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Dr. Landa García: “Reales decretos de agosto”

 

El doctor Landa García analiza en este artículo la repercusión de los R.D. Decretos aprobados el pasado mes de agosto, sobre Troncalidad y Registro de Profesionales

 

Madrid, 8 de septiembre 2014 (medicosypacientes.com)

 

“Reales decretos de agosto”

Dr. Landa García, cirujano general y del aparato digestivo. Miembro del Consejo Asesor del CGCOM

En agosto y sin hacer ruido, como suele ocurrir con las noticias que se producen durante el verano, se han publicado en el BOE dos importantes y esperados Reales Decretos.

El primero de ellos el  miércoles 6 de agosto de 2014: Real Decreto 639/2014, de 25 de julio, por el que se regula la troncalidad, la reespecialización troncal y las áreas de capacitación específica, se establecen las normas aplicables a las pruebas anuales de acceso a plazas de formación y otros aspectos del sistema de formación sanitaria especializada en Ciencias de la Salud y se crean y modifican determinados títulos de especialista.

Once años después de la publicación de la LOPS (Ley 44/2003, de 21 de noviembre), con tres años de retraso sobre el plazo preestablecido por esta ley, por fin ha visto la luz el RD conocido como el de la “Troncalidad”.  No voy a ocultar mi satisfacción por la publicación de un proyecto largamente anhelado y, que nos equiparara a los países que tienen una amplia formación médica de sus especialistas. Tampoco voy a discutir sus ventajas e inconvenientes, que supongo se debatirán ampliamente a lo largo del otoño. Pero el RD está ahí y ahora deberemos mostrar nuestra mentalidad abierta y nuestra capacidad de colaborar en su desarrollo. No es el momento de quejas y “palos en las ruedas”, sino el momento de los “espíritus constructivos” y de la demostración de la buena disposición de nuestros profesionales, especialmente de los líderes reconocidos que deberán jugar un papel importante.

Cuarenta años después de los inicios del sistema MIR, con este RD tenemos ahora por delante un apasionante y laborioso trabajo para los próximos años. Pero no dudo que será un nuevo reto para nuestra medicina, un paso hacia adelante, una transformación de nuestro apreciado sistema MIR y no su muerte como alguno ha escrito. La sociedad no lo padecerá (carta en El País del 10 de agosto de este año), sino que será la gran beneficiaria de una más amplia formación de nuestros especialistas. Es mi opinión personal, que en el año 1972 como estudiante de Medicina no entendía el sistema MIR y protestaba contra él y, dos años más tarde me convertiría en uno de los pioneros MIR de nuestro país.

En mi especialidad -no puedo opinar de otras-,  el actual programa docente creo que está hipertrofiado, por decirlo de alguna manera que trasmita mi idea y, precisa una importante modificación. Cuando se realizó este programa en el año 2001 (que lamentablemente se publicó en el año 2007), se convocaban  anualmente alrededor de 90 plazas de Cirugía General y del Aparato Digestivo en todo el país. Sobraba capacidad docente y pretendíamos formar solo cirujanos de élite, “cirujanos águila” como refería Williams Halsted el padre de la enseñanza MIR. Explosionaba la cirugía laparoscópica y los trasplantes de órganos estaban establecidos casi como una rutina en nuestros hospitales. La cirugía y especialmente la del cáncer,  nos daba noticias de nuevos retos espectaculares casi a diario. Pero sobre todo la economía sanitaria era un pozo sin fondo e ignorábamos las verdaderas necesidades de especialistas para nuestro país.

Con este panorama se realizó un programa muy ambicioso en el que los residentes terminarían su formación casi como cirujanos de trasplante hepático. La LOPS de 2003 abrió la posibilidad de las Áreas de Capacitación Específica y la posibilidad de formar a los especialistas más extensamente en algún área de su especialidad que tuviera entre otras condiciones, una demanda adecuada. El desarrollo de las ACEs dividirá la enseñanza de la cirugía y ofrecerá una forma más lógica para la formación de los especialistas. No todos los cirujanos, ni mucho menos, se van a dedicar a la cirugía del páncreas, cirugía muy limitada y que precisa de una alta especialización. Los especialistas en Cirugía General y del Aparato Digestivo podrán acceder a una ACE después de cinco años de práctica de la especialidad y su número deberá ser gestionado de acuerdo a las necesidades reales de cirujanos, centros y patologías. Esperemos que esta vez, desde el principio se haga la casa por los cimientos.

Sé que han pasado pocos años, pero todo ha ido muy deprisa. Dicen que es de sabios reconocer los errores e intentar aprender de ellos y, yo fui uno de los que realizaron el actual programa docente en el año 2001, publicado en el año 2007. Por supuesto, sin pretender ser un sabio, creo que el nuevo programa de Cirugía General y del Aparato Digestivo que se haga, me refiero al especifico de tres años (dos serán troncales), deberá formar cirujanos capacitados para afrontar el reto de la cirugía general “sensu stricto”, que es lo que la gran mayoría de la sociedad necesita. Cirujanos capaces de resolver la urgencia y más del noventa por ciento del quehacer quirúrgico diario. Para el resto estarán las Áreas de Capacitación Específica, por cierto hace ya años diseñadas desde la Asociación Española de Cirujanos, como la Cirugía Coloproctológica, Endocrina, Hepatobiliopancrática, Esofagogástrica y Trasplantes de órganos. Incluso algunas de estas tenían ya un programa formativo diseñado. Sin olvidar, insisto una vez más, que esto precisará de una organización/regionalización de los procedimientos, lejos de protagonismos egoístas y cerca de una adecuada gestión.

Tenemos suficiente tiempo para afrontar el reto. En los primero cinco meses a partir de la publicación del RD deberán formarse las comisiones nacionales de los cinco troncos establecidos: Médico, Quirúrgico, de Laboratorio y Diagnostico Clínico, de Imagen Clínica y de Psiquiatría. Un total de 38 especialidades implicadas, incluida la nueva de Psiquiatría del Niño y Adolescente (artículo 9.1 del RD).

Estas comisiones tendrán dos años para desarrollar los programas formativos oficiales de tronco y de las especialidades troncales, así como los criterios de evaluación de los especialistas en formación y los requisitos de acreditación de las unidades docentes de tronco y de especialidad. Doce meses más para adaptar las actuales estructuras docentes en estructuras de carácter troncal previendo, así mismo, las unidades docentes de formación especializada en las que se cursarán los periodos de formación específica de las especialidades integradas en cada tronco (disposición final sexta del RD). En total tres años y medio para que vea la luz el inicio de la “troncalidad”,  a los que habrá que añadir casi con seguridad los habituales retrasos en nuestra administración.

Pese a la satisfacción de ver el RD publicado, lamento que finalmente no se haya considerado a la Cirugía General y del Aparato Digestivo como una de las especialidades que pueden acceder al Área de Capacitación de Urgencias.

En marzo de este año escribí un artículo en esta misma revista rompiendo una lanza por la inclusión de la Cirugía General y del Aparato Digestivo como una de las especialidades desde la que se pueda optar a esta ACE. No tuve éxito.

http://www.medicosypacientes.com/articulos/OPINION18314.html

Quiero recordar como terminaba mi artículo: “No obstante, se puede dar la circunstancia de que los cirujanos que han colaborado de forma muy importante en el curriculum de una posible especialidad de emergencias en Europa (“European Curriculum for Emergency Medicine”) junto a los profesionales más dedicados a la urgencia y, que están formando a otros especialistas en la atención a los pacientes traumatizados (ATLS), con el impacto que está teniendo en la atención médica urgente de nuestros ciudadanos (demostrable disminución de la morbi-mortalidad), no puedan acceder a la ACE de Urgencias y Emergencias y esta nazca por lo tanto huérfana de la cirugía”. Esperemos que como recoge el RD los cirujanos puedan estar en la comisión de esta ACE, aunque tan solo con voz pero tan autorizada que deberá ser muy tenida en cuenta.

La disposición transitoria tercera, vía transitoria de acceso a los diplomas de área de capacitación específica deja abierta una posibilidad (puerta de atrás) de acceder a esta ACE de Urgencias y Emergencias por parte de los cirujanos: “También podrán acceder a un diploma de área de capacitación específica por el procedimiento regulado en esta disposición, los especialistas con un título de especialidad diferente a los exigidos para cada área en la norma que acuerde su creación, siempre que el correspondiente comité de área considere que el interesado ha acreditado una experiencia profesional vinculada al ámbito del área de capacitación específica”.

El jueves 14 de agosto de 2014, se publicó el otro importante RD: Real Decreto 640/2014, de 25 de julio, por el que se regula el Registro Estatal de Profesionales Sanitarios. Sobre este RD no habrá polémica ya que su necesidad era imperiosa. No obstante por sacarle algún “pero”, creo que no es necesario recoger en el registro a los especialistas en formación en una ACE por su temporalidad y si cuando hayan obtenido la cualificación, sobra como ya he publicado anteriormente el innecesario Diploma de Acreditación Avanzada y creo que se comete un error mezclando el Desarrollo Profesional con la carrera profesional dos conceptos diferentes.

 

 

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