Domingo, 24 Septiembre 2023

Rincón del paciente: ¿Epilepsia?

23/04/2009

Sucede cuando los neuronas del cerebro se activan más de la cuenta, en varias ocasiones, y de forma incoherente o cuando las sustancias transmisoras se alteran superando los frenos existentes, surgiendo distintos tipos de convulsiones dependiendo del territorio afectado

Epilepsia

No es precisamente una patología de fácil diagnóstico porque dicho dictamen se basa generalmente en las citadas descargas eléctricas del cerebro que no siempre guardan relación, además, el diferenciar, en caso confirmado qué tipo de crisis epiléptica es la originada tampoco es una tarea simple pudiendo aparecer con posterioridad diferencias en la respuesta al tratamiento, sin olvidarnos de que, como he reflejado, la presentación comicial depende del lóbulo implicado y de una posible generalización, más no olvidemos tampoco que la epilepsia, por sí más la medicación, puede producir trastornos del lenguaje, de atención o de memoria sobre todo en los más pequeños que reaccionarán de forma lenta ante los estímulos o presentarán dificultad al intentar expresarse, por lo tanto influirá la edad de comienzo, tipo, frecuencia o existencia de daño cerebral, en ocasiones pueden expresar cierta cólera pero la peligrosidad es mínima.

Además, existen trastornos psicógenos en edades intermedias que pueden crear confusión, aunque estas crisis tienen un comienzo más lento y son más duraderas por lo que con un pertinente seguimiento se evitará el uso de fármacos antiepilépticos, no me olvido, tampoco, de que en algunas ocasiones el dolor de cabeza puede conducir, igualmente, a un error de diagnóstico a pesar de que esté certificado que la migraña puede aparecer antes, durante o después de una crisis epiléptica.

Las denominadas como crisis reflejas, desencadenadas ante una específica acción, aparecen cuando existe una zona cerebral en la corteza que se excita con facilidad y dependerán más, como en todos los casos, de la topografía y no de la posible lesión residual, es decir, la localización marcará no sólo el tipo de crisis sino, también, la alteración subsiguiente, por ejemplo, la aparición de problemas de memoria y de lenguaje en la afectación temporal.

En la actualidad los fármacos antiepilépticos de última generación, siempre es preferible un único medicamento, no originan apenas efectos secundarios relevantes, consiguiendo liberar de sus crisis al 60-80% de los pacientes con epilepsia y, afortunadamente, existen pruebas como la magnetoencefalografía o la resonancia funcional… ¡en pocos centros clínicos, eso sí…! que permiten visualizar las crisis desde el inicio, su localización y diferenciarlas de síntomas parecidos, pero no nos olvidemos de que en casos severos hay que realizar las actuales pruebas disponibles de evaluación o de intervención orientadas a la rehabilitación del afectado con la finalidad de mejorar su calidad de vida.

La cirugía constituye un tratamiento alternativo en los casos rebeldes al tratamiento farmacológico.

Sería positivo que existieran más Unidades de Epilepsia en nuestro país con equipos multidisciplinarios para controlar los múltiples casos diagnosticados y, asimismo, valorar a los exentos de un diagnóstico fiable.

Estudios recientes recomiendan un tratamiento individualizado para cada caso, asegurando los niveles óptimos para conseguir el antiepiléptico específico para la zona desencadenante del proceso, pero quiero reflejar que concretos antiepilépticos, como la fenitoína, usados por rutina en muchos hospitales, deberían ser suprimidos.

Fuente: Dr. Juan Carlos Moreno
para medicosypacientes.com