A pesar de tener cura, el pasado año, 4.800 personas murieron al día a causa de tuberculosis, una enfermedad infecciosa y un problema de salud pública asociado a la pobreza y a los colectivos más vulnerables, que podría eliminarse con una atención médica universal, con mecanismos de protección social accesibles, sistemas de prevención, y con una voluntad política dispuesta a garantizar esas medidas
Así lo pusieron de manifiesto expertos nacionales e internacionales en esta materia durante la 5º Jornada de Actualización de la Red contra la Tuberculosis y por la Solidaridad (Red TBS) celebrada en la sede de la Organización Médica Colegial (OMC) .
El acto inaugural de esta Jornada contó con la participación del Dr. Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la Organización Médica Colegial; Dr. Javier García Pérez, secretario General de la Red TBS y coordinador del área TIR de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR); Dr. Antonio Fernández-Pro Ledesma, presidente de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG); y la Dra. Carmen Martín Muñoz, directora del Departamento de Salud y Socorros de Cruz Roja Española.
El presidente de la OMC, el Dr. Juan José Rodríguez Sendín, inició el turno de palabra aludiendo a la falta de solidaridad que actualmente existe en el mundo para dar respuesta a la tuberculosis, “a pesar de haber –según dijo- mecanismos suficientes para poder valorar y reducir sus efectos”.
En España, los riesgos y consecuencias de la Tuberculosis están disminuyendo, tal y como afirmó el presidente de la OMC, debido a las condiciones de nuestro Sistema Nacional de Salud. “Tenemos –dijo- un SNS extremadamente potente, sólido y solidario y es lo que nos permite paliar la incidencia de casos”.
Las infecciones son una amenaza y una injusticia, según expuso, porque siempre afectan a los “más pobres y necesitados”, sin embargo “el SNS y la salud pública palian esa injusticia y nos permiten anticiparnos y desplegar las medidas preventivas adecuadas”, señaló el presidente de la OMC quien puso especial preocupación en la alta incidencia de casos que se dan en algunos sitios como las cárceles, con respeto a la población general.
Tras poner de manifiesto, que al igual que ocurre con el resto de enfermedades infecciosas, el mapa de la pobreza se superpone con el mapa de la tuberculosis, denunció que “la pobreza es la mayor enfermedad pero peor es aún aquellos que la generan constantemente por la avaricia que les invade”. En esta línea, recordó que en España la fractura entre “ricos y pobres cada” vez es mayor, y que “por ello si abordamos la tuberculosis, abordamos todos los problemas paralelos que se comportan de manera similar”.
El Dr. Javier García Pérez, agradeció a la OMC la sensibilidad sobre el problema de la Tuberculosis y anunció que se ha puesto en marcha una normativa sobre el manejo de la Tuberculosis y la Tuberculosis Resistente que contempla nuevos paradigmas.
Al igual que el Dr. Rodríguez Sendín el Dr. Antonio Fernández-Pro Ledesma coincidió en que la Tuberculosis es “injusta y antidemocrática y depende del medio en el que estás”.
La tuberculosis es un problema ligado a la pobreza, pero no sólo a los pobres de los países pobres, sino también a los colectivos desfavorecidos de los países ricos. Por ello, según explico el presidente de la SEMG, aunque en España la tuberculosis no es un problema endémico, se “ensaña” siempre con los más necesitados. “Los médicos –dijo- tenemos que dar una respuesta a este problema, porque es un objetivo que la OMS plantea, porque tenemos los medios suficientes para acabar con él y dispones de un Plan Nacional que se ha homologado en todas las Comunidades Autónomas”.
Desde Cruz Roja Española, según contó la Dra. Carmen Martín, se sigue apostando por la prevención y promoción en materia de tuberculosis. “Seguimos detectando todos los días que una enfermedad como la tuberculosis tiene una relación directa con la situación social de la persona enferma”, afirmó.
Según el último Boletín de Vulnerabilidad de este organismo, más del 10% de los niños y niñas atendidas por esta organización no realiza de forma regular una de las tres principales comidas diarias, el 33 % no tiene calefacción y un 17% ha perdido su casa. “Si en este escenario aparece una enfermedad infecciosa serían necesario esfuerzos muy coordinarlos para poder controlarla”, señaló la experta.
Sanidad actualiza el Plan Nacional de Prevención y Control de la Tuberculosis
Por ello, celebró que el Ministerio de Sanidad relance el Plan Nacional de Prevención y Control de la Tuberculosis en España para que “cada uno de nosotros, en nuestros diferentes ámbitos, podamos colaborar en la erradicación de es esta enfermedad. Y no es una utopía”.
Sobre el objetivo de la Organización Mundial de la Salud de eliminar la Tuberculosis para 2035 centró la mayor parte de la Rueda de Prensa donde expertos nacionales e internaciones de este ámbito expusieron sus opiniones.
Para el Dr. Julio Ancochea, presidente del Comité Científico de la Red TBS y Director de SEPAR Solidaria, este objetivo es posible porque “en España tenemos magníficos técnicos en el MSSSI y las Comunidades Autónomas, expertos de talla internacional de tuberculosis, el compromiso de sociedades científicas, de organizaciones como Cruz Roja, de la sociedad civil, de la Red TBS y el apoyo de organizaciones internacionales como la OMS y la Unión Internacional contra la Tuberculosis y Enfermedades Respiratorias, para lograr la erradicación de la tuberculosis” pero que a, su juicio, solo falta voluntad política. “De los políticos depende la universalidad y establecer mecanismos de protección social y una partida presupuestaria”, dijo el experto. “Estamos en condiciones de conseguirlo sumando el esfuerzo de todos”, puntualizó.
En España existe, desde 2007, un Plan Nacional de Prevención y Control de la Tuberculosis que ahora se está trabajando en su actualización y cuyo objetivo es conseguir la eliminación de la Tuberculosis, según comentó la Dra. Aurora Limia Sánchez, experta del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. “Este Plan tiene el objetivo de lograr el control de la enfermedad en España, a través de las Comunidades Autónomas y su implantación está prevista para finales de 2017 y principios de 2018”, señaló.
Para el Dr. Javier García Pérez, la tuberculosis es una enfermedad social que requiere del compromiso político y la financiación para proporcionar medicación gratuita. En este sentido, puso sobre la mesa la exclusión de atención médica que sufren los inmigrantes sin documentar debido al Real Decreto 16/2012. “Es cuestión de justicia social que todas las personas dispongan del tratamiento de forma gratuita. El tratamiento tiene un coste ínfimo”.
Pero, para conseguir este objetivo, la atención médica y la protección social deben aunarse, porque, según explicó el Dr. Ernesto Jaramillo, tienen la misma importancia que “las Medicinas que curan la tuberculosis”. Los medicamentos –dijo- solo actúan si se dan en el contexto social adecuado.
En la misma línea, el Dr. Juan Jesús Hernández González-Nicolás, responsable del Plan de Salud de Cruz Roja Española, incidió en la importancia de tener en cuenta los determinantes sociales en la salud de las personas afectadas. “Sino se controlan estos factores no sirve de nada el tratamiento. Se requiere de una estrategia coordinada entre todos los actores que intervienen”, puntualizó.
El Dr. José Caminero, coordinador de la Unidad Multi-Drogo-Resistencia en Tuberculosis de la Unión Internacional Contra la Tuberculosis y Enfermedades Respiratorias (The Union) incidió en la “infranotificación” de casos de tuberculosis que hay en España y en el mundo. “En España se estiman que hay cerca de 5.500 casos de Tuberculosis pero seguramente haya más casos”, explicó el experto, quien aseguró que en el mundo hubo 10,6 millones de casos de Tuberculosis en 2015 de los cuales 4.6 millones fueron perdidos al no ser diagnosticados. “En nuestro país todas las personas se están tratando y curando”, indicó.
La Tuberculosis tiene una incidencia mayor en las grandes ciudades debido a la inmigración y al hacinamiento, según expuso la Dra. Francesca Sánchez Martínez presidenta del Grupo de Estudio de Infecciones por Micobacterias de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) quien aseguró que estas cifras “están descendiendo”.