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La presión arterial y el control de la glucosa pueden prevenir la arritmia común

El control de la presión arterial y la glucosa puede ser eficaz para prevenir el bloqueo cardiaco, una forma común de arritmia y la posterior necesidad de un marcapasos, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de California (UC) San Francisco, en Estados Unidos

En un análisis de más de 6.000 pacientes finlandeses, se publica en la edición digital de este viernes de ‘JAMA Network Open’, los investigadores de la UCSF encontraron que más de la mitad de los casos de bloqueo cardiaco se debían a la presión arterial alta o al aumento del azúcar en la sangre. El bloqueo auriculoventricular (AV) se produce cuando se daña la conducción eléctrica entre las cuatro cámaras del corazón, con mayor frecuencia por fibrosis o esclerosis. A menudo se siente como que el corazón se salta un latido.

 
Se estima que 3 millones de personas en todo el mundo tienen marcapasos, y se implantan 600.000 marcapasos anualmente. Pero, aunque es un tratamiento común y un procedimiento de bajo riesgo, puede dar lugar a complicaciones graves. Las recargas del generador también conllevan un alto riesgo de infección en y alrededor del corazón. Sin embargo, ha habido una investigación limitada sobre si las modificaciones de comportamiento pueden prevenir el bloqueo del corazón y qué grupos étnicos están en mayor riesgo.
 
«Tal vez sea precisamente porque los marcapasos abordan los casos de bloqueo cardiaco con tanto éxito e inmediatamente que anteriormente no hemos prestado más atención a la prevención de esta importante enfermedad –afirma el autor principal Gregory Marcus, cardiólogo de salud de la UCSF y jefe asociado de Cardiología para la Investigación en la División de Cardiología de la UCSF–. Además de la prevención y el tratamiento del infarto de miocardio y la insuficiencia cardiaca, el tratamiento eficaz de la hipertensión y el mantenimiento de los niveles normales de azúcar en la sangre pueden ser estrategias de prevención útiles».
 
Este es el primer estudio basado en la comunidad para evaluar la posible asociación entre los riesgos cardiovasculares modificables comunes y la aparición de un bloqueo cardiaco que requiere el implante de marcapasos. En el presente estudio, Marcus y sus colegas utilizaron la ‘Mini-Finland Health Survey’, que fue diseñada para representar a la población del país de 30 años o más, y consistió en una entrevista en el hogar y un examen clínico en varios temas de salud. Estudiaron a 6.146 pacientes caucásicos inscritos desde 1978 a 1980, luego revisaron los registros hospitalarios de los pacientes de 1987 a 2011 para determinar los incidentes de bloqueo cardiaco.
 
Durante un seguimiento promedio de 25 años, 58 pacientes desarrollaron bloqueo AV. Los investigadores encontraron que la edad avanzada, el hecho de ser hombre, la presión arterial sistólica más alta, la glucosa en ayunas más elevada, los antecedentes de infarto de miocardio y los antecedentes de insuficiencia cardiaca congestiva aumentaron de forma independiente la probabilidad de aparición.
 
De esos factores, se identificaron dos factores de riesgo directamente modificables: cada 10 milímetros de incremento en la presión arterial sistólica resultó en un riesgo un 22 por ciento mayor, y cada milímetro de más en la glucosa en ayunas dio como resultado un 19 por ciento más de riesgo. Teniendo en cuenta la prevalencia de estos factores de riesgo modificables en la población y asumiendo relaciones causales, estimaron que el 47 por ciento de los bloqueos AV en los 58 pacientes se habrían evitado con la presión arterial ideal y el 11 por ciento con la glucosa en ayunas normal.
 
Los autores señalan que el estudio se realizó únicamente en una población caucásica y recomendó precaución al aplicar los hallazgos a otras poblaciones. «Dada la prevalencia de bloqueo cardiaco en la población masculina adulta, así como los múltiples riesgos asociados con los marcapasos, valdría la pena seguir investigando sobre esta conexión –dice Marcus, quien posee la cátedra de investigación de fibrilación auricular en el UCSF Escuela de Medicina–. Esta nueva información también puede ayudar a persuadir a los individuos hipertensos para que reciban y continúen sus tratamientos prescritos».
 
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