El Colegio de Médicos de Segovia ha instado a una reforma de la red de centros de urgencias de la provincia, tras entrevistarse su presidente, el doctor Juan Manuel Garrote, con el delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Javier López-Escobar. En dicha reforma podría plantearse, según la entidad colegial, una reestructuración del número de consultas de urgencias y una ampliación de la capacidad de atención a pacientes
Segovia, 18 de febrero 2013 (medicosypacientes.com)
El Colegio de Médicos de Segovia ha instado a una reforma de la red de centros de urgencias de la provincia. En dicha reforma podría plantearse una reestructuración del número de consultas de urgencias y una ampliación de la capacidad de atención a pacientes y de resolución ante situaciones graves de los que quedaran abiertos.
En opinión del presidente del Colegio de Médicos de Segovia, el doctor Juan Manuel Garrote, «no es una cuestión de cantidad sino de calidad», según manifestó tras hablar con el delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Javier López-Escobar, sobre los servicios de guardia de Atención Primaria, el cierre de noche de los puntos de atención continuada y la unificación de los centros de urgencias de la capital y del área Segovia Rural. «Creemos, -indicó Garrote- que debería haber menos puntos de Atención Continuada pero mejor dotados en recursos profesionales y materiales».
El doctor Garrote subrayó que «el Colegio no se opone a la reducción del número de sedes siempre que este movimiento no esté acompañado de recortes de plantilla y se haga en favor de la creación de unos centros «donde la capacidad diagnóstica sea mayor por tener al alcance pruebas complementarias mejores y donde, al menos, haya dos médicos y dos enfermeros para que el centro de referencia de la urgencia no quede nunca solo y que ante situaciones muy graves puedan apoyarse; eso sería dar una calidad adecuada a la urgencia».
La entidad colegial acepta unir los centros para ganar eficacia pero considera que reducir recursos humanos «sería un error que dañaría a la población y a los profesionales». «Por un ahorro mínimo se haría un daño grave a la capa más desfavorecida de la profesión, los sanitarios más jóvenes y tampoco es recomendable que se utilice el mismo personal para la urgencia urbana que para rural al haber diferencias significativas en la población de estos ámbitos».
