyendo a la medicina privada, demandándose de oficio todas las agresiones de las que se tenga conocimiento.

Para el cargo al que se presenta, hay dos candidatos hombre y una mujer. Las mujeres, que suponen algo más del 50% de la colegiación, tienen una representación en las Juntas Directivas de los colegios de más del 30%, llegando al 70 % en colegios como el de Córdoba. ¿Qué hay que hacer para seguir avanzando en el acceso de la mujer a los puestos de responsabilidad?

Mire, sobre este tema recurrente, debo decirle que hasta donde yo sé, las médicas tienen las mismas posibilidades de representación que los hombres. Para estas elecciones, nos presentamos dos hombres y una mujer, como se podían haber presentado cinco mujeres y un hombre. El mayor respeto que puedo prodigarle a las mujeres es tratarlas como iguales y es lo que hago. La convocatoria es pública, como lo fue en las elecciones del Colegio de Médicos de Valencia a las que nos presentamos dos mujeres y yo. Finalmente ganó una mujer, pero el segundo fui yo y la tercera la otra mujer.

¿Cómo percibe la situación de la asistencia sanitaria en España y la de los profesionales?

La asistencia sanitaria en este país está altamente politizada, y aunque a las organizaciones profesionales y sociedades científicas no nos corresponde hacer política general, sí nos corresponde hacerla profesional. La asistencia sanitaria es muy buena, otra cosa es la sostenibilidad del modelo y a costa de quién se sustenta. A los médicos se nos ha separado de la toma de decisiones y ni siquiera se nos tiene en cuenta como órgano consultivo con la seriedad que nos merecemos. Lo cierto es que el desarrollo del sistema sanitario universal de nuestro Sistema Nacional de Salud y de las empresas sanitarias, ha obviado a los médicos, relegándolos a un mero puesto de operario, cuando debemos ser un interlocutor de referencia por su alta tecnificación y cualificación. Somos de los que menos remuneración tienen en Europa, con una importante pérdida de poder adquisitivo y de prestigio, con el conformismo inaudito por parte de casi todos los actores y ese es el sentir cotidiano de todos los médicos.

El Foro de la Profesión Médica está trabajando para la relación médico-paciente sea considerado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, ¿Cuál sería, en su opinión, la principal argumentación para esta solicitud?

Frente a la ‘tecnolatría’ yo defiendo la «narrativa en la relación médico-paciente», es decir, frente a la «industrialización» prefiero el «acompañamiento», la potenciación de la anamnesis y el análisis del entorno que también tiene un profundo impacto sobre la enfermedad. El profesionalismo médico siempre ha existido, pero en los tiempos actuales está sucumbiendo a otros intereses ajenos a los de la propia profesión, paradójicamente cuando las actuales libertades permiten incluso un compromiso superior más allá del tradicional. Pero para ello se requiere una actitud colectiva asociada a un código de ética profesional y que los organismos que las regulan mantengan una adecuada vigilancia y su defensa por encima de todo. La medicina es una actividad profundamente humanista y vocacional, interdisciplinaria, social y universal y así debe seguir siendo.

El CGCOM cuenta con varios grupos de trabajo que, a lo largo del año, son los encargados de preparar informes para su posterior aprobación o no por el máximo órgano de decisión que es la Asamblea General. De todos ellos, ¿cuál destacaría? ¿echa en falta alguno sobre temas concretos?

Quizá lo primero sería darles mayor visibilidad, porque no cala en la colegiación. La unión hace la fuerza y los colegios profesionales, ya denostados de por sí, deben trasladarles la información. O a lo mejor solo pasa en el mío. Hay que tener en cuenta que, en una época con sobresaturación de contenidos en la información, esta debe ser optimizada de forma cualitativa.

Sé de la existencia de los grupos de trabajo sobre ‘Buena práctica clínica’, el de ‘Nuevos modelos de gestión sanitaria en AP’, el de la «receta electrónica privada» en colaboración con la fundación IDIS y el CGCOF, el que ha desarrollado el «BlogAP25», el de prescripción, el de Agresiones a profesionales y el de la prescripción, pero no los conozco en profundidad porque como le he comentado no tienen visibilidad.

De las tres fundaciones con las que cuenta la corporación médica ¿Cuál de ellas destacaría por el papel que cumplen?

Siempre he tenido conocimiento del gran papel que ha desarrollado el Patronato de Huérfanos de Médicos, por lo que la «Fundación para la protección Social de la OMC» me parece de especial relevancia, aun sin desmerecer a la de cooperación internacional y a la de formación.

Los médicos están sujetos al Código de Deontología Médica que ahora se está renovando para adaptarse a la realidad social. De este libro de cabecera para los profesionales ¿qué principios y valores destacaría y cuál habría que incorporar?

Yo tengo el orgullo de haber sido el que hizo lectura del Juramento Hipocrático por mi promoción y eso ha sido un referente en mi vida profesional. Desde mi punto de vista todo es importante, pero destacaría los apartados referidos a la relación del médico con sus pacientes y en especial lo referido al secreto profesional. Por eso, yo incorporaría cuestiones referidas a la autonomía del médico y a la problemática que genera la «doble obligación», es decir, aquellas situaciones o prácticas que generan conflictos cuando se limita por un empleador la autonomía clínica interfiriendo en cómo deben tratar a sus pacientes, ya que vulneran la independencia y libertad profesional del médico, o también aquellas situaciones en las que se solicitan informes de pacientes desde aseguradoras, hospitales, u otros organismos o empresas en las que los médicos están en situación de dependencia.

Incorporaría cuestiones ligadas a la relación de los médicos entre sí, fundamentalmente en cuestiones vinculadas con aquellos que detentan cargos directivos y que pueden ejercer abusos de posición sobre sus compañeros. Hay apartados referidos a las instituciones públicas, pero no se hace referencia a las privadas. La cada vez más pujante tendencia al trabajo de dependencia con instituciones sanitarias nos obliga a definir los aspectos éticos de esta relación, sin distinción, porque el ejercicio de la medicina es el mismo. También me preocupan las cuestiones referidas a la ética en relación con las redes sociales y la transmisión de la información por vía electrónica.

Desde 2008, la corporación ha creado un cuerpo de doctrina centrado en el profesionalismo médico. ¿Qué opinión tiene al respecto?

En nuestro caso, el profesionalismo es la base de la tradicional relación entre médico y paciente, como expresión de los valores éticos de la medicina y la justicia social. Me parece una gran idea desarrollar ese cuerpo doctrinal en un tiempo en el que el ejercicio de la medicina se ve amenazado dado el incremento del régimen de dependencia empresarial y salarial, que convierte a la medicina en un elemento productivo más. También es muy importante lo relacionado con la competencia profesional, la actualización científica y la distribución de recursos. Pero todo esto no debe recaer sobre los propios médicos. Cada día se nos exige más por menos, por eso entiendo que el camino a la excelencia y la formación continuada también debe ser facilitada. No podemos entrar en perversiones.

Desde el punto de vista de la comunicación ¿Cómo percibe la información que recibe de su colegio y de la propia corporación?

Lamentablemente desde mi colegio provincial solamente me llega propaganda, sin que la colegiación perciba un rendimiento corporativo en su actividad cotidiana, más allá de unas propuestas de carácter lúdico y social que a mi entender, si bien son útiles, incluso necesarias, no responden a las expectativas de los colegiados.

Esto produce un distanciamiento entre los colegiados y sus instituciones que no es bueno para nadie.

¿Qué mensaje le daría a los que van a decidir estas elecciones para convencerles de que usted es la mejor opción?

Mi candidatura pretende aportar un nuevo aire que refresque las ideas, pero desde planteamientos tradicionales del ejercicio de la profesión que se adapten a las necesidades de nuestros tiempos.

Como médico en activo y tras haberme presentado a unas elecciones al tercer colegio de España en número de afiliados, tengo una percepción real de las necesidades de los médicos, de sus inquietudes, a lo que se suma un marcado perfil en gestión sanitaria. He trabajado en la administración pública, en la empresa privada, en empresas colaboradoras de la Seguridad Social, en el modelo concesional, he realizado actividad profesional privada con ejercicio libre y de asistencia colectiva. Con gran inquietud corporativa fui socio fundador de la Sociedad de Medicina de Urgencias de la Comunidad Valenciana, de la Sociedad Valenciana de Calidad Asistencial, de la Asociación de Derecho Sanitario de la Comunidad Valenciana y de la Asociación de Médicos de Asistencia Privada de la Comunidad Valenciana, es decir, he contribuido a desarrollar y rellenar desde el asociacionismo aquellos huecos que he considerado esenciales dentro del ámbito corporativo. Es decir, profesionalismo.

Pero el CGCOM tampoco me resulta desconocido. Aún recuerdo la conferencia del entonces presidente de la OMC Dr. José Fornes «Pacto y responsabilidad social en la sanidad española» en el Club S. XXI, en 1993 y me parece vigente la reivindicación de entonces referida a que los profesionales de la medicina deberíamos ser consultados para la reforma y gestión de los recursos sanitarios, porque la Administración por sí sola nunca podrá lograr que nuestro sistema sanitario progrese adecuadamente.

Desde un claro posicionamiento independiente, pienso que se hace necesario un firme marco colaborativo del CGCOM con los sindicatos médicos cuya función principal es la actividad reivindicativa y negociadora sobre aspectos económicos y laborales, junto al papel principal de los colegios profesionales que, como ya he dicho antes, entiende de la actividad ética, disciplinaria, de la defensa del honor, prestigio, independencia y ordenación de la profesión. Las dos organizaciones tienen que complementarse, no diluirse, aunar esfuerzos frente a una medicina cada vez más «socializada» y por tanto más dependiente de estructuras jerarquizadas, públicas y privadas, en la que los empleadores merman la autonomía de los médicos. La actuación convergente de las dos organizaciones (sindical y corporativa) permitirá mantener la independencia profesional y de esta forma conseguir una medicina de calidad y más social.

Entiendo que los colegios médicos y en particular el CGCOM, tienen la obligación de mantener una mayor firmeza en la defensa de la profesión y “bajar a la arena”, no aceptando intromisiones en las funciones profesionales defendiendo el verdadero papel y posicionamiento de los médicos dentro de la pirámide sanitaria. 

Yo aporto moderación en las formas, con un talante dialogante, conciliador y negociador, pero con sólidas convicciones respecto al papel de los médicos en la sanidad, que deben mantener una posición corporativa en defensa de la profesión a través de la representación del CGCOM como interlocutor ante el Estado y la sociedad.

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