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Dr. Díaz Fuentes: Twitter permite sacar del quirófano la parte oculta de la anestesiología y ayudar a los pacientes a perder el miedo

El Doctor Miguel Ángel Díaz Fuentes destaca en esta entrevista las ventajas y utilidades de las Redes Sociales para los profesionales médicos, en concreto para los anestesiólogos como él, para los que herramientas como Twitter “permiten sacar del quirófano la parte oculta de la anestesiología y volverla más accesible para que los pacientes pierdan el miedo” – asegura

El Dr. Díaz Fuentes, más conocido en Twitter como @Diazolam, cuenta con más de 26.000 seguidores a los que ofrece cada día información impregnada con un toque de humor que conforma su sello personal. Considera de vital importancia la presencia de los profesionales en estas plataformas que “han cambiado el modo en el que se comparte la información de la medicina académica en general y, en concreto, de la anestesiología”- afirma.

Usted es un influencer en Twitter con gran interacción y número de seguidores ¿Cuál es el secreto del éxito?

En primer lugar, gracias por esa apreciación, pero en realidad no me considero como tal. Es cierto que un número de seguidores elevado te da más resonancia en las RRSS, sobre todo si muchos de ellos interaccionan contigo y “retuitean” tus propios tweets, con lo cual la repercusión es mayor. Sí creo que es importante estar actualizado, tuitear con regularidad y proporcionar a tus seguidores cierta espontaneidad y creatividad. Si además te lo tomas con humor y tu cuenta trata de enfocar tu especialidad desde un punto de vista divertido y autocrítico, quizás vaya por ahí la receta del éxito. Yo me planteo esta red social como un lugar donde poder pasarlo bien y descargar parte de ese stress que parece que va implícito con la anestesiología. Para cosas serias y adversidades, ya tenemos suficiente con la vida real…  

¿Aconseja a los profesionales sanitarios que estén en redes sociales? ¿Por qué?

Por supuesto. Es una gran herramienta de contacto entre profesionales de todo el mundo, bien sea para temas personales o profesionales. Y, sobre todo, las RRSS proporcionan la posibilidad de estar actualizado casi “al día” de lo que sucede en los congresos y las publicaciones científicas, las cuales ya incluso aparecen “online” antes de su impresión en las propias revistas, con lo que eso supone a nivel de divulgación internacional entre los propios especialistas.

Creo que tanto Twitter como Facebook han cambiado el modo en el que se comparte la información de la medicina académica en general y, en concreto, de la anestesiología. Y no podemos olvidarnos del gran papel que despliegan en el ámbito de las conferencias y  los congresos médicos, modificando de un modo radical el alcance a los mismos aunque estés a miles de kilómetros de distancia, así como en el modo de compartir las experiencias clínicas y el conocimiento.

Por desgracia, todavía existe bastante disparidad de uso de las redes entre las distintas especialidades médicas y considero que los anestesiólogos, por regla general, todavía tenemos esa asignatura pendiente de incrementar nuestra presencia en ellas. Lo que no podemos negar es que cada vez el papel de las RRSS es más importante, tanto en lo que respecta a la relación entre los propios facultativos, como a la interacción con nuestros pacientes, que además cada vez demandan más este tipo de atención.

¿Son una herramienta eficaz para combatir “leyendas urbanas” y la desinformación o por el contrario son un elemento de propagación?

En este caso, considero que pueden ser un arma de doble filo. Una red social debería ser una herramienta de gran utilidad para informar y aconsejar a los pacientes sobre determinadas patologías, publicitar campañas de salud y promover la educación sanitaria entre la población. Sin embargo, la realidad nos muestra que el uso que se hace de las redes sociales dirigido al ámbito sanitario, está muchas veces sesgado por intereses particulares y desemboca en recomendaciones dañinas y perjudiciales sobre aspectos de salud. Es una dualidad intrínseca a la propia red social, que tanto puede servir de ayuda como convertirse en fuente de confusión y propagación de bulos y falsas leyendas. Todo depende de cómo se analice la información, intentado seguir a profesionales contrastados y que saben bien de lo que hablan. Pero en reglas generales, creo que la eficacia positiva de las redes en este sentido está fuera de toda duda.

¿Cuáles son las reglas básicas para gestionar bien las redes siendo médico?

En primer lugar, debemos tener claro que son redes abiertas, a las que cualquier persona puede tener acceso. Si tu cuenta está más enfocada a la divulgación científica y al ámbito estrictamente profesional, debes estar actualizado en tu especialidad y ofrecer información de interés, susceptible incluso de generar debate y nuevas aportaciones que, a modo de “feed-back” puedan enriquecer un determinado tema.

En mi caso, como ya he mencionado antes, enfoco mi cuenta desde un punto de vista humorístico, pero siempre sin perder el respeto a cualquier profesional y, por supuesto, teniendo muy en cuenta al paciente que pueda leer mis tweets. Trato de realizar también una labor informativa, pues he constatado que la anestesia es una gran desconocida en el ámbito social, divulgando y dando a conocer aspectos básicos que la gente desconoce.

Si tuviera que resumir las reglas básicas, estas serían: respeto, sensatez y tolerancia ante otras opiniones diferentes, tratando siempre de eludir la polémica y las descalificaciones. Y también coherencia con tu profesión y la precaución de tener en cuenta que tus publicaciones pueden llegar a bastante gente, con lo cual hay que ser prudente a la hora de emitir determinados juicios profesionales.     

¿Qué le han aportado las redes sociales a su vida laboral?

Me han aportado la posibilidad de conocer a grandes profesionales relacionados no solo con la anestesiología, sino con muchas otras especialidades médicas, de enfermería, técnicos, etc. También el hecho de estar un poco más al día en lo que respecta a determinados aspectos concretos de mi especialidad que me interesan de un modo especial. Y, sobre todo, tener a mi alcance información médica que de no ser por las RRSS no estaría tan accesible, ni en tiempo ni en lugar.

Además, he conocido testimonios de muchos pacientes, tanto de agradecimiento, como de recomendaciones, como de consulta de sus dudas. Me agrada ese aspecto divulgador que me brinda Twitter para “sacar” del quirófano esa parte tan oculta de la anestesiología y volverla un poco más accesible, para que los pacientes pierdan “el miedo a la anestesia”, que es un tema bastante común entre la población general.    

¿Considera necesario que los Colegios, Sociedades Científicas etc… formen en materia de Redes Sociales? ¿Y que estos organismos estén presentes en estas plataformas?

Hoy en día lo considero de vital importancia. En los tiempos que corren, estar desligado de las RRSS supone estar un poco al margen de la realidad y creo que hay muchos más aspectos positivos que negativos para estar presente en las redes. Desde luego, el propio paciente demanda cada vez más la presencia de personal sanitario en las redes, formen parte del estamento que sea. Es un tren al que hay que subirse, sí o sí.

Por el mismo motivo, creo que estos organismos deben tener una presencia considerable en las redes sociales, tanto desde el punto de vista de darse a conocer o publicitarse más, como por poder ser partícipes de una educación sanitaria en la que todos los profesionales del ámbito de la salud somos responsables en mayor o menor medida. Aunque sea un poco exagerado, y llevándolo al terreno de colegios y sociedades científicas, se podría afirmar que hoy en día, si no estás presente en las redes, no existes.  

¿Podría mencionar alguna campaña en Redes Sociales que le haya impactado por su relevancia y repercusión?

Una de las que más me ha impactado es la labor que la Dra. Lucía Galán (@luciapediatra) desarrolla en Twitter respecto a la importancia de la vacunación infantil. Bajo el hashtag #VaccinesWork ha sabido concienciar a la gente de la vital necesidad de que los niños estén vacunados. Y sigue haciéndolo, porque todavía queda mucho trabajo que llevar a cabo en relación a este tema. Me parece una gran divulgadora, con gran criterio, humanidad y un sentido del humor encomiables. Otra demostración de las grandes ventajas de las RRSS cuando se utilizan de la manera adecuada.

¿Qué campaña le gustaría que hicieran los Colegios de Médicos / OMC?

Pues, en general, que estuvieran más involucrados en las propias redes sociales, dando a conocer su labor y su funcionamiento entre la sociedad y, en particular, promoviendo a través de esas mismas redes información importante respecto a cualquier tema relacionado con la Sanidad que sea de utilidad para la población.

Creo que los Colegios de Médicos, por regla general, han vivido un poco de espaldas a la nueva realidad social y a la necesidad que supone estar presente e interaccionar en RRSS, aunque por fortuna considero también que esa tendencia está cambiando de manera positiva.

¿A qué personas / instituciones recomienda seguir en Redes?

Hay muy buenos profesionales e instituciones a los que merece la pena seguir en Twitter (hablo de esta red en concreto porque es, con diferencia, la que más utilizo). Ya he mencionado antes a la Dra. Lucía Galán, pero también hay otros como el Dr. Alberto García Salido (@Nopanaden), la Dra. Raquel Blasco (@RaquelBlascoR), el Dr. Alfonso Vidal (@DrAlfonsoVidal), el Dr. Javier Padilla (@javierpadillab) o el Dr. Joan Carles March (@joancmarch)

Entre las instituciones, no me puedo olvidar de la SEDAR, nuestra Sociedad de Anestesiología y Reanimación (@sedar_es), de la Asociación Española de Cirujanos (@aecirujanos) y de la gran labor humanitaria que lleva a cabo Médicos Sin Fronteras (@MSF_Espana).   

¿Cuál es el principal problema al que se enfrenta la profesión hoy en día?

Da la impresión de que nuestra profesión se ha ido “devaluando” en los últimos años, hablando desde el punto de vista de la valoración que la sociedad nos atribuye. Quizás el acceso a la información médica de todo tipo que, de manera indiscriminada, han permitido las propias redes sociales ha ayudado a generalizar la (falsa) idea de que casi todo el mundo “entiende” algo más que antes de medicina, estando capacitados incluso para rebatir la opinión del profesional médico y llegando al extremo de llevar a cabo agresiones físicas y verbales a personal sanitario, en los casos más graves.

Otro tema preocupante es la falta de profesionales en determinadas especialidades, que precisan un número más elevado de facultativos para cubrir de una manera adecuada la actividad asistencial.

Para finalizar, pero no menos importante, quisiera remarcar el hecho de que nuestros residentes se han convertido, en muchos casos, y debido entre otras cosas a la gran presión asistencial, en “mano de obra barata” hospitalaria, con el detrimento que eso supone en la calidad de la docencia que se les aporta durante su periodo de formación. No debemos olvidar que son los especialistas del futuro.  

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