Los resultados de un nuevo estudio internacional, realizado con la participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), desvelaron que la edad biológica puede predecir la esperanza de vida de una persona. El trabajo publicado en la revista 'PNAS Nexus', propone una nueva alternativa para estimar la edad con mayor predicción, sintetizando información de medidas como la talla, el peso o la presión arterial
La investigación propone dos vías de estimación: la estimación dependiente y la estimación no-dependiente. “En la estimación dependiente el deterioro biológico se asocia con el riesgo de morir, de forma que la edad biológica resultante es un indicador muy preciso de muerte prematura. Esta forma de estimación permite asociar el deterioro biológico no solo con el riesgo de morir sino con otros indicadores de enfermedad futura, por ejemplo, el riesgo de tener una discapacidad o una enfermedad cardiovascular. Por su parte, en la estimación no-dependiente el deterioro biológico se asocia con la edad cronológica para estimar la edad biológica, no depende de información adicional”, apuntó el investigador del CSIC.
En el trabajo, en el que, además del CSIC participaron científicos de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA) y de la Universidad de Wisconsin, se empleó la base de datos sobre salud más grande de Estados Unidos, la ‘National Health and Nutrition Examination Survey’, que incluye información sobre 9.389 hombres y mujeres de entre 30 y 75 años. Estos individuos fueron entrevistados entre 1988 y 1994 y durante esos años se les tomaron diferentes medidas de salud. Además, se les hizo un seguimiento hasta diciembre de 2015 para saber cuántos de ellos habían fallecido.
“Los datos analizados sugieren que el deterioro fisiológico avanza más rápidamente entre las mujeres, las personas con menor educación y las personas de origen mexicano y afrodescendientes no hispanos en Estados Unidos. Es decir, los individuos más desfavorecidos tienen una edad biológica mayor y, por tanto, un envejecimiento acelerado”, comentó el profesor en el Departamento de Ciencias de la salud comunitaria de UCLA, Hiram Beltrán-Sánchez. Entre las mujeres, por ejemplo, el riesgo de morir aumenta un 129% por cada año de edad biológica superior a la edad cronológica. En el caso de los hombres, el riesgo es algo menor, alrededor del 124%.
Los resultados aportan información relevante sobre la esperanza de vida a partir de los 65 años. “Desde de esa edad, cuando la edad biológica supera en un año a la edad cronológica supone una reducción de la esperanza de vida en torno a dos años. Si la edad biológica es cinco años superior, la disminución es aún mayor, llegando a vivir en promedio nueve años menos. Lo sorprendente ha sido comprobar cómo pequeños incrementos en la edad biológica con respecto a la edad cronológica se traducen en un mayor riesgo de morir”, señaló Beltrán-Sánchez.
Los indicadores de edad biológica ya se están empezando a usar en el área clínica. “Aquellos que utilizan información biológica como la que proponemos y los indicadores epigenéticos han sido implementados como medidas alternativas de la edad biológica de las personas. Estos indicadores, que suelen denominarse relojes biológicos, se usan como medidas del posible deterioro fisiológico que ha acumulado el paciente y estarían relacionados con el desarrollo de enfermedades futuras”, apuntó Palloni.
Aunque el estudio no incluye indicadores epigenéticos (relación entre las influencias genéticas y ambientales que determinan un fenotipo) en la estimación de la edad biológica, los autores indican que su método tiene el potencial de poder añadir dicha información y lograr así una mayor precisión de predicción.