Durante la época estival hasta un 80 por ciento de los pacientes hipertensos abandonan total o parcialmente el tratamiento, una decisión que, según ha advertido la presidenta de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA), Nieves Martell, resulta “muy peligrosa” para la salud
Madrid, 17 de julio 2014 (medicosypacientes.com)
Durante la época estival hasta un 80 por ciento de los pacientes hipertensos abandonan total o parcialmente el tratamiento, una decisión que, según ha advertido la presidenta de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA), Nieves Martell, resulta “muy peligrosa” para la salud.
El ambiente relajado de las vacaciones hace que muchos pacientes opten por no tomar la medicación, ya que durante este periodo las cifras de presión arterial pueden disminuir en algunos pacientes, aunque no en la mayoría, según esta entidad científica.
Con el fin de evitar que se abandonen los tratamientos, el Grupo de Trabajo de AMPA de la SEH-LELHA ha destacado la necesidad de que se lleve el tensiómetro a mano siempre que se realice un viaje; poner la alarma para no olvidar tomar el tratamiento; asociar la toma a hábitos diarios; colocar las pastillas en un lugar visible y tener la cantidad suficiente antes de que se acaben; pedir ayuda a los familiares para que se lo recuerden; si se da cuenta de algún olvido, tomar la pastilla antes de finalizar el día; y si se cree que el tratamiento produce efectos molestos, es inútil o tiene alguna duda, consulte con su médico.
“Decidir interrumpir el tratamiento, sumado a la ausencia de deporte y a las transgresiones dietéticas, puede aumentar la probabilidad de padecer problemas cardiacos, así como problemas cerebrales o de insuficiencia renal. Por ello es fundamental concienciar al paciente de la importancia de continuar el tratamiento y explicarle que aunque usted se olvide de la hipertensión, ella no se olvida de usted”, ha asegurado la experta.
Por otra parte, la doctora Martell ha recordado que durante el verano se suelen realizar más comidas fuera de casa y por tanto, abusar de altas dosis de grasa y sal y, al mismo tiempo, del tabaco, alcohol, refrescos y helados, lo que hace que se aumenten también los niveles de colesterol, triglicéridos y azúcar.
Como solución, ha aconsejado llevar una dieta equilibrada en la que se utilice menos sal cuando se cocine, se eviten las carnes saladas y ahumadas y se aumente el consumo de legumbres, frutas, verduras y derivados lácteos bajos en grasas.
“En esta época apetecen cosas frescas para calmar la sed. El gazpacho, el salmorejo, las ensaladas o los zumos naturales a base de frutas son una buena opción para soportar el calor. Cumplir con el tratamiento terapéutico no es incompatible con disfrutar del verano y de las vacaciones”, recalca Martell.
Finalmente, ha subrayado la importancia de hacer ejercicio físico porque reduce las presiones arteriales y reporta beneficios, siempre y cuando se haga de una manera periódica. “Bastará con usar las escaleras para subir y bajar en vez del ascensor o caminar varias manzanas para huir del sedentarismo al que estamos acostumbrados durante las vacaciones”, ha zanjado.