El próximo 8 de octubre se conmemora el Día de la Pediatría, el Día P, una efeméride que la Asociación Española de Pediatría (AEP) aprovecha para recordar a la sociedad que los pediatras son los profesionales mejor preparados para proteger la salud y el bienestar integral de la infancia y la adolescencia. En esta edición, los más de 13.000 especialistas que conforman la Asociación han querido destacar que el cuidado empieza mucho antes de entrar en la consulta: se construye desde la prevención y la promoción de hábitos saludables.
Cuidar y acompañar es una tarea compartida que nace en el hogar y se fortalece con la guía del pediatra, creando entornos seguros y afectivos donde cada niño y cada niña puedan desarrollarse plenamente. Como explica el presidente de la AEP, el doctor Luis Carlos Blesa Baviera, “los niños y adolescentes crecen hoy en un entorno muy distinto al de generaciones anteriores. Han surgido nuevas realidades que, si no se abordan de forma integral, pueden condicionar su bienestar presente y futuro”.
Crecer sanos en el siglo XXI plantea nuevos desafíos
La AEP llama la atención sobre algunos de los retos actuales para la infancia y adolescencia, y reclama medidas para afrontarlos, siempre desde una mirada preventiva y con el compromiso de acompañar a las familias en cada paso. Sus demandas se recogen en un manifiesto que pone el foco sobre los siguientes puntos:
- SALUD MENTAL
El 70 % de los trastornos aparecen antes de los 18 años y el suicidio es ya la primera causa de muerte no accidental en adolescentes. “El incremento de episodios de ansiedad, depresión, trastornos alimentarios y adicciones, así como de conductas autolesivas y suicidas a edades tempranas exige una respuesta urgente de la sociedad y de los profesionales sanitarios”, apunta el documento. “No podemos aceptar que haya jóvenes que sufran en silencio. Debemos coordinarnos entre pediatría, primaria y hospitalaria, educación y servicios sociales, para evitar que esto siga sucediendo”, incide la doctora Paula Armero, coordinadora del Comité de Salud Mental de la AEP.
La AEP demanda recursos suficientes para la prevención, la detección temprana y el acompañamiento emocional, en la consulta y también en las escuelas.
- USO EXCESIVO DE PANTALLAS
Solo un tercio de los menores cumple con el límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud de no superar las dos horas diarias frente a dispositivos. El abuso repercute en el sueño, la atención, el desarrollo neurológico y el bienestar emocional. Además, tiene impacto en la salud física, favoreciendo el desarrollo de obesidad, elevando el riesgo de enfermedad cardiovascular o incluso con la aparición de nuevas enfermedades, como la fatiga visual digital. Tal y como explica el doctor Julio Álvarez Pitti, coordinador del Comité de Promoción de la Salud de la AEP, “los más pequeños son especialmente vulnerables”. Los pediatras muestran, igualmente, preocupación por el tiempo de uso por parte de los padres, que es clave en el comportamiento de los hijos y en el empleo que hacen de las pantallas.
La AEP solicita extender las estrategias de alfabetización digital familiar y políticas públicas que ayuden a reducir riesgos en un entorno digital diseñado para atrapar su atención.
- OBESIDAD INFANTIL
El sobrepeso y la obesidad afectan ya al 36,1% de la población infantil. Detrás de cada cifra hay una vida con más riesgo de diabetes, problemas cardiovasculares y dificultades emocionales. “La obesidad es más prevalente entre los grupos más vulnerables: cada vez tiene más peso el papel de los determinantes sociales de la salud, como los factores socioeconómicos”, señala el documento, que apunta también como factores a la “crianza en un ambiente obesogénico, con acceso fácil a alimentos y bebidas atractivos en sabor, textura y aspecto, pero con bajo valor nutricional, tanto en el colegio como en casa o en los espacios de ocio, y a la presión constante de la publicidad de productos poco saludables”.
Para la AEP, combatirla exige un esfuerzo colectivo de familias, escuelas y sistema sanitario para hacer posible un estilo de vida saludable desde los primeros años.
- VACUNACIÓN
La vacunación sigue siendo la herramienta preventiva más poderosa. Cada pauta completa es una enfermedad evitada. España cuenta con uno de los calendarios más avanzados del mundo, pero persisten desigualdades entre comunidades. “Mantener unas altas coberturas vacunales y la confianza en la vacunación es clave para proteger a toda la población y evitar el rebrote de enfermedades inmunoprevenibles, como ya hemos visto en otros países cuando bajan las tasas de inmunización”, expone el doctor Javier Álvarez Aldeán, miembro del Comité Asesor de Vacunas e Inmunizaciones de la AEP.
La AEP reclama un calendario único para todo el país y la financiación de todas las vacunas recomendadas por la evidencia científica.
- ITS Y VIOLENCIA
Los adolescentes se enfrentan también a riesgos como las infecciones de transmisión sexual (ITS) y la violencia física, escolar y digital. La edad de inicio de las relaciones sexuales baja cada año, mientras aumentan los casos de ITS. “A esto se suman el acoso escolar y el ciberacoso, que dejan huellas profundas en la salud emocional”, explica la coordinadora del Comité de Salud Mental de la AEP.
La AEP considera urgente contar con circuitos asistenciales específicos para adolescentes, educación sexual integral y protocolos claros para detectar y actuar frente a la violencia.
- DÉFICIT DE NATURALEZA
Tres de cada cuatro escolares apenas tienen contacto con entornos naturales. Esa desconexión afecta a su descanso, a su desarrollo neurológico y a su bienestar emocional. El Comité de Salud Medioambiental de la AEP, coordinado por el doctor Juan Antonio Ortega, insiste en que “el contacto con entornos verdes y azules —parques, bosques, ríos o mares— reduce la ansiedad, la hiperactividad, mejora el sueño, el neurodesarrollo e incluso la inmunidad”.
La AEP reclama ciudades más verdes y seguras, y normalizar que recetar naturaleza forme parte de la prevención y el cuidado de la salud.
Cuidar la salud de niños, niñas y adolescentes es una tarea compartida entre familias, profesionales sanitarios, comunidad educativa y las instituciones. El presidente de la AEP solicita “poner a la infancia en el centro de las políticas públicas, con recursos suficientes, con pediatras accesibles y con una mirada integral que abarque la prevención, el bienestar y la equidad”.
España cuenta con un modelo pediátrico de referencia, que garantiza la atención de la infancia y la adolescencia en centros de salud y hospitales. Sin embargo, en el manifiesto se advierte de que este modelo está en riesgo si no se refuerza. “Crecer sano no puede depender del código postal de cada familia. Todos los niños tienen derecho a un pediatra en su centro de salud y a especialistas accesibles en los hospitales”, reza el documento.
La AEP reclama más recursos en atención primaria, el reconocimiento oficial de las especialidades pediátricas y una planificación que asegure la equidad territorial.
“Solo así podremos garantizar la calidad y la continuidad de los cuidados que nuestros niños merecen”, apostilla Blesa.
Sobre la Asociación Española de Pediatría
La Asociación Española de Pediatría es una sociedad científica que representa a cerca de 13 000 pediatras que trabajan tanto en el ámbito hospitalario como de atención primaria. Está integrada por todas las sociedades científicas de pediatría regionales y las sociedades de pediatría de las distintas especialidades. El principal objetivo de la asociación es velar por la adecuada atención sanitaria, fomentar el desarrollo de la especialidad, tanto en sus aspectos asistenciales como en los docentes y de investigación, además de asesorar a todas aquellas instituciones competentes en asuntos que puedan afectar o afecten a la salud, desarrollo e integridad del niño y del adolescente, así como divulgar e informar a la población sobre cuestiones de salud infantil.