viernes, marzo 29, 2024

Portal informativo de la Organización Médica Colegial de España

InicioOMCLa Sanidad española brinda un homenaje al abogado Sánchez Caro

La Sanidad española brinda un homenaje al abogado Sánchez Caro

La Sanidad española ha rendido un emotivo homenaje a un referente en el Sistema Nacional de Salud y en el Derecho Sanitario, el abogado Javier Sánchez Caro, por su trayectoria de compromiso personal y profesional con la salud pública, la Administración sanitaria y, sobre todo, con los pacientes. Destacaron en el acto celebrado el pasado jueves en la Escuela Nacional de Sanidad las intervenciones del presidente del Consejo de Estado, Romay Becaría y del presidente de la OMC, Rodríguez Sendín, en torno al legado de este insigne profesional

 

La Escuela Nacional de Sanidad (ENS) fue el escenario elegido por la Sanidad española para rendir un emotivo homenaje a un referente en el Sistema Nacional de Salud y en el Derecho Sanitario, el abogado Javier Sánchez Caro, por su trayectoria de compromiso personal y profesional con la salud pública, la Administración sanitaria, y sobre todo con los pacientes.

En torno al acto, celebrado el pasado jueves, se congregaron numerosos representantes del ámbito sanitario y del derecho para compartir con Sánchez Caro este recorrido por su dilatada trayectoria profesional. El evento fue arropado por el presidente del Consejo de Estado, Romay Becaría, y en él participó también el director del Instituto de Salud Carlos III, Antonio Andreu, quien presentó a Sánchez Caro como un «símbolo de los valores que definen a una sociedad moderna, justa y solidaria». Se ha caracterizado, además, por su servicio al Sistema Nacional de Salud, un gran bien para nuestra sociedad, gran elemento de cohesión social.

Andreu provechó para anunciar algunos planes de futuro con respecto a la Escuela Nacional de Sanidad, en este caso de la mano de la Universidad Nacional A Distancia (UNED), a través de la creación del Instituto Mixto Universitario. «Un proyecto cargado de nuevos retos y también de dificultades, pero con la certeza de que va a convertirse en un importante servicio para los ciudadanos», según afirmó. Asimismo, como ciudadano español agradeció, finalmente, a Sánchez Caro sus aportaciones al conjunto de la sociedad.

El director de la Escuela Nacional de Sanidad, Cristóbal Belda, también presente, destacó el legado de Sánchez Caro para las generaciones venideras, «Con él nos permites hacer mejor ciencia, mejor investigación clínica, muy bien situada gracias, en parte, a las bases bioéticas sobre la que está cimentada, a lo que este letrado ha contribuido indiscutiblemente».

El objetivo de este encuentro se centró en dar a conocer la trayectoria de compromiso de Javier Sánchez Caro con el Sistema Nacional de Salud y con el derecho sanitario, para lo cual se contó con la colaboración del presidente de la Organización Médica Colegial, el doctor Juan José Rodríguez Sendín; el doctor Fernando Lamata, asesor de la Comisión Europea en temas sanitarios y ex consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha; y Carlos Romeo Casabona, director de la Cátedra Interuniversitaria de Derecho y Genoma Humano de la Universidad del País Vasco. Todos ellos fueron presentados por el jefe de Servicios Jurídicos de la ENS, José María Antequera.

«La autonomía del paciente pone
a prueba la honestidad de los médicos»

El presidente de la OMC, el doctor Juan José Rodríguez Sendín centró en su intervención en el compromiso y dedicación de Sánchez Caro a la profesión médica. «Ha sabido mantener una preocupación y dedicación constante por las profesiones sanitarias, como lo demuestra los cientos de ejemplos que encontramos en su intensa actividad académica, curricular y profesional».

El bien del paciente y sus necesidades en relación con la salud representan el núcleo fundamental de la práctica médica y de sus fundamentos, y así lo demuestra una de las grandes aportaciones de Sánchez Caro como es la Ley de Autonomía del Paciente, «ni bien ni del todo cumplida», por lo que le pidió que siga «ayudándonos a mejorar su cumplimiento». «Es la mejor vía de dignificar a ciudadanos y profesionales, al quedar expresamente delimitados los espacios de actuación en los que debe moverse la relación médico-paciente».

Como subrayó el presidente de la OMC, «los médicos debemos respetar y favorecer la autonomía de los pacientes y ayudarles a participar y decidir en todo lo relacionado con su salud, además de comprometernos también con la correcta distribución de los recursos y contra toda discriminación en los sistemas sanitarios». Y es que como remarcó, «la autonomía del paciente pone a prueba la honestidad de los médicos, al exigir que éstos faciliten toda la información necesaria para que el enfermo adopte decisiones ponderadas sobre su tratamiento».

Pero la Ley de Autonomía del Paciente es sólo un ejemplo, como explicó el doctor Rodríguez Sendín, de los múltiples trabajos doctrinales, artículos, monografías, publicaciones en revistas especializadas, en definitiva una extensa producción bibliográfica, a la que se refirió el presidente de la OMC como columna vertebral del legado aportado por este jurista. Al respecto, son de destacar algunas de sus obras, muy ligadas al quehacer diario del médico tales como «El médico en la intimidad»; «Derechos del Médico en la relación clínica»; «Ensayos clínicos en España: Aspectos científicos, bioéticos y jurídicos»; «El consentimiento informado en Psiquiatría», entre otros.

El presidente de la OMC se detuvo especialmente en una obra de Sánchez Caro de 2000 «Ética y Deontología médica», donde se repasan los principios básicos de la deontología médica, su función social y el valor legal de los códigos deontológicos, «muy en sintonía con los principios éticos y deontológicos defendidos desde las corporaciones profesionales médicas». En este punto, y acuerdo con este jurista, recordó que «la actividad profesional del médico no se entiende sin una base ética y deontológica». Además, Rodríguez Sendín se mostró convencido de que «ahora más que nunca, es el momento de la ética y la deontología porque cada día se hacen más fuertes las interferencias interesadas y hasta la propia cultura social post-moderna contribuye a ello». El problema, desde su punto de vista, no es la ausencia de principios éticos y valores, «sino la aceptación como norma de la mayoría social, de comportamientos ética y socialmente reprobables elevándolos a rango de normalidad». Una tarea a la que Javier Sánchez Caro ha dedicado muchas horas y una parte importante de su legado.

El doctor Rodríguez Sendín concluyó su intervención con tres importantes reflexiones, también presentes en la gran labor de Sánchez Caro: «Es preciso definir el entorno y régimen de garantías que debe tener la práctica médica en el futuro inmediato; se hace precisa la lucha para que el ejercicio médico pueda responder a la exigencia de competencia e integridad a lo largo de su vida; y los valores y criterios médicos, jurídicos y sociales no son estáticos, necesitan una revisión constante».

Defensor de los derechos de los pacientes

Fernando Lamata, ex director de la Escuela Nacional de Sanidad, ex consejero de Sanidad en Castilla-La Mancha y actualmente funcionario del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) hizo un extenso repaso a la trayectoria profesional de Sánchez Caro, a la que calificó de «una vida entera dedicada al servicio público, a la docencia, un defensor de los derechos de los pacientes, habiendo participado en tareas tan apasionantes como la construcción del Sistema Nacional de Salud y al edificio del Derecho Sanitario». «Su ingenio y erudición nunca dejan indiferentes», añadió.

Entre los cargos más destacados para los que fue designado el ilustre abogado dentro de la Administración pública, Lamata reseñó el de Secretario General del Instituto Nacional de la Seguridad Social, posteriormente Secretario General del Insalud, Jefe de los Servicios Jurídicos de la Asesoría del Instituto Nacional de la Salud; y más recientemente, responsable del área de Bioética y Derecho Sanitario de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.

Otra de las pasiones de Sánchez Caro ha sido, sin duda, como destacó Lamata, la docencia, habiendo ocupado puestos como el de profesor del Centro Universitario de Salud Pública de la Comunidad de Madrid (Universidad Autónoma de Madrid); del Instituto Católico de Administración y Dirección de Empresas (ICADE) Universidad Pontificia de Comillas; Honorario de la Universidad Autónoma de Madrid; colaborador del Curso Superior de Administración y Gestión Sanitaria de la Facultad de Medicina de la Univ. De Santiago de Compostela, Profesor coordinador del Máster en Alta Dirección y Gestión de Servicios Sanitarios de la Agencia Laín Entralgo; y Director Asociado y del Máster Internacional en Derecho Sanitario de la Universidad Europea de Madrid, entre otros muchos. «Todo ello le permitió impartir a lo largo de su etapa profesional cursos y máster de todo tipo, además de haber participado en muchas conferencias y otros eventos relacionados con el Derecho y la Salud».

El ex director de la Escuela Nacional de Sanidad recordó, además, a los asistentes cómo la intensa labor de Sánchez Caro ha sido reconocida en diversas ocasiones, habiendo recibido distinciones: la orden civil de sanidad con la categoría de encomienda; premio internacional de deontología médica.

El ilustre abogado ha sido además miembro de Comités Asesores Nacionales e Internacionales, Asesor de Asociaciones de Pacientes y de Sociedades Científicas, como un ejemplo más de su entrega a la ciudadanía.

Lamata finalizó su intervención haciendo mención a la utilidad de la acción pública y sanitaria son indispensables para aportar buenos servicios sanitarios. «Una buena sanidad pública es condición indispensable y necesaria para la dignidad de la persona y el progreso social».

En los tiempos que corren cuando en diversos foros de opinión se cuestionan la labor de los funcionarios y se generaliza la contratación de algunas funciones esenciales de las organizaciones como los sistemas de información, de control, de análisis o de formación, es cuando la Administración necesita más personas competentes y comprometidas como Javier Sánchez Caro, quien representa un modelo profesional que la función pública española precisa en estos momentos.

Creador de nuevas estructuras jurídicas

La implicación de Sánchez Caro en el derecho sanitario y en su amplia actividad en este terreno fue resaltada por el catedrático de Derecho Penal de la Universidad del País Vasco Carlos Romeo Casabona, que le definió como «pionero en el nacimiento y desarrollo de un derecho sanitario sustentado en una metodología innovadora». Su actividad ha ido más allá de la teórica, ha vivido el ejercicio profesional frente a frente con la realidad cotidiana a través de la Asesoría jurídica del Insalud, que le ayudó a tomar la experiencia necesaria en la resolución de conflictos y, a la vez, en la creación de estructuras jurídicas, como fundamento de nueva normativa, hasta entonces más bien escasa en relación con el derecho sanitario.

No pasó por alto su dedicación a los derechos de los pacientes y a su preocupación por sus problemas reales, cuya sensibilidad y humanidad ha impregnado después sus aportaciones jurídicas, muestra de ello es la Ley de Autonomía del paciente.

Romeo Casanova le calificó como impulsor, además, de otra vertiente de esta rama del derecho, como es el derecho biomédico, centrado sobre todo en la investigación, las nuevas tecnologías, el genoma humano, las enfermedades raras. Temas relacionados con los profesionales sanitarios, con los derechos de los pacientes, historia clínica desde el punto de vista jurídico, trasplantes, telemedicina, y un largo etc.

«Todo ello le ha permitido poder manejar y ofrecer, desde su punto de vista, una visión global, integral e integrada tanto del Derecho Sanitario como del conjunto de la Sanidad y de la Medicina que ha sabido muy bien, después, plasmar en todas las publicaciones que ha elaborado a lo largo de su trayectoria profesional».

En definitiva, como concluyó dicho experto, «su contribución ha permitido que el Derecho Sanitario en nuestro país haya ido adquiriendo un cuerpo y estructura en cuanto a metodología más allá de la suma de respuestas a situaciones concretas».

Derecho Sanitario y Bioética:
Encuentros y desencuentros

El propio Sánchez Caro también intervino, disertando sobre el «Derecho Sanitario y Bioética: encuentros y desencuentros». Inició su intervención recordando que la Ley está para resolver de una manera digna los conflictos de intereses, a la que he estado comprometido durante toda mi vida administrativa, aunque con la convicción de que ésta no puede abarcar la totalidad de la realidad. No puede colocarse por delante de ésta, sino detrás, sancionándola cuando así proceda. «La ley no crea, sino que consolida».

Se refirió, al respecto, a la Constitución española, a la que calificó de «abierta», carácter que permite «para ciertas ocasiones establecer interpretaciones razonables dentro del marco de dicha carta magna».

Además, según recordó, disponemos de los códigos profesionales permiten impulsar las necesidades acuciantes de determinadas profesiones, sobre todo, en el momento actual. Es lo que venimos denominando como «Éticas aplicadas», de gran utilidad cuando, precisamente, la «Ley nos pone en apuros».

Deteniéndose en la importancia de la ética, argumentó que ésta se erige como un compromiso mayor de reflexión: saber cómo hay que gobernar y dirigir la conducta de cada uno de nosotros para su armonización en el conjunto social. A partir de ahí aparecen los valores.

Un claro ejemplo de «ética aplicada», señaló, la encontramos en la Bioética, distinguiendo desde su punto de vista tres momentos clave en este terreno: Un momento kantiano, de reflexión y de afirmación de los principios, ya que sin éstos se puede caer fácilmente en un relativismo nada conveniente. A continuación acontece el momento de valoración de las consecuencias, el momento utilitarista, bentaniano. Finalmente, nos topamos con el momento aristotélico, del que se deriva que para nada vale establecer principios y valorar las consecuencias si no hay capacidad, a la hora de la verdad, personas íntegras que los lleven a cabo, en definitiva, la virtud. Estos momentos encierran el complejo estructural para llevar a cabo las «éticas aplicadas», entre ellas la bioética.

La parte final de su intervención la dedicó a desgranar algunos ejemplos clave de encuentros y desencuentros entre la ley, el derecho y la bioética:

-Supuestos en los que la ley no puede llegar jamás y donde la bioética debe llegar siempre como es la información a los pacientes oncológicos con pronóstico infausto; información a los pacientes terminales. Algo que obviamente no puede resolver la ley por confluir en este tipo de situaciones múltiples aspectos y es, por tanto, la bioética la que tiene el papel definitivo.

-En otras situaciones, el contencioso entre la ley y la ética todavía no encuentran vencedor, siendo un ejemplo clásico de ello el de los Testigos de Jehová. Nos encontramos todavía sin una solución definitiva para este tipo de situaciones. Se establecen, al respecto, soluciones individualistas para casos concretos, pero ningún criterio claro al respecto, por ello nuestros dirigentes han de tener los conocimientos suficientes para tratar los derechos de los pacientes adecuadamente.

 

-Sin embargo, en otros momentos nos encontramos con que pese al buen criterio de la bioética, la ley no puede secundarlo, siendo un ejemplo de ello la notificación de los errores médicos, de los fenómenos adversos de los que también tenemos mucho que aprender. Dicha notificación entrañaría, en muchas ocasiones, la responsabilidad del médico o del profesional sanitario, y eso la Constitución no lo puede exigir, porque nadie está obligado a declarar contra sí mismo. Se produce, por tanto, ante casos de este calibre, un conflicto irresoluble donde cada uno está dentro de su propio campo.

Al homenaje se sumaron, además, a través de video-conferencia, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, José Ignacio Echániz quienes alabaron y agradecieron la labor y trayectoria de Sánchez Caro y recordaron momentos de estrecha colaboración en etapas anteriores, en el caso de Núñez Feijóo, como presidente del Insalud, y de Echániz, además de en la actualidad, en su paso por la Consejería de Sanidad de Madrid.

El broche al homenaje lo puso el presidente del Consejo de Estado, Romay Becaría, quien ofreció una sensible exposición salpicada de referencias literarias ensalzó la imagen de Sánchez Caro en el contexto sanitario. Hombres como Sánchez Caro han contribuido a que el sistema sanitario disponga de una calidad envidiable. Como dijo en tono distendido, su curriculum «es más amplio que las obras completas de Lope de Vega», destacando la excelencia del mismo y que es reconocida «unánimemente» en la Administración, en el funcionariado, en la Universidad, en la Literatura científica y en muy diversos foros y comités. De ahí, que sólo con el lenguaje poético el verso que mejor le define: «hay en mí más recuerdos que en mil años de vida».

Finalmente, dirigió unas palabras a todo el aforo incidiendo en que «En España gozamos de un magnífico sistema sanitario, aunque pasa ahora por momentos difíciles, lo cual nos obliga todavía más si partimos de que la Sanidad es la rama del árbol del Estado del Bienestar y su preservación es una aspiración irrenunciable para todos los españoles».

 

 

 

 

Relacionados

TE PUEDE INTERESAR

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Más populares