El presidente de la OMC, Dr. Rodríguez Sendín, hizo un llamamiento al liderazgo médico para sacar adelante la gestión clínica, según puso de manifiesto durante su participación en una mesa redonda sobre liderazgo y gestión sanitaria en el marco del I Congreso de la Medicina, organizado por el Colegio de Médicos de Málaga (Commálaga)
Desde su punto de vista, la gestión clínica se erige como una de las soluciones para el momento actual sanitario. Entendida como modelo asistencial integrador que mejora la eficiencia y la calidad de la práctica clínica, y que conlleva co-responsabilidad de los médicos en la gestión de los recursos empleados en su ejercicio profesional, al tiempo que permite organizar y coordinar las actividades que se generan en torno a cada proceso asistencial, además de servir de freno a los intentos de privatizar la Sanidad. En definitiva, como expuso el Dr. Rodríguez Sendín, se trata de “una estrategia proactiva para establecer un nuevo modelo organizativo que debe orientarse a la excelencia”.
En base a lo anterior, incidió en que las decisiones de los profesionales «influyen en la salud de la población y en la sostenibilidad del sistema sanitario, ya que gestionamos grandes cantidades de dinero público». No en vano, como subrayó, «más del 70 por ciento del gasto variable tienen su origen en las decisiones que toman los profesionales». En este sentido, advirtió que «el dinero que se gasta en exceso y es evitable no se invierte en otras tareas necesarias que pueden requerir otros pacientes con idénticos derechos». De ahí, como remarcó, la importancia de “hacer correctamente las cosas correctas”.
Contemplada así en los acuerdos firmados en 2013 entre el Foro de la Profesión Médica y el Ministerio de Sanidad, el presidente de la OMC lamentó que no se hubiera avanzado «prácticamente nada en su desarrollo», al tiempo que reprochó «la falta de credibilidad, por parte de los profesionales, tanto en lo que respecta al propio término como a su función».
Al respecto, se mostró convencido de que la solución para que la gestión clínica salga adelante radica en lograr el tan demandado Pacto por la Sanidad que reúna el máximo consenso posible entre todos agentes, además de ser compartido a nivel sanitario por las tres partes: macro, meso y microgestión.
En otro momento de su intervención, desgranó las bases en las que se sustenta el liderazgo de la OMC, centrado básicamente, en la ética, ciencia, política y economía. El Dr. Rodríguez Sendín recordó, al respecto, que la OMC es “un instrumento estructurado para crear inteligencia clínica, profesional y ética, enfocadas al mejor cuidado de los pacientes, al óptimo servicio al sistema nacional de salud y a las garantías que por ley tienen los médicos para proteger a los pacientes”.
En su intervención distinguió, asimismo, entre sostenibilidad externa e interna, sustentada, la primera, en política sanitaria y presupuestaria, abogando, en este sentido por un presupuesto finalista y equitativo.
Respecto a la sostenibilidad interna, basada en la eficiencia productiva y efectividad sanitaria, incidió en la importancia que adquiere la microgestión sanitaria para dar respuesta a problemas que surgen dentro de dicha sostenibilidad interna.
En base a lo anterior, incidió en que las decisiones de los profesionales «influyen en la salud de la población y en la sostenibilidad del sistema sanitario, ya que gestionamos grandes cantidades de dinero público». No en vano, como subrayó, «más del 70 por ciento del gasto variable tienen su origen en las decisiones que toman los profesionales». En este sentido, advirtió que «el dinero que se gasta en exceso y es evitable no se invierte en otras tareas necesarias que pueden requerir otros pacientes con idénticos derechos». De ahí, como remarcó, la importancia de “hacer correctamente las cosas correctas”.Finalizó, aludiendo al buen gobierno, entendido como «la capacidad promover acciones y adoptar soluciones colectivas para el bien común, sustentado en cinco principios tales como inteligencia, participación, transparencia, rendición de cuentas, e integridad».
La mesa redonda sobre liderazgo y gestión sanitaria estuvo moderada por el presidente del Colegio de Médicos de Málaga, Dr. Juan José Sánchez Luque, quien señaló que el liderazgo médico hay que entenderlo como “la capacidad de guiar, inspirar a nuestros pacientes y a nuestros compañeros».
En la mesa estuvieron representados, además, otros agentes que intervienen en el proceso de aprendizaje y de desarrollo profesional del médico, desde la Facultad de Medicina, representada por el decano de Málaga, Dr. José Pablo Lara, hasta la Administración, de la mano del Dr. Antonio Torres Olivera, pasando por el representante del Consejo Andaluz de Colegios Médicos (CACM), Dr. Antonio Aguado.
Así, el presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos (CACM), Dr. Antonio Aguado, partiendo del «liderazgo innato del médico que emana de su formación, vocación, y responsabilidades», aunque advirtió de la amenaza que corre por factores como la politización de la gestión el sometimiento de la Sanidad a criterios economicistas..Frente a estas amenazas instó a la OMC y Colegios de Médicos a activar mecanismos, teniendo en cuenta el binomio «médico-Colegio, como garantía para el paciente». Asimismo, se reifiró al liderazgo dentro de la Administración Pública e hizo alusión al papel de las Unidades de Gestión Clínica (UGC): “Es imprescindible deslindar los objetivos de las Unidades de los objetivos económicos, que deben ir en otra línea. Los resultados de las UGC tienen que ser de salud, no financieros. La gestión clínica es una forma de impulsar la sanidad, no un mecanismo de productividad. La UGC debe liderarla el médico”, según sus palabras.
El decano de la Facultad de Medicina de Málaga, Dr. Pablo Lara, destacó, asimismo, la importancia del liderazgo médico expresado a través de la ejemplaridad y el afán de servicio médico. Centrándose en el liderazgo de las Facultades de Medicina, destacó la competitividad desde el inicio de la formación, así como la necesidad de implicación de todas las instituciones en la formación del futuro médico, dotar de más recursos la enseñanza de grado y velar por el perfil de los estudiantes .
Por su parte, el director de la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía (ACSA), Dr. Antonio Torres mencionó con la Agencia tiene más de 600 centros acreditados y actualmente hay 20.000 profesionales en proceso de acreditación. Todo ello, como señaló «en pro del profesionalismo». También hizó mención a la necesaria continuidad asistencial, «como elemento de calidad, dentro de una dimensión muy amplia en relación al concepto de calidad».
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