La Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME) y la Fundación Instituto para la Mejora de la Asistencia Sanitaria (Fundación IMAS) han lanzado, con el aval del Foro de la Profesión Médica, el 'Manifiesto Los Retos del Sistema Nacional de Salud en la Próxima Legislatura (2019-2023)', en el que proponen 12 medidas urgentes para garantizar el futuro de la sanidad pública
Los médicos vivimos en primera persona la actualización permanente, la evaluación continuada en los congresos y publicaciones científicas y los cambios en las necesidades de la población que acude al sistema sanitario. Por este motivo, no podemos estar al margen de las políticas establecidas con respecto al Sistema de Salud. Queremos manifestar nuestro compromiso para trabajar junto con todos los agentes implicados en la sanidad para lograr superar con éxito los desafíos a los que ya se está enfrentando el Sistema Nacional de Salud”, ha dicho el presidente de FACME, Fernando Carballo.
Por tanto, tal y como ha añadido el presidente de la Fundación IMAS, Carlos Macaya, este manifiesto “no sólo” de la profesión médica, sino de todos los ciudadanos que confían en que el sistema de salud responda “adecuadamante” a sus expectativas y necesidades, de acuerdo con el conocimiento científico y tecnológico actual.
“Las propuestas que se desarrollan en este documento están basadas tanto en la experiencia y evidencia disponibles en nuestro Sistema Nacional de Salud como en la de otros países occidentales desarrollados que ya han respondido a los problemas a los que nos enfrentamos. Estamos convencidos de que el trabajo conjunto permitirá superar los retos y dificultades que se exponen, preservando la excelencia del sistema sanitario con el que todos contamos”, ha añadido Macaya.
En concreto, los expertos proponen impulsar una estrategia nacional en salud poblacional que establezca los objetivos y metas en educación y promoción de la salud, y prevención de las enfermedades; así como implantar modelos de atención sistemática a los pacientes con enfermedades crónicas complejas y crear redes asistenciales que garanticen la atención del paciente en el lugar más apropiado en cada momento.
Además, solicitan poner al paciente en el centro del sistema, para lo que se requiere una transformación muy importante del Sistema Nacional de Salud, no sólo en los aspectos relativos al modelo asistencial sino también en cómo se organiza y gestiona; e incentivar el desarrollo de soluciones locales, haciendo que las administraciones sanitarias públicas asuman las funciones de control sobre la utilización de los recursos y de evaluador de resultados, y descentralizar la gestión.
Otra de las medidas planteadas consiste en desarrollar una política de recursos humanos basada en el desarrollo de competencias profesionales, para lo que se requiere un profundo cambio en la gestión de los recursos humanos, con una estrecha colaboración entre las sociedades científicas y las administraciones públicas.
Incorporar el SNS al modelo productivo español mediante el fomento de la Investigación, desarrollo e innovación y la prestación de servicios de salud a ciudadanos europeos, y constituir la agencia nacional de evaluación en tecnologías sanitarias con un estatus independiente y contar con la estrecha colaboración de las sociedades científico-médicas, es otro aspecto que las organizaciones firmantes consideran necesario.
Al mismo tiempo, abogan por desarrollar y completar la implantación de instrumentos básicos de cohesión del SNS: una tarjeta sanitaria individual básica y común para todo el SNS, historia digital compartida para el SNS, receta electrónica interoperable y libre circulación de pacientes en el SNS con sistema de compensación entre Servicios de Salud; y crear el Observatorio de Resultados del SNS como agencia con estatuto independiente y participación de las sociedades científicas.
Del mismo modo, solicitan crear la Agencia Calidad del SNS, con un estatuto independiente y participación de las sociedades científicas; y establecer un horizonte de gasto sanitario público que se aproxime al porcentaje sobre el PIB de los países de la Unión Europea con servicios nacionales de salud, destinando preferentemente el incremento de gasto al desarrollo de iniciativas, como las propuestas en este Manifiesto, que tengan como objetivo aumentar la calidad y eficiencia del SNS.
Finalmente, han destacado la importancia de dotar a los centros sanitarios de órganos de gobierno que garanticen la transparencia y la rendición de cuentas ante la sociedad, así como la participación de los interesados y despolitizar su gestión; así como de implantar la gestión clínica, transfiriendo capacidad y responsabilidad de la toma de decisiones de gestión a los profesionales, para mejorar la relación entre la calidad y el coste de los servicios.