El próximo domingo se celebra el Día Mundial de la Salud. Este año la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo dedica a la hipertensión arterial, un problema que afecta a uno de cada tres adultos y que, al no producir siempre síntomas, permanece oculto en la mayoría de los casos
Madrid, 3 de abril de 2013 (medicosypacientes.com)
Cada año se producen más de nueve millones de muertes anuales por hipertensión arterial. De éstas, aproximadamente la mitad se producen por ataques cardiacos y cerebrales, según datos de la OMS. Además, la hipertensión -también conocida como tensión arterial alta -aumenta el riesgo de infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia renal. La hipertensión no controlada puede causar también ceguera, irregularidades del ritmo cardiaco y fallo cardiaco. El riesgo de que se presenten esas complicaciones es mayor si se dan otros factores de riesgo cardiovascular como la diabetes, advierten los expertos.
Disminuir la ingesta de sal reduce los riesgos
La OMS quiere concienciar a la población de la importante que es llevar una dieta sana y unos hábitos de vida saludables para prevenir la aparición de este problema. En algunos países en desarrollo, la prevención y el tratamiento de la hipertensión, y de otros factores de riesgo cardiovascular, han hecho que disminuyan las muertes por cardiopatías. Por eso, los expertos de la OMS, recomiendan: disminuir la ingesta de sal, llevar una dieta equilibrada, evitar el uso nocivo de alcohol, realizar ejercicio con regularidad, mantener un peso saludable y evitar el consumo de tabaco.
Mayor concienciación, comportamientos saludables
El Día Mundial de la Salud se celebra el 7 de abril para conmemorar el aniversario de la creación de la Organización Mundial de la Salud en 1948. Este año la OMS se propone reducir el número de infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares. Para lograrlo su campaña irá destinada a promover la toma de conciencia sobre las causas y las consecuencias de la hipertensión, además de animar a la población a modificar los comportamientos que pueden provocar hipertensión y convencer a los adultos de que controlen su presión arterial periódicamente.
Otras medidas que reclama la OMS son aumentar el número de centros de salud en los que se puedan realizar chequeos de la tensión arterial y que las autoridades nacionales y locales creen entornos que favorezcan comportamientos saludables.
