martes, mayo 21, 2024

Portal informativo de la Organización Médica Colegial de España

InicioOMCColegios y consejos autonómicosDr. García Tirado: "Todas las iniciativas referentes a salud mental tendentes a...

Dr. García Tirado: «Todas las iniciativas referentes a salud mental tendentes a prevenir situaciones patológicas, detección precoz y tratamiento efectivo son altamente necesarias»

La nueva junta directiva del Colegio de Médicos de Zaragoza tomó posesión el pasado 2 de noviembre. El Dr. García Tirado, nuevo presidente, ha concedido una entrevista a Médicos y Pacientes en la que aborda numerosos temas de la actualidad profesional, entre ellos, el actual estado de la salud mental de los facultativos, para lo que afirma que es esencial "la dotación de herramientas como la potenciación de la inteligencia emocional o la ejercitación en mindfulness, que pueden permitirles una adecuada gestión del estrés y de los conflictos"

¿Qué valoración hace de la labor de los Colegios Médicos en la actualidad?

 
Las corporaciones colegiales cuentan con una trayectoria secular, ejerciendo un necesario papel en el control del ejercicio de la profesión, y en la representación y defensa de los médicos. Son garantes ante la ciudadanía de la adecuada formación y titulación de los profesionales luchando contra el intrusismo, apoyando y fomentando el desarrollo profesional continuo, y velando por la integridad de la praxis desarrollada de acuerdo con el cumplimiento del código deontológico.
 
Su cometido es sinérgico a la labor desarrollada por las organizaciones sindicales, en defensa de las condiciones laborales de los profesionales; tienen también un papel cooperativo en la difusión del conocimiento médico y la promoción de la salud colaborando con las sociedades científicas y organizaciones ciudadanas, y con las facultades de medicina mediante iniciativas que contribuyan a la formación de los futuros médicos. No obstante, es fundamental generar la confianza y la participación de la colegiación en sus respectivos colegios; los profesionales de la medicina son cole-escépticos por principio, y yo creo esto se debe a un gran desconocimiento del verdadero valor y significado de los colegios, de la aportación que pueden recibir desde estas instituciones para su desempeño profesional. Ejercer ignorando la realidad colegial en la que nos encuadramos necesariamente, me parece que es menospreciar una excelente oportunidad para la mejora de nuestro ejercicio como médicos.
 
¿Podría explicar cuáles son los planes a medio y largo plazo para el Colegio de Médicos de Zaragoza?
 
A lo largo de los años precedentes, la gestión realizada por las juntas encabezadas por la Dra. Ferrer han logrado una reorganización y mejora significativas en el funcionamiento del Colegio, junto a una política de ajuste presupuestario para sanear su situación financiera. Creo que en este momento debemos avanzar y profundizar en estas mejoras, optimizando distintos aspectos de los servicios que prestamos a la colegiación, incrementando nuestros niveles de eficiencia. Considero que tenemos importantes áreas de mejora en cuanto a la informatización del Colegio (su funcionamiento intrínseco, y la gestión de servicios a la colegiación), la ordenación de los fondos documentales, y el funcionamiento del organigrama administrativo.
 
Es cierto que poco antes de la pandemia se inició un proceso de acometida de una reforma arquitectónica profunda de la actual sede colegial, con idea de una reestructuración del organigrama actual repartido con otras dos subsedes (Formación y Biblioteca) que permita racionalizar además el desarrollo de las actividades colegiales. Este ambicioso proyecto lo mantendremos en suspenso, en aras de lo que considero prioritario: el afianzamiento funcional de la institución, antes de afrontar una obra de semejante calado, que sin duda interferirá transitoriamente en dicho funcionamiento, intentando minimizar este impacto.  
 
¿Qué es lo más urgente ahora para la profesión médica?
 
Es muy amplia esta cuestión, porque la profesión médica, en genérico, se compone en la realidad de muchas formas de ejercicio profesional, cada una con su problemática específica.
 
El ejercicio de la profesión se tambalea desde sus múltiples facetas, ya sean del ámbito público o privado, tanto a nivel de la atención hospitalaria, como de la atención primaria, en su dimensión urbana o rural (esta última de forma muy especial en nuestra comunidad autónoma, Aragón, así como en otras comunidades colindantes). Aún más allá de lo asistencial, las esferas docentes, investigadoras y de gestión no permanecen ajenas al convulso vaivén de los difíciles tiempos en los que vivimos, agravado todo ello por una situación económica exangüe. Pero de forma común, las medidas imperiosamente necesarias pasan por una mejora de las condiciones laborales respecto a modalidades de contratación, cargas asistenciales, remuneración, potenciación de las posibilidades de formación continuada e investigación, y optimización de la dotación de recursos para el desempeño profesional, entre otras.
 
¿Cuál es su visión de la situación sanitaria actual tras un año y medio de pandemia?
 
Intento que mi percepción de la situación se ciña a la realidad de la forma más objetiva posible, intentando esquivar los sesgos que inevitablemente nos amenazan siempre desde la parcialidad de nuestras perspectivas. En este sentido tengo que decir que siento una honda preocupación por la situación sanitaria…, y de los sanitarios. El sistema sanitario ya partía de una tesitura precaria, en la que las debilidades y amenazas históricas eran cada vez más acuciantes. La llegada de la pandemia no ha hecho sino torpedear de una forma casi insostenible el propio funcionamiento del sistema, y lo que es más trascendente, su financiación, en un contexto de grave crisis económica de base; debo añadir además un importante vector a estos elementos estructurales: el factor humano, agitado desde la esencia del profesionalismo, hasta la propia integridad física y psíquica de los profesionales sanitarios. El sumatorio de estos vectores es una resultante incierta, pero que parece duramente lastrada para una adecuada recuperación del funcionamiento del sistema en términos globales.
 
En este sentido, me parece muy interesante la iniciativa de la Fundación para la Formación de la OMC, que en su ciclo de seminarios ha organizado uno sobre “Valores del Médico en Tiempo de Pandemia”, actualmente en curso. Creo que desde los programas de desarrollo profesional continuo de los distintos colegios tenemos que intentar contribuir a la mejora de la situación de los profesionales promoviendo iniciativas de este tipo.
 
En base a su experiencia, ¿qué impacto ha tenido y sigue teniendo en los profesionales la COVID-19? 
 
El impacto de la pandemia COVID-19 ha sido brutal a todos los niveles, y para la población en general (de la que también son parte los sanitarios) como es evidente. El azote directo o indirecto al estado físico de las personas ha sido devastador, pero sobre la salud mental ha sido muy virulento, y mayor cuanto más directa ha sido la relación de la persona con la pandemia.
 
Los sanitarios, y entre ellos los médicos, han sufrido una presión extrema por los condicionantes que ha supuesto la lucha contra la enfermedad: las carencias de medios de protección en un inicio junto a la falta de conocimientos y el flujo incesante de directivas, criterios y normas cambiantes; el temor a contraer la enfermedad y a transmitirla a los seres queridos con los que se convive, con la amenaza vital y de posibles secuelas que supone; el trabajo extenuante, muchas veces con resultados frustrantes por la alta morbimortalidad derivada de la enfermedad (quienes han intervenido directamente con pacientes afectados), y otras veces por el desbordamiento de la capacidad de atención al resto de la población enferma (en el caso de los profesionales no vinculados directamente con el tratamiento de los pacientes COVID-19, tanto a nivel de atención primaria como hospitalaria); las expectativas de mejoras laborales en forma de dotaciones incrementadas de recursos con visos de consolidación, de mantenimiento de los contratos eventuales, e incluso de incentivos económicos compensatorios, frustradas en una gran mayoría de casos tras la remisión de la gravedad de la situación.
 
Con estos elementos, es evidente que el agotamiento físico y mental de los profesionales ha sido inevitable, requiriendo medidas terapéuticas específicas en un número importante de profesionales. De ahí que el Colegio decidiera aportar, dentro de sus posibilidades, medidas de ayuda a los colegiados: se promovió la compra de equipos, se ofreció la posibilidad de acceder a apartamentos para permanecer aislados de los seres queridos en un intento de protegerlos, y también mediante la implementación del referido servicio de atención psiquiátrica. 
 
La importancia de la salud mental se ha puesto más de manifiesto con la pandemia, ¿cuáles cree que son las necesidades más urgentes para cuidar la salud mental de los médicos?
 
Un reciente número de Médicos y Pacientes, de octubre de este mismo año, recoge un artículo muy bueno que analiza de forma certera el impacto de la COVID-19, que resume en un titular muy gráfico:  “La gran ola de la salud mental que ahoga a la profesión médica”. Como muy bien refiere el artículo, las iniciativas puestas en marcha durante la pandemia a nivel particular de los propios hospitales, OMC, distintos colegios provinciales entre los que se encuentra el nuestro de Zaragoza, y el programa PAIME, se han demostrado como necesarias para salvarguardar la salud mental de los profesionales, violentamente zarandeada por la situación vivida durante la pandemia. Pero más allá de la situación vivida, las secuelas de la ansiedad, el miedo y el estrés sufrido se están perpetuando en forma de depresión crónica, o cristalizado como síndrome de burnout.
 
Todas las iniciativas tendentes a prevenir estas situaciones patológicas, a su detección precoz, y a su tratamiento efectivo (donde el PAIME juega un importante papel), son altamente necesarias en este momento. La dotación de herramientas para los profesionales, como la potenciación de la inteligencia emocional o la ejercitación en mindfulness, pueden permitirles una adecuada gestión del estrés y de los conflictos; también las iniciativas formativas como la recientemente promovida por la FFOMC, el seminario “Factores involucrados en Burnout del Médico”. En definitiva, es aplicar en primera persona el paradigma básico en el que asentar el cuidado a los demás: cuidar al cuidador.
 
¿Cómo valora la situación actual de los médicos en Aragón en comparación con el resto de España?
 
Aragón es una comunidad autónoma con sus peculiaridades diferenciales lógicamente, pero con puntos comunes con otras como es la dispersión demográfica en un vasto territorio, con amplias zonas con baja densidad de población, áreas con infraestructuras de comunicación deficitarias, gran concentración demográfica en Zaragoza (donde viven 1 de cada 2 aragoneses), etc. Esto dificulta mucho la organización del mapa sanitario, que en definitiva estructura y condiciona el ámbito del ejercicio de los profesionales. En estas condiciones las carencias de dotación de recursos humanos y materiales se hacen mucho más patentes, a la vez que difíciles de subsanar.
 
Sinceramente, creo que en conjunto somos una comunidad de término medio, en cuanto a nuestras cifras de dotación de recursos, resultados, inversiones, retribuciones, condiciones laborales,…, con un rango en los distintos aspectos que en determinadas partidas tienden a superar la media (como en resultados de la actividad médica), y en otros se sitúan en el extremo inferior del rango (como en las retribuciones o en la disponibilidad presupuestaria, a pesar del esfuerzo que puedan haber hecho los sucesivos gobiernos autonómicos). Cuando leo análisis de la situación en otras comunidades autónomas y las demandas que plantean sus profesionales, se refuerza esta opinión que acabo de expresar. En definitiva, enmarcándolo en este contexto, creo que la situación actual de los médicos en Aragón es globalmente similar a la media nacional, con aspectos en los que es necesaria una importante mejoría.
 
¿Qué opinión le merece la labor de las Fundaciones de la OMC? ¿Cómo se revaloriza la necesidad de estas en tiempos de crisis como el que estamos viviendo? ¿Qué cree que se debería impulsar?
 
Considero que realizan una excelente labor de base desde las estructuras de la OMC en las que se encuadran, actuando como soporte de aspectos esenciales del ejercicio de la medicina: la potenciación de la formación, la protección social de los colegiados, y la cooperación internacional.
 
Precisamente, en tiempos de crisis es cuando más se agudizan las necesidades en las múltiples facetas de la profesión, y en este contexto la aportación de las fundaciones a los colegiados adquiere un mayor valor, si cabe. Lo que creo que se debería impulsar es la difusión de su misión y su existencia entre toda la colegiación, con el apoyo decidido de todos los colegios provinciales; creo que las fundaciones son grandes desconocidas para una buena parte de la colegiación, y debemos hacer entre todos un esfuerzo pedagógico en este sentido. La campaña que se hizo para celebrar el centenario de la FPSOMC considero que es un buen ejemplo, porque sirvió para difundir la labor que ha desarrollado históricamente, y sus propuestas de futuro. Pero esta labor de difusión hay que mantenerla de forma permanente, especialmente entre los médicos recién egresados de las facultades y médicos jóvenes en el inicio de su andadura profesional.  
 
Relacionados

TE PUEDE INTERESAR

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Más populares