martes, abril 30, 2024

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Dr. Ignacio Guerrero: “No podemos seguir sin un Estatuto del médico que nos reconozca como única autoridad en el Sistema Nacional de Salud”

Elecciones a la vicesecretaría del CGCOM

El Dr. Ignacio Guerrero, especialista en oftalmología y presidente de la Unión Médica Profesional (UNIPROMEL), concurre el próximo 23 de febrero a las elecciones para la vicesecretaría del Consejo General de Médicos, unas votaciones a las que se presenta para “recuperar todo lo perdido desde 1986, promover un estatuto del médico y llevar al CGCOM la voz de los médicos libres”.

Desde Médicos y Pacientes hemos entrevistado al Dr. Guerrero para dar a conocer su visión de la profesión, la sanidad y sus planes en caso de incorporarse a la Comisión Permanente de la corporación.

¿Por qué se presenta a la Vicesecretaría del Consejo General de Médicos? ¿Qué objetivos se marca? 

Los motivos han sido varios y meditados, el principal es porque creo que tengo mucho que aportar a la organización y porque he demostrado que soy un firme defensor de una relación médico-paciente libre.

Además, lo hago por ser las últimas elecciones a la Comisión Permanente donde un médico se puede presentar, algo que hasta ahora era una garantía de independencia. Como objetivos, para un solo año de trabajo no puedo ser muy ambicioso, pero por encima de todo me propongo llevar al CGCOM la voz de los médicos libres, los que no aceptamos estar dominados por el sistema. Creo que debemos mostrar nuestra fuerza y recuperar todo lo que hemos perdido desde la Ley de Sanidad del 86.

¿Cuáles son los puntos fuertes del CGCOM y los aspectos a mejorar? 

El Consejo General de Médicos, desde mi punto de vista, destaca en su labor de regulador de la profesión médica, sobre todo en el área de la deontología y como garante del compromiso con la sociedad. También destaco la protección social del colectivo y reconozco que ha mejorado mucho en las relaciones internacionales y en la comunicación.

Por el contrario, sigue teniendo muy poca influencia en la clase política y no se ha hecho respetar como otros sectores de los denominados estratégicos. El ninguneo al médico es constante y no sólo desde los poderes públicos, sino también por los poderes económicos que siguen moviendo los hilos de todo lo que rodea a nuestra profesión. Por eso creo que debemos recuperar el control y la autoridad, dejando bien claro a todos los actores que no aceptamos más injerencias y más imposiciones.

¿Qué puede hacer una corporación como el CGCOM para mejorar la situación de la sanidad en nuestro país? 

Muchísimo, lo primero como he dicho antes, presentar un verdadero “poder médico” frente al resto de poderes y si me permiten el símil con el poder judicial, exigir nuestra independencia y nuestra autoridad desde una organización médica fuerte y unida, con un refuerzo de su legitimidad mediante una representación mucho más amplia en el CGCOM de todos los sectores de la profesión; un modelo más democrático, con una Asamblea que pueda elegir a una Permanente con funciones ejecutivas.

¿Cómo valora la situación de la sanidad en estos momentos y, en concreto, de los médicos dentro del sistema?

La situación es de extrema gravedad, casi me atrevería a decir que estamos al borde de la quiebra y solo se salva por la enorme de dosis de vocación y de profesionalismo que aportamos los médicos.

No podemos seguir sin un Estatuto del médico que nos reconozca como única autoridad en el Sistema Nacional de Salud, desde la gestión de los servicios hasta la programación de la formación, siendo protagonistas de la renovación del modelo actual, que tarde o temprano tendrá que adoptar medidas de liberalización basados en la calidad y en el respeto a un nuevo paciente/cliente para que, desde el centro del sistema, pueda decidir sobre su mejor atención, con la seguridad de que será gratuita y universal, pero de libre elección y de libre concurrencia, como en el resto de países de la UE que prohíben los monopolios públicos en la Sanidad.

¿Qué se puede hacer para despolitizar en la medida de lo posible la sanidad? 

Exigir que la Sanidad esté en manos de los médicos y de un Consejo General de Médicos como órgano consultivo y ejecutivo que a través de un Ministerio fuerte recupere las competencias sobre una sanidad que tendrá que adaptarse al espacio único europeo y al libre mercado. Las Autonomías pueden gestionar, pero las normas deben salir de lo que dictaminen y recomienden los médicos, los únicos que podemos garantizar la sostenibilidad y la equidad de todo el sistema.

Si fuera ministro/a o consejero/a de sanidad en alguna CC. AA., ¿cuál sería su primera decisión? 

Poner en marcha un nuevo Estatuto del Médico y devolverle todas las atribuciones y poderes como única autoridad en el SNS, lo que exigiría la redacción y aprobación de una nueva Ley de Sanidad.

También liberalizar la oferta sanitaria del SNS para introducir algo tan importante como la libre elección y la libertad de concurrencia para aprovechar todo el universo sanitario español, adaptando el actual modelo beveridge al más eficiente y exitoso modelo Bismarck.

Además, asignaría a cada ciudadano un médico de familia como única autoridad en la gestión de su salud, en definitiva, que ejerza la función para la que fue creada la especialidad de MFyC.

El resultado de estas medidas sería muy beneficioso a medio plazo y muy bien valorado por los pacientes.

¿Cómo valora la situación de los profesionales de la medicina privada en España respecto a otros países europeos? ¿Cuáles son los problemas estructurales y por donde pasan las soluciones?

Cuando fui elegido vocal del Colegio de Médicos de Sevilla y del Consejo Andaluz la profesión médica libre estaba condenada a la desaparición. Existen poderosos actores que se han apropiado de nuestro sector, unos a través del control de nuestros igualatorios médicos para convertirlos en compañías aseguradoras que ahora tienen millones de nuestros clientes secuestrados y sumisos, lo que les otorga  de manera perversa la condición de dueños absolutos del sistema mediante el control de la financiación de la prestación, seleccionando sus cuadros médicos con total opacidad, hasta conseguir controlar el precio de mercado a través de la imposición de unos baremos ínfimos y congelados desde hace 30 años.

Los otros poderosos actores lo han hecho expulsando al médico libre del mercado mediante la compra y modernización de todo el tejido hospitalario privado, antes en manos de “familias médicas” y ahora del “gran capital”, para desde su posición de dominio, establecer una relación de connivencia con las compañías aseguradoras, apropiarse del mercado y subcontratar luego como trabajadores autónomos a los sufridos médicos. La prueba la tenemos delante de nuestros ojos y no la queremos ver.

Los datos sobre burnout y salud mental a nivel general y, en especial, entre el colectivo médico, son preocupantes. ¿Se está haciendo suficiente? ¿Cuáles son, a su juicio, las principales causas? 

La causa principal es la pérdida de la autoridad y de la libertad del médico español, dominado y domesticado durante años para convertirlo en una pieza del sistema sin ninguna posibilidad de escapar de esa “tela de araña”; ha quedado atrapado y una vez consciente de su error, le conduce irremediablemente a un estado de depresión e indolencia, donde la mayoría sobreviven por la resiliencia y la vocación y por el apoyo de sus familias.

No se ha hecho lo suficiente y creo que los Colegios de médicos deberían reconocerlo y pedir perdón; necesitamos un plan para recuperar la ilusión y el optimismo y el orgullo de clase, algo que tampoco los Sindicatos Médicos han sabido inculcar a sus representados, que si se hubieran plantado como una autoridad dentro del sistema, no hubieran aceptado estar en las mesas sectoriales generales, exigiendo convenios colectivos especiales y un modelo retributivo y una carrera profesional acorde con su grado de formación y de responsabilidad.

¿Cómo definiría a la profesión médica? 

Una profesión de servicio a los demás pero que no ha sabido cuidarse y valorarse, pasando de ser la más libre y respetada a la más sumisa y denostada, porque en nuestro descenso del “cielo” nos hemos pasado de frenada y ahora estamos en el “purgatorio”.

¿Cuál cree que es el valor de las Fundaciones de la OMC para la colegiación? 

La verdad es que son unas grandes desconocidas y me temo que lo seguirán siendo mientras los médicos no recuperen su confianza en los Colegios, percibiéndolos como instituciones útiles como dice el Dr. Cobo. Eso mismo debe ocurrir con las Fundaciones, que sean útiles y las sientan como suyas.

¿Cuál sería el slogan con el que cerraría su campaña para lograr los votos suficientes? 

Es muy sencillo, propongo una Organización Médica Colegial mucho más fuerte y un CGCOM mucho más democrático, con unas fuerzas vivas de la colegiación: sindicatos, asociaciones profesionales y sociedades científicas representadas y coordinadas, que sean las herramientas para transformar y controlar un SNS que sólo debería estar sometido a criterios profesionales, científicos y deontológicos.

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