Iglesias alerta de que “cuando un médico es relegado, todos perdemos: el paciente, los profesionales y la sociedad”.
El presidente del Consello Galego de Colexios Médicos, Eduardo Iglesias, advierte de que “cuando un médico es relegado de sus funciones, todos perdemos: los pacientes, los profesionales y el conjunto de la sociedad”.
Así valoraba el también presidente del Colegio de Médicos de Lugo la condena del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia al Sergas por el fallecimiento de un hombre a causa de un infarto en el centro de salud de Lalín por considerar que se produjo “una pérdida de oportunidad para haber atendido de forma adecuada al enfermo”, quien fue valorado por una administrativa que no consultó a la médica el motivo de su demanda de atención inmediata. Al contrario, esta administrativa instó a este hombre a esperar un hueco entre los pacientes previamente citados, motivo por el cual él decidió regresar a su domicilio. Cuando volvió por la tarde al centro médico -esta vez ya con cita-, falleció en el propio centro de salud.
Tal como subraya el Consello Galego de Colexios Médicos, “casos como este avalan sin lugar a dudas nuestra postura de que las competencias médicas no pueden ser trasladadas a personal administrativo ni tampoco a otros profesionales sanitarios”. Así se reflejó en los recursos legales planteados en torno al XIDE (Xestión Integral da Demanda en Equipo), en el que inicialmente la Xunta de Galicia pretendía restar facultades a los médicos en el sistema de citas de primaria, o también a raíz de la publicación en el BOE el 5 de agosto de 2023 de la Guía para la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica por parte de los profesionales de la Enfermería.
“Estamos ante dos situaciones provocadas por dos administraciones distintas en las que las autoridades deberían ser más conscientes, responsables y sensibles en relación con el rol central que desempeñamos los profesionales de la medicina en nuestro sistema”, asegura Eduardo Iglesias. En este sentido, remarca que “hablamos de respeto a nuestros años de formación pero también de cumplimiento de la ley vigente”, en referencia a la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias -Ley 44/2003, de 21 de noviembre-, que recoge explícitamente las competencias de estos facultativos. Esta misma normativa contempla que las competencias profesionales llevan implícita la responsabilidad civil y penal de los actos profesionales de los médicos, así como el deber de proteger la seguridad de los pacientes.
“Con independencia de la decisión judicial que adopte ahora la Xunta con respecto al recurso a la condena conocida ayer, lo que está claro es que nadie puede devolver la vida a ese paciente de Lalín”, subraya Iglesias, al tiempo que defiende que “el trabajo multidisciplinar y la colaboración entre las distintas profesiones implicadas en el ámbito de la salud” resulta “imprescindible en la actualidad”. “Pero ello nunca puede suponer un menoscabo de las funciones que cada una tiene legalmente asignadas”, concluye el representante de los médicos gallegos.