- La Mesa II de la Asamblea Confemel ha abordado el fenómeno de la violencia a los médicos desde una perspectiva internacional y multidisciplinar
- Durante la mesa se ha leído el ‘Manifiesto contra las agresiones CONFEMEL de octubre de 2025’
La segunda mesa de la Asamblea General de la Confederación Médica Latino-Iberoamericana y del Caribe (Confemel), celebrada en la sede de la Organización Médica Colegial (OMC), ha abordado el fenómeno de la violencia a los médicos desde una perspectiva internacional y multidisciplinar con los casos de España, Uruguay, Bolivia, Buenos Aires y Perú. Asimismo, se ha hecho lectura del ‘Manifiesto contra las agresiones CONFEMEL de octubre de 2025’.
Las experiencias expuestas han evidenciado un denominador común: un infradiagnóstico de casos de violencia ante la falta de denuncias, lo que supone la punta de iceberg de una realidad que amenaza a los profesionales, pacientes y al sistema sanitario.
En concreto la segunda mesa denominada: “La violencia en el sector de la salud”, ha sido moderada por el Dr. José María Rodríguez Vicente, secretario general de la OMC. En ella han participado el Dr. José Minarrieta, presidente del Sindicato Médico del Uruguay; el Dr. Rommel Pereira, vicepresidente del Colegio Médico de Bolivia; el Dr. Ignacio Eliff, secretario de Acción Social y Derechos Humanos de la Federación Médica de Buenos Aires; el Comisario Principal de la Policía Nacional en España Manuel Yanguas; y Cinthya Gonzales, representante de médicos jóvenes de Perú.
Dr. José Mª Rodríguez Vicente: “Ningún motivo justifica la violencia verbal o física contra los profesionales sanitarios”
El Dr. José Mª Rodríguez Vicente ha iniciado el turno de intervenciones compartiendo la reflexión de que “ningún motivo justifica la violencia verbal o física contra los profesionales sanitarios”. En su opinión, aunque no existan “soluciones mágicas” para acabar con ella, porque en su origen intervienen múltiples factores, se debe “afrontarla de manera conjunta”.
Para el secretario de la OMC, los profesionales sanitarios “son el principal activo de cualquier sistema de salud”, y sin embargo cada año sufren un aumento progresivo de agresiones de distinta índole, que no solo ponen en riesgo su seguridad personal, sino que deterioran la relación médico-paciente y, en última instancia, afectan al funcionamiento de los sistemas sanitarios.
Rodríguez Vicente ha subrayado también que el fenómeno de la violencia en la sanidad forma parte de “un contexto más amplio de violencia social”, que también se observa en otros pilares del Estado de bienestar como es la educación o la justicia. Y ha recordado que el problema está infradenunciado, lo que solo permite conocer “la punta del iceberg”.
Asimismo, ha insistido en la necesidad de campañas de sensibilización dirigidas a la ciudadanía, para ajustar expectativas y fomentar el uso responsable de los recursos del sistema. “Agredir a un profesional sanitario conlleva un delito, y la prevención pasa también por la educación y por dotar de protección jurídica adecuada a los médicos y demás profesionales”, recalcó.
Dr. José Minarrieta: “La violencia contra quienes cuidamos la salud, no es una estadística más”
Por su parte, el Dr. José Minarrieta ha señalado que “no es una estadística más: la violencia contra quienes cuidamos la salud de la población es un fenómeno complejo”.
Tal y como ha explicado, muchas agresiones provienen de pacientes o familiares que, ante la crisis, la espera o la frustración, descargan sobre el profesional su enfado. Otras provienen de compañeros —la violencia lateral— que afecta el clima laboral y la seguridad psicológica. Y a veces en forma vertical, por jerarquías.
En Uruguay ven con preocupación el aumento de incidentes en atención extrahospitalaria y domiciliaria, “lo que llevó a la creación y coordinación interinstitucional específica para proteger a quienes salen a atender fuera del centro”.
En cuanto a iniciativas y protocolos existentes: el SMU elaboró materiales de orientación y un “manual frente a agresiones” para profesionales, con pautas de contención, notificación y denuncia; además trabajamos con otras organizaciones en la coordinación con el Ministerio del Interior y Fiscalía para mejorar el respaldo jurídico y operativo.
Dr. Rommel Pereira: “Un paciente bien atendido, satisfecho y tratado con calidez no será violento”
El Dr. Rommel Pereira ha analizado que la violencia en el sector sanitario en Latinoamérica “es un fenómeno que ahonda en los servicios de salud y repercute en la calidad de la atención. El sistema es el culpable de que exista esta violencia”. Según ha expuesto se ha producido “un deterioro de la Medicina” y la finalidad del sistema único de salud que prestar una atención de calidad “con todos los recursos posibles, no se está cumpliendo, lo que provoca una mala atención”.
Ha identificado los tres pilares que sostienen la violencia: el paciente, el prestador del servicio y el entorno en el que se desarrolla la actividad profesional. “Se está perdiendo la humanidad —ha advertido—. Las políticas de salud empobrecidas hacen que el médico soporte los problemas de un sistema deficiente, siendo culpado de no cubrir las necesidades que exceden su ejercicio”.
Tal y como ha señalado, mejorar el sistema de salud pasa por mejorar la calidad y calidez de la atención de los profesionales y lo que repercutirá en una mayor satisfacción de la población que recibe estas prestaciones. “El nivel de calidad en la atención sanitaria influye, en gran medida en la experiencia general del paciente, que se siente más seguro, escuchado y apreciado por los profesionales. Un paciente bien atendido agradecido y no va a ser violento, ni su entorno familiar que es quien muchas veces reclama por el enfermo”, ha asegurado. En su opinión, “se debe volver a ofrecer una atención con calidad y calidez”.
Dr. Ignacio Eliff: “Las causas de la violencia son similares en poblaciones distintas”
Por su parte, el Dr. Ignacio Eliff presentó los resultados de una década de trabajo en prevención de la violencia en Argentina, a través de encuestas bianuales que permitieron identificar los elementos comunes de las agresiones en contextos diversos y lo trasladaron al resto de países. “Descubrimos que las causas de la violencia son similares en poblaciones distintas —ha matizado—. No basta con reconocer la realidad: hay que transformarla”.
El Dr. Eliff ha desglosado el Programa de Prevención de la Violencia de los Médicos puesto en marcha en su país, que forma a médicos para actuar en situaciones de riesgo de violencia, colaborar con la policía y contener la situación. Este programa cuenta con un gabinete legal y psicológico que atiende a los médicos cuando son agredidos de forma inmediata y contienen al profesional en un momento duro.
También ha descrito el burnout como otro tipo de violencia que azota a los sanitarios. Los datos revelan la magnitud del problema: el 59% de los médicos argentinos reconoce sufrir cansancio emocional, y la violencia está estrechamente vinculada al síndrome de burnout.
El Dr. Eliff ha propuesto, en su intervención además, la elaboración de una guía común de Confemel, fruto del trabajo conjunto de todas las organizaciones miembro.
Dra. Cintia García: “Hay que impulsar estudios comparativos en los países miembros de Confemel para diseñar políticas regionales”
La representante de médicos jóvenes de Perú, la Dra. Cinthya Gonzales, ha puesto el foco en el impacto de la violencia desde las etapas iniciales de la carrera profesional. Ha explicado que en contextos rurales y de residencia médica se viven condiciones que generan ansiedad, estrés y burnout, “una forma de violencia que refleja las carencias estructurales del sistema nacional de salud”. Ha propuesto impulsar estudios comparativos en los países miembros de Confemel para diseñar políticas regionales que mejoren el bienestar de los profesionales jóvenes y, con ello, la calidad de la atención.
Comisario Principal Manuel Yanguas: «La violencia sanitaria es un problema universal”
El Comisario Principal Manuel Yanguas ha explicado el modelo español de colaboración entre la Policía Nacional y las organizaciones sanitarias, que comenzó con los médicos y se ha extendido a otros profesionales sanitarios porque “la violencia sanitaria es un problema universal”.
En este sentido, ha detallado como el Ministerio del Interior aprobó en España el protocolo sobre medidas policiales a adoptar frente a agresiones a profesionales de la salud, que tenía por objeto establecer un procedimiento de actuación común para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ante cualquier tipo de agresión o manifestación de violencia e intimidación dirigida a médicos y profesionales de la salud. Asimismo, creó la figura del
Mediante este protocolo se produjo un incremento de patrullas en centros con mayor riesgo y la creación de la figura ‘Interlocutor Policial Territorial Sanitario’. Este interlocutor sirve de punto de contacto entre autoridades sanitarias y cuerpos de seguridad, facilitando la valoración de riesgos, la instalación de botones antipánico y el control de accesos. Además, se ofrece formación en técnicas de prevención tanto en centros sanitaritos como también en universidades.
Yanguas subrayó la importancia de la sensibilización social y legislativa: “Hemos insistido a las autoridades en la necesidad de campañas que expliquen bien las limitaciones del sistema y gestionen las expectativas ciudadanas”. También destacó el trabajo del Observatorio Nacional de Agresiones y la necesidad de unificar criterios legales y sancionadores a nivel estatal y europeo, ya que actualmente las respuestas judiciales y administrativas varían considerablemente.
(Se adjunta manifiesto)