Las agresiones a médicos han descendido un 16 por ciento en el último año a pesar de la crisis, los recortes y el aumento de las listas de espera, tal como se puso de manifiesto en la rueda de prensa convocada en la sede de la OMC con motivo del Día Nacional contra las Agresiones celebrado ayer 20 de marzo en toda España
Madrid, 21 de marzo 2013 (medicosypacientes.com)
Las agresiones a médicos han descendido un 16 por ciento en el último año a pesar de la crisis, los recortes y el aumento de las listas de espera, tal como se puso de manifiesto en la rueda de prensa convocada en la sede de la OMC con motivo del Día Nacional contra las Agresiones en el Ambito Sanitario, celebrado ayer 20 de marzo en toda España.
El presidente de la OMC, el doctor Juan José Rodríguez Sendín, calificó este dato de satisfactorio. «Las agresiones se suelen producir cuando hay un fallo en las expectativas que tienen los pacientes con los profesionales sanitarios. No obstante, llama la atención que a pesar de los recortes y del aumento de las listas de espera no se ha producido un aumento en el número de agresiones lo cual no quiere decir, como advirtió, «que haya que tolerar ni una sola de las agresiones que se producen».
A juicio del doctor Rodríguez Sendín son varios los factores que podrían haber contribuido a este descenso como, por ejemplo, que haya aumentado el número de autonomías que contemplan este tipo de violencia como delito; que los profesionales estén más atentos a dar la mejor respuesta en función de la oportunidad que tienen ante un paciente complicado; que exista mayor sensibilidad e intolerancia de la sociedad ante las agresiones; o que las expectativas desmesuradas de las últimas décadas en el sector sanitario se hayan frenado y se haya ofrecido a la ciudadanía la auténtica realidad frente a grandes demandas.
Consideró necesario, en este sentido, proceder a la «desmedicalización de la sociedad», lo cual también puede repercutir en un menor número de agresiones. «No puede ser que se sigan mandando mensajes de que todo tiene solución con un fármaco, con una prueba diagnóstica o con una intervención quirúrgica.
El presidente de la OMC expresó su rechazo a que se mercantilice toda la actividad profesional, entre otras razones, porque, a su juicio, «genera nuevas expectativas que, si el paciente no tiene resueltas, al que reclama primero es al profesional», una situación que se da con mayor frecuencia en A.P. al considerarse «la puerta de entrada al sistema sanitario». De ahí que sea el primer nivel asistencial donde están registradas la mayoría de las agresiones 68% (consultas más urgencias extrahospitalarias), mientras que en el ámbito hospitalario se han registrado el 19 % de las agresiones en el último año.
El coordinador del Observatorio de Agresiones, el doctor José Alberto Becerra, incidió también sobre el problema de las Agresiones en Atención Primaria. Desde su punto de vista, el concepto de que el médico de A.P. es «la oficina de reclamación del sistema» es un concepto erróneo, porque para eso está el servicio de atención al paciente y defensor del paciente».
Mayor uniformidad en
la aplicación de la justicia
Otra de las principales novedades en el informe del Observatorio de Agresiones correspondiente a 2012 es que se ha logrado cerrar el «circulo de la atención a la agresión» gracias al análisis, por primera vez, de las 83 sentencias, algunas de ellas consideradas a la vez delito y falta, otras 29 conllevan delitos por atentado contra la autoridad pública, lesiones y amenazas, y otras 77 por faltas.
En este sentido, los responsables del Observatorio de Agresiones instaron a que exista una mayor uniformidad a nivel autonómico en cuanto a los criterios de aplicación de la justicia y que toda agresión sea considerada como delito.
El problema, como explicó el secretario general de la OMC, el doctor Serafín Romero, radica, en cierto modo, en la variabilidad por parte de jueces y fiscales a la hora de aplicar el Código Penal ante una misma situación de agresión. «Se están dando casos en algunos juzgados en los que un delito de lesiones se puede estar tratando como falta o viceversa y nos preocupa este variabilidad en las interpretaciones», tal como señaló.
Por otra parte, según avanzó el doctor Becerra, hay un planteamiento para considerar la agresión al médico como un acto de violencia social. «La agresión al médico supera el ámbito individual y personal del médico al penetrar en el ámbito social». A lo que se aspira es, como explicó, a poder aplicar los mismos postulados que en caso de violencia de género, de intentar conseguir un cambio legislativo con el que se podría evitar dudas jurisprudenciales como sociales sobre la proporción de la reacción penal ante las agresiones a médicos».
Finalmente, el doctor Romero destacó el papel que está ejerciendo el Observatorio de las Agresiones en cuanto a acciones preventivas y de protección frente a este tipo de violencia. Muchas de ellas, encaminadas a mejorar las habilidades del profesional a la hora de atender a un paciente. Asimismo, subrayó que la unión de comportamientos de ciudadanos y profesionales ha contribuido a la disminución de las agresiones en 2012.
