La Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) ha advertido, con motivo del Día Mundial contra la Neumonía que se celebra mañana jueves, de las altas tasas de mortalidad y morbilidad que continúa causando esta patología. Así en función de la gravedad, la tasa de mortalidad varía entre un 1 y un 2% en pacientes ambulatorios, alrededor de un 8% en enfermos hospitalizados, y hasta un 30% en aquellos que requieren ingreso en la UCI
Madrid, 11 de noviembre 2015 (medicosypacientes.com/E.P.)
Una de cada mil personas contrae neumonía cada año en España, tasa que se triplica en pacientes mayores de 65 años, según datos de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), que ha advertido de la importante morbilidad y mortalidad que continúa causando esta enfermedad.
Con motivo del Día Mundial contra la Neumonía, que se celebra mañana jueves, 12 de noviembre, ha destacado que en función de la gravedad, la tasa de mortalidad varía entre un 1 y un 2 por ciento en pacientes ambulatorios, alrededor de un 8 por ciento en enfermos hospitalizados, y un 30% en aquellos que requieren ingreso en la UCI.
La neumonía es una infección pulmonar especialmente frecuente en ancianos, niños, personas inmunodeprimidas y pacientes con patologías crónicas como: enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), cardiopatía crónica, insuficiencia renal, cáncer, cirrosis hepática y diabetes. En cualquiera de estos casos, la neumonía se origina por una reacción inflamatoria de los alveolos pulmonares, causada a su vez por agentes infecciosos como virus, hongos o bacterias.
Los especialistas señalan la aparición de fiebre elevada, tos y dolor torácico, y la sensación de falta de aire como los síntomas más característicos de esta enfermedad. «Con cierta frecuencia, tales síntomas no son evidentes en los pacientes ancianos que sin embargo pueden presentar confusión mental, caídas o deterioro del estado general», según afirma el doctor Jordi Carratalá, portavoz de la SEIMC.
Esta patología también puede cursar de forma más leve, sobre todo en personas jóvenes, que frecuentemente padecen febrícula, malestar general, tos seca, cefalea y artromialgias.
A la hora de prevenir su desarrollo, los expertos coinciden en señalar la vacuna antigripal, recomendada cada temporada para personas mayores de 65 años, pacientes con enfermedades crónicas, pacientes inmunodeprimidos, personal sanitario y personal cuidador de sujetos en grupo de riesgo.