Un paso importante para mejorar las condiciones de conservación de los hígados para trasplante
El dispositivo de perfusión hepática normotérmica, patentado por la Fundación Clínic, permitirá aprovechar el 75 por ciento de los órganos que con los medios tradicionales de conservación en frío no son aptos para el citado trasplante
Madrid, 16 de septiembre 2010 (E.P.)
Un dispositivo desarrollado por la Fundación del Hospital Clinic de Barcelona, mejorará las condiciones de conservación de los hígados 'ex vivo' -que se conservan fuera del cuerpo humano- destinados a un trasplante, y permitirá aprovechar el 75 por ciento de los órganos que con los medios tradicionales de conservación en frío no son aptos para el citado trasplante.
La novedad que aporta el dispositivo de perfusión hepática normotérmica, patentado por la Fundación Clínic, es que el hígado puede ser conservado en condiciones muy parecidas a las fisiológicas, en lugar de quedar aislado en una nevera. Además, gracias a un sofisticado sistema de sensores permite analizar el estado funcional del hígado, incluso administrarle citoprotectores que optimizarán las condiciones del injerto.
Según destaca el investigador principal de la patente, el especialista senior del Servicio de Cirugía General y Digestiva del Clínic e investigador del CIBER de Enfermedades Hepáticas y Digestivas, Constantino Fondevila, esta aplicación podría convertirse en el primer avance importante en más de 20 años en la conservación de tejidos entre la donación y el trasplante.
De hecho, las listas de espera para recibir un trasplante de hígado crecen incluso en España, que es el país europeo con mayor índice de donantes, con 39 por cada millón de habitantes.
Se trata por ejemplo de hígados procedentes de donantes a corazón parado, personas mayores u órganos grasos que, al no disponer de la tecnología adecuada de conservación 'ex vivo' no pueden utilizarse para un trasplante.
Actualmente, los hígados se conservan en frío durante el tiempo transcurrido entre la extracción del órgano y su implante. Este intervalo de tiempo debe minimizarse tanto como sea posible para evitar daños en el tejido, y en ningún caso puede superar las 12 horas.