El presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Juan José Rodriguez Sendin, en una entrevista para la revista del Colegio de Médicos de Madrid, habla del «buen ejercicio profesional que hacen los buenos médicos» que la corporación defiende «estén donde estén»
Madrid, 16 de julio 2013 (medicosypacientes.com)
El presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Juan José Rodriguez Sendin, en una entrevista para la revista del Colegio de Médicos de Madrid, habla del «buen ejercicio profesional que hacen los buenos médicos» que la corporación defiende «estén donde estén».
En la entrevista, que es portada de la renovada revista del Colegio de Médicos de Madrid «Madrid Médico», el presidente de la OMC habla de la realidad por la que atraviesa el SNS, del que asegura que el problema actual «no es tanto de precio ni de sostenibilidad interna, sino de suficiencia financiera» y analiza diferentes alternativas para buscar más eficiencia y ahorro.
También aborda la externalización y/o privatización de hospitales y centros de salud y asegura que «los contratos se deben regir por las normas de la Administración Pública. Somos corporaciones de derecho público, no chiringuitos privados».
La jubilación forzosa de los médicos a los 65 años y las relaciones con el ICOMEN, desde que la doctora López Arribas asumió la presidencia, y su Junta Directiva, que «tiene ?afirma- todo el apoyo formal de la OMC en su reforma estatutaria», son otros de los temas de esta entrevista, realizada por José García Hernández, con fotos de José Luis Pindado.
Incluimos la entrevista íntegramente
Reelegido presidente de la Organización Médica Colegial hace apenas tres meses, Juan José Rodríguez Sendín (Vitigudino, Salamanca, 1955) afronta su segundo mandato con muchos retos pendientes, entre ellos, estabilizar la situación de la colegiación universal de todos los médicos, renovar los estatutos de la OMC y construir un Pacto sanitario con acuerdo político, social y profesional. En este sentido, cree que el problema del SNS no es tanto de precio ni de sostenibilidad interna, sino de suficiencia financiera, y defiende el actual modelo así como el apropiado equilibrio entre lo público y lo privado. Sobre el ICOMEM, apoya la reforma estatutaria planteada por la Junta Directiva y deja claro que los colegios son corporaciones públicas, no chiringuitos privados.
P.-¿Un diagnóstico rápido del SNS?
R.-Es un sistema con grandes servicios y resultados y costes excelentes, si se compara con otros sistemas. Lo que no tiene sentido es comparar la eficiencia de la pública con la privada porque los objetivos finales difieren. No es igual obtener la mayor rentabilidad económica haciendo una buena práctica que repartir lo que tengo en beneficio de la salud de los ciudadanos. El problema no es tanto de precio ni de sostenibilidad interna, y que conste que todo es mejorable, sino de suficiencia financiera del SNS. No se puede confundir con verdades a medias o desviando la atención hacia un exceso de gasto, ni tampoco dar la sensación de que hay alternativas más baratas, sin demostrarlo. Otra cosa es que haya ciertos niveles de concertación para determinadas partidas más económicos, pero no sustitutorios del SNS.
P.-En la última Asamblea General, la OMC se reafirmó en su defensa del modelo actual del SNS, ¿qué peligros corre?
R.-Se reafirmó tanto en la defensa del SNS, por sus excelentes resultados y porque es justo y un mecanismo de distribución de riqueza, como en el apropiado equilibrio entre lo público y lo privado, que ahora peligra por decisiones políticas que llevan al sistema hacia un modelo de privatización a favor de entidades comerciales con ánimo de lucro. Esto es lo que en Madrid mantiene inquieto a la profesión y a la ciudadanía. Lo privado hasta ahora era complementario, pero no sustitutorio.
P.-Exigir hoy en día un Pacto de Estado por la Sanidad, ¿es una necesidad, una realidad o una utopía?
R.- Es una necesidad absoluta si no queremos poner en riesgo el SNS. Es verdad que el gran pacto que teníamos sobre el modelo sanitario se ha roto y hay que recomponerlo, y en eso estamos trabajando en el Foro de la Profesión Médica.
P.-¿En qué punto está la negociación actual del Foro de la Profesión Médica con el Ministerio de Sanidad?
R.-En el punto final. Sabemos que no podemos satisfacer a todos con nuestro acuerdo, pero también apostamos por darle una salida que otorgue confianza. Es una negociación compleja de la profesión con el gobierno y los grupos políticos. Que se consume el Pacto es una necesidad sanitaria, al menos en lo básico, en la definición del modelo, que creemos debe seguir siendo universal, de máxima calidad, equitativo, financiado mediante impuestos y con suficiencia presupuestaria por parte de las autonomías para atender los servicios que ofertan.
P.-¿Qué pueden hacer los colegios de médicos para defender el modelo de SNS?
R.-Hacer un llamamiento a los compañeros para que sigan respetando los valores de la profesión, y luchar para que esto no cambie, además de proteger los intereses del buen profesional. Y en esto se vuelven a equivocar algunos, no estamos para defender los intereses de los médicos, sino del buen ejercicio profesional que corresponde a los buenos médicos, estén donde estén, y para eso debemos tener un marco donde no se confunda lo público con lo privado; pueden colaborar, pero sin mezclarse.
P.-Se refiere al consejero Fernández-Lasquetty que achacó a la OMC la defensa sólo de los médicos del ámbito público, ¿no es así?
R.-En los últimos años nunca he hablado del ejercicio de los médicos, que está sometido a los mismos valores en la medicina pública y privada. El médico está asalariado por las Administraciones públicas o por las entidades privadas. Confundir el ejercicio médico con los intereses empresariales solo se puede producir por ignorancia o porque se esté nervioso y tengas que decir algo. Estoy convencido de que la situación de nerviosismo provoca estos errores de valoración. Además, tampoco defendemos a los médicos con carácter general, sólo el buen ejercicio de la profesión, que sólo lo hacen los buenos médicos, estén donde estén. El ejercicio de la medicina es muy complejo en cuanto a autonomía, independencia, responsabilidad y prestigio.
P. ¿La eficiencia y el ahorro pasa por la externalización o privatización de hospitales y centros de salud?
R.-Quien afirme eso debería aportar datos para demostrarlo. Los problemas son financieros, no se puede seguir diciendo que el gato público no caza ratones para que los cace el gato privado, porque los condicionantes son diferentes. No se puede desviar la atención de la insuficiencia presupuestaria tras años de despilfarro creando hospitales que no eran necesarios ni tenían justificación ni epidemiológica ni poblacional. Admitamos entre todos que tenemos una crisis y que hay que arbitrar soluciones, pero sin descalificar a aquellos que no tienen responsabilidades, más que las propias de las mejoras humanas que en todos los ámbitos se deben producir. Ahora bien, el ritmo de la carrera en Sanidad lo tiene que poner el ámbito público, que es lo más justo, distributivo y lo que cohesiona al país.
P.-¿Qué alternativas de reorganización del sistema y de RRHH se pueden plantear en Madrid en busca de esa eficiencia y el ahorro?
R.-En los últimos años sólo ha habido recortes lineales y muy poca imaginación y pactos, recortes que se han llevado grasa, pero también carne y hueso. Se precisa saber de qué dinero se dispone, ajustar los servicios que se van a ofrecer, en qué tiempos, y avanzar en la gestión de lo micro, de lo básico, del día a día. Estas reformas precisan cambios legislativos y el Pacto. Se necesita reformar el modelo profesional, retributivo y de relación con los profesionales y las administraciones públicas. La solución no es desmontar lo público, no es propio que sea un administrador de lo público quien critique el servicio público cuando es su responsabilidad.
P.-¿Qué repercusiones puede tener la jubilación forzosa de cerca de 500 médicos a los 65 años como ha ocurrido en Madrid?
R.-Cuando un médico entro en el ámbito de la administración pública, donde figura la jubilación a los 70 años y tiene un proyecto de vida personal y laboral, es una tomadura de pelo que te cambien las reglas del juego al final de tu vida laboral sin posibilidad de reorganizarla. Los médicos que se han dedicado sólo a la pública pierden cinco años de trabajo y su proyecto de vida queda truncado y no tienen más alternativas. Es razonable que estén muy enfadados, porque no se les dan alternativas por la rigidez del sistema. Cambiemos esa rigidez, en vez de privatizarlo.
P.-Hace pocos meses fue reelegido presidente de la OMC. ¿Qué objetivos y retos se ha marcado para este segundo y último mandato?
R–Muchos, entre ellos, cerrar y estabilizar la situación de la colegiación universal de todos los médicos; renovar los estatutos de la OMC; diferentes observatorios como el de agresiones, otro de la profesión, donde se incluya el PAIME, y un tercero para minimizar los efectos del mobbing; construir el Pacto sanitario con un acuerdo político, social y profesional; intervenir para renovar el modelo profesional hoy agotado; reforzar el Foro de la Profesión Médica; mejorar la capacidad de comunicación tanto con los médicos como con la sociedad; crear una oficina para buscar servicios y trabajo con garantías fuera de España para los médicos en desempleo; y la validación periódica de la colegiación como elemento de garantía para la sociedad y acreditación de la formación.
P.-¿Han cambiado las relaciones entre la OMC y el Colegio de Madrid con la actual junta directiva?
R.-La obligación del Consejo General es responder adecuadamente y estar al servicio de los colegios, esté quien esté. Además, estas relaciones se producen también en función de quién está gobernando un colegio, que no deja de ser un mero instrumento. Los responsables de lo que hace el colegio son sus dirigentes. Con el ICOMEM ahora no sólo tenemos excelentes relaciones institucionales, sino también en el plano personal. El Colegio de Madrid ahora participa de una manera más decidida. La actual Junta Directiva coge un colegio muy complicado y complejo en una situación complicada y compleja. Y no es fácil, para bien o para mal, los que llegamos a los colegios no estamos entrenados, hay que llegar y ponerse al día, aprender. Dicho esto, los problemas que tiene el Colegio de Madrid los tiene que resolver Madrid. Para ello se requiere de tiempo, porque son complejos y algunos cronificados, con desviaciones que habría que corregir. El ICOMEM tiene autonomía e independencia plena para ello, esto no es la dictadura de la OMC, y creo lo están haciendo muy bien dentro de la complejidad y las dificultades que tienen y que han heredado.
P.-La presidenta del ICOMEM, la doctora López Arribas, le pidió ayuda para garantizar la independencia y el buen gobierno colegial con una reforma estatutaria en esa línea. ¿Cómo la valora?
R.-De forma muy positiva. He visitado personalmente a la doctora López Arribas y a toda la Junta Directiva del ICOMEM, y no sólo tienen mi apoyo de cortesía sino todo el apoyo formal de la corporación. Creo que lo están haciendo muy bien, hay que depurar el reglamento estatutario, y la línea que han seguido ?que los colegiados de Madrid son muy libres de aprobarla o no? es una senda fantástica, muy buena.
P.-¿Y la respuesta en el conflicto de Madrid ha sido la adecuada?
R.-Desde un punto de vista institucional, ha sido una respuesta muy adecuada desde la responsabilidad, y no desde la comodidad y la connivencia con el poder político.
P.-¿Qué le parece que en los colegios de médicos rija un sistema de contratación de acuerdo a las normas que fija la Administración Pública?
R.-No puede ser de otra manera, somos corporaciones de derecho público, no chiringuitos privados. Esto es lo correcto, los matices ya dependen del ICOMEM, y le vamos a apoyar. Además, es el mismo sistema que tenemos en el Consejo General. Lo que no podemos llegar es a un disparate de régimen asambleario, de forma que para respirar tengamos que reunir a toda la colegiación. Hay que ser sensatos, y compatibilizar transparencia con eficacia, rendir cuentas, pero tener capacidad para actuar.
P.-¿Debe tener más peso el Colegio de Madrid en el seno de la OMC?
R.-Esto no va por capitalidades ni por cantidades. Aquí puede ser vicepresidente o cualquier cargo en el CGCOM un colegiado del colegio más pequeño de España, el de Ceuta y Melilla, si se tienen las capacidades suficientes y el liderazgo para convencer a los votantes. Esto es democracia pura y dura. Luego, hay estructuras dentro de la organización, como son los grupos de trabajo, donde sí hay voto ponderado. Ahora acaba de entrar Madrid en el patronato de Seaformec. Son muchas las estructuras donde Madrid puede participar, e incluso puede llegar a la vicepresidencia, pero no por el artículo 33, del ordeño y mando», sino que hay que convencer.