Las lentes de contacto podrán servir para proteger contra la ceguera
La Universidad Complutense de Madrid ha diseñado una solución para la prevención y tratamiento del daño en la retina provocado por la luz natural y artificial. Este producto, que acaba de ser premiado en la 37ª edición del Salón Internacional de Inventos y Nuevas Técnicas de Ginebra (Suiza), consiste en añadir una protección a las lentes de contacto para eliminar los efectos negativos que tiene la exposición a la luz natural y artificial
Madrid, 7 de abril 2009 (médicosypacientes.com)
En el Salón Internacional de los Inventos de Ginebra se han dado cita, en esta edición, más de mil innovaciones; treinta de los inventores han sido españoles y uno de ellos ha logrado uno de los premios más importantes que lo reconoce como el mejor invento relacionado con la salud.
La doctora española Celia Sánchez Ramos, de la Universidad Complutense de Madrid, ha sido galardonada con dos de los principales premios concedidos en la 37ª edición del Salón Internacional de Inventos y Nuevas Técnicas de Ginebra (Suiza). En concreto, ha sido galardonada con el tercer premio más importante que se concede en la feria suiza, el que concede la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). También se ha alzado con la distinción que otorga la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), y se lleva la medalla al mejor invento relacionado con la salud.
Las instituciones han valorado la innovación, las aplicaciones prácticas y la relevancia para la mejora del bienestar humano de su filtro óptico para lentillas de contacto, diseñado para proteger la visión de las radiaciones nocivas de la luz visible. Este invento, patentado por la doctora y la Universidad Complutense de Madrid, ha sido elegido por la OMPI sobre más de mil invenciones que se han presentado en el Salón Internacional de Inventos de Ginebra, la más importante convocatoria del mundo.
La Universidad Complutense de Madrid ha diseñado una solución para la prevención y tratamiento del daño en la retina provocado por la luz natural y artificial. Este producto consiste en añadir una protección a las lentes de contacto para eliminar los efectos negativos que tiene la exposición a la luz natural y artificial.
Los ojos disponen de una protección natural que todos acabamos perdiendo, por el paso del tiempo y por las operaciones de cataratas. La invención de la Universidad de Madrid sirve para compensar y prevenir la degeneración de la retina. La solución es inocua, económica, invisible y sencilla. Además se puede aplicar a cualquier tipo y diseño de lente de contacto con o sin graduación.
Para probar y dar consistencia a esta patente, en la Universidad Complutense de Madrid han trabajado durante 5 años en investigaciones con animales y en ensayos clínicos con humanos. En primer lugar, se estudiaron ratones expuestos a distintos tipos de luz, se analizaron sus retinas y se demostró cual era la parte de la luz natural y artificial que produce el daño en la retina. En la siguiente experiencia se pusieron lentes de contacto UCM- AET a los animales para conseguir producir una barrera para la luz nociva. Los experimentos demostraron que estas nuevas lentes consiguen bloquear estas bandas perjudiciales en la proporción adecuada, actuando de forma invisible, sin molestias y, sobretodo, demostrando que producen el efecto protector.
La Universidad Complutense de Madrid también ha realizado experimentos con conejos, a los que se les ha operado de cataratas para simular cómo afecta la luz a los seres humanos con estas condiciones. Se comprobó que los genes que protegen la retina se ven aumentados en los animales protegidos de forma artificial, mientras que los que producen la muerte celular -y por tanto, la ceguera- están aumentados en los animales que no llevan protección. Los estudios experimentales se han presentado en los mejores congresos sobre visión de todo el mundo.
Además, un aspecto muy importante es que las lentes siguen siendo totalmente invisibles y que además la percepción de los colores y de los contrastes no se ve alterada. Estos resultados se han conseguido gracias a amplios ensayos clínicos realizados en personas durante los últimos cuatro años.