Jueves, 28 Septiembre 2023

Rincón del paciente: Hongos en las duchas

06/02/2009

La humedad existente en todas las duchas, también en las piscinas, hace que se conviertan en sus habitáculos perfectos para adherirse con posterioridad a algún pie desprotegido, provocando problemas en toda la peana, con la consiguiente aparición de picor, escamas y, a menudo, hendiduras dolorosas entre los distintos dedos

Hongos en las duchas

El primer informe sobre la micosis del pie lo realizó un tal Whitfield en 1908, en el cual constató que se producía por los mismos hongos que desencadenan el problema en el pelo, en las manos,…etc., el término latino "tinea pedis" se utiliza para describir esta infección producida por los dermatofitos, desencadenantes del problema en la planta y los espacios entre de los dedos del pie, sin lugar a dudas es la dermatofitosis más frecuente, de hecho, se especula que un 70% de la población la ha sufrido en alguna ocasión… ¡me parece un poco exagerado!

Incluso, parece ser que una vez adaptados al medio sienten predilección por las uñas, algunos de los síntomas más importantes que nos avisa de un posible caso de hongos es cuando vemos que las citadas uñas varían de textura y de color, la piel está más seca y además aparece un olor no existente con anterioridad.

Por ello, hay que tener especial cuidado, evitando andar descalzo en las duchas, las piscinas o los gimnasios y, no lo olvidéis, por las alfombras o moquetas, no solo en los hoteles, ya que en todos estos sitios es fácil adquirir la infección puesto que está comprobado que las esporas de estos hongos pueden permanecer activas sobre estas superficies durante años.

El tratamiento de las infecciones por hongos suele prolongarse entre una y tres semanas, como es lógico se basa en la aplicación del antifúngico oportuno, en esta ocasión la vía de elección es la pomada, siempre que pueda permitir conseguir la remisión de las desagradables circunstancias que sufren los pies infectados.

En definitiva, en todo tipo de duchas a las que accedamos hay que utilizar las correspondientes zapatillas, teniendo un cuidado especial en el posterior lavado de éstas porque así podremos evitar que nuestros queridos y necesarios pedestales sufran la invasión de estos desagradables y reincidentes dermatofitos.

Fuente: Dr. Juan Carlos Moreno
para medicosypacientes.com