Viernes, 29 Septiembre 2023

Los cambios en los modelos reproductivos podrían poner fin a la evolución del ser humano

10/10/2008

Un genetista británico explica la asociación existente entre ciertos cambios sociales, como la edad de la reproducción, los patrones de matrimonio, los anticonceptivos, los fármacos o la polución, con la modificación del futuro genético de la humanidad

Madrid, 9 de octubre 2008 (Europa Press)

Los científicos suelen distinguir entre tres tipos de componentes que favorecen la evolución, en este caso, del ser humano como son la selección natural, la mutación y el cambio al azar o diversidad genética, sin embargo, y a juicio del genetista Steve Jones, profesor del University College de Londres, el hombre occidental está acabando con el segundo de estos factores, es decir, con la mutación. "Inesperadamente hemos eliminado el factor de la mutación por los cambios en los modelos reproductivos", argumenta el científico, quien recuerda, en este sentido, que fue una mutación la que, precisamente, produjo la aparición del dedo pulgar en el ser humano.

La cuestión se asienta, según este científico, en la tendencia de los varones occidentales a tener descendencia antes de los 35 años, la cual está reduciendo significativamente la probabilidad de nuevas mutaciones como la que, en su día, dio origen a nuestro dedo pulgar. Y es que, según el profesor Jones, los hombres de más de 35 años tienen más posibilidades de transmitir mutaciones a sus descendientes que los varones más jóvenes, debido a que las divisiones celulares en los hombres se incrementan con la edad. "Cada vez que hay una división celular, hay una oportunidad para el fallo, para la mutación, para el error", asegura el genetista.

Durante una conferencia en el University College de Londres titulada 'Human evolution is over' (La evolución humana ha terminado) este experto explicó, además, que "los cambios sociales de la humanidad, a menudo, modifican nuestro futuro genético". Como ejemplos citó los patrones de matrimonio, los anticonceptivos, los fármacos o la polución, pero subrayó especialmente, como uno de los factores más importantes, la edad de los hombres que se plantean tener hijos.

"Para un padre de 29 años de edad -media de reproducción de un hombre en Occidente- hay alrededor de 300 divisiones celulares", indicó el científico, que asegura que “en un padre de 50 años de edad, esta figura está por encima de las 1.000 divisiones celulares". Por tanto, "una caída en el número de padres mayores tendrá un efecto importante en los índices de mutación, lo que influirá en la evolución humana”, aseguró.

Selección natural debilitada

"Antiguamente, podrías encontrar a un hombre poderoso con centenares de hijos", señala Jones, que citó como ejemplo al fecundo -y afortunado- Moulay Ismail de Marruecos, que murió en el siglo XVIII, y al que se atribuye la paternidad de 888 hijos. Para conseguir esta cifra, el citado personaje tendría que haberse acostado con una media de 1,2 mujeres diariamente durante aproximadamente 60 años.

Sin embargo, no sólo las mutaciones han perdido fuerza, sostiene el científico, que señala que la selección natural descubierta por Charles Darwin también se ha debilitado frente al avance de la Sanidad y las mejoras de las condiciones de vida. También culpa al descenso de la diversidad genética: "los humanos somos más comunes de lo que deberíamos ser según las reglas del reino animal y podemos agradecérselo a la agricultura".

La agricultura ha provocado que la población mundial crezca -"sin la agricultura probablemente la población de la tierra alcanzaría actualmente el medio millón de personas", sostiene Jones- y esto ha reducido la diversidad genética. "En todo el mundo las poblaciones se están conectando y la oportunidad de cambios aleatorios se está diluyendo", concluyó.