Íñigo Noriega presidió el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina entre abril de 2010 y de 2012. Actualmente, es médico residente de segundo año de Pediatría del Hospital infantil universitario Niño Jesús. Desde su perspectiva profesional actual asegura ser más consciente de los déficits que tiene la carrera de Medicina a la hora de formar a un médico global
Madrid, 19 de junio 2015 (medicosypacientes.com)
Íñigo Noriega presidió el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina entre abril de 2010 y de 2012. Actualmente, es médico residente de segundo año de Pediatría del Hospital infantil universitario Niño Jesús. Desde su perspectiva profesional actual asegura ser más consciente de los déficits que tiene la carrera de Medicina a la hora de formar a un médico global.
-¿Qué ha supuesto en su trayectoria profesional haber representado al Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina?
-Sin lugar a dudas un honor y una lección vital muy importante. El crecimiento personal que supone trabajar con organizaciones profesionales, negociar con la administración nacional y coordinar a compañeros de todo el territorio estatal hace que te formes como persona y médico en habilidades y en una manera de pensar que dejan marca. En mi caso, me ayudó a la hora de abordar problemas, de tener cuenta el mayor número de perspectivas implicadas y en no perder de vista el objetivo global.
-¿Cuáles considera han sido sus principales aportaciones a este Órgano de Representación Estudiantil?
-Facilitar el crecimiento de la estructura del Consejo con la incorporación de más cargos oficiales a la directiva del mismo y aportar una visión del CEEM y de las Delegaciones como órgano aglutinador no sólo de la representación sino también de la participación estudiantil. Asimismo, seguimos compaginando esto con el mantenimiento del CEEM como cabeza visible de los estudiantes en negociaciones como troncalidad, nuevas facultades o recortes sanitarios y educativos aunque en estos últimos yo sólo viví el inicio.
Sin embargo, no creo que estas aportaciones hayan sido sólo mías y quiero reconocer en especial el trabajo realizado por Ainhoa Jiménez Olmos como vicepresidenta de Asuntos Internos durante mi mandato, por su capacidad organizativa y dedicación personal.
-¿Cómo ha cambiado la situación de los estudiantes de Medicina desde que el CEEM se ocupa de su representación, además de velar por sus intereses, preocupaciones, y por todos los aspectos que afectan al estudiante dentro de su Facultad de Medicina?
-Creando una red muy importante de información para las propias facultades y estudiantes. Ante determinadas situaciones es difícil imaginar que un colectivo tan disperso como el de los estudiantes de medicina podría organizarse sin una red sólida que permitiese contactar, opinar de acuerdo y consensuar una opinión. Esta información es necesaria para no olvidar que la carrera no está sólo para estudiar teoría de medicina sino para empezar a implicarte como futuro sanitario.
-¿A su juicio, y desde una perspectiva externa, que retos ha de afrontar este Órgano en los próximos años?
-Hay que revolucionar la formación médica universitaria en España. Ahora que soy residente soy aún más consciente de los déficits que tiene la carrera de Medicina a la hora de formar un médico global.
Formamos buenos especialistas pero tenemos que aspirar a formar grandes médicos. La reforma del EEES ha sido un fracaso en cuanto a que en la mayoría de los casos las Facultades simplemente han adaptado sobre el papel las directrices marcadas sin reflexionar sobre la verdadera necesidad de cambio que existe y que notamos tanto estudiantes como médicos recién egresados.
Y creo que el CEEM se afronta al reto de acercarse más al paciente, a su visión y necesidades. La formación pregraduada tiene una capacidad enorme de moldearte como médico. Que desde estudiantes podamos contactar con los pacientes, valorar su perspectiva e integrarla en las líneas de trabajo del Consejo puede ser muy interesante en un momento en que el sistema nacional de salud está sufriendo una pérdida importante de valores.
-¿Cómo valora la acogida que ha brindado, desde los inicios del CEEM, la Organización Médica Colegial? ¿y el resto de entidades médicas dentro de los máximos órganos de representación como son los Foros de la Profesión Médica y de Médicos de Atención Primaria?
-Siempre se ha dicho que la OMC y el Foro querían “utilizar para lucir” a los estudiantes, pero la experiencia que tengo como presidente del CEEM no puede ser más contraria a esta. Más allá de proporcionarnos medios sin los cuales no nos hubiésemos podido desarrollar la OMC se ha encargado de que el CEEM esté presente en la vida sanitaria, formándonos y apoyándonos en todos los puntos comunes que hemos compartido. Y siempre respetando nuestra independencia y nuestra visión de estudiantes. Transmitir su experiencia a una organización (y unos representantes) tan jóvenes ha sido imprescindible para el desarrollo del CEEM.
-Partiendo el momento actual de su trayectoria, ¿cómo ve el futuro de la profesión médica?
-Actualmente, soy médico residente de pediatría de segundo año en el HIU del Niño Jesús en Madrid. El marco sanitario y profesional que podremos tener en unos años es impredecible. Más allá del avance de la ciencia y de las nuevas tecnologías, nos estamos enfrentando a un cambio de modelo social, en el que el ciudadano cada vez tiene acceso a más información, solicita mayor participación y a la vez demanda más y mejor atención sanitaria.
Creo que el médico tiene que empezar a asumir y educar a los pacientes en que su papel en la enfermedad es secundario, cada vez más de acompañante, e instructor de nuestros pacientes. Creo que cada vez tendrá que olvidarse más de la parte biomédica y adquirir una visión sociosanitaria del paciente reestructurando nuestra formación, organización y prioridades de la profesión.