El expresidente y actual tesorero de la OMC, Enrique Guilabert, recibió el título de Colegiado de Honor entre el aplauso y el cariño de los asistentes.
El Colegio de Médicos de Segovia celebró este lunes la dedicación profesional cotidiana y la excelencia científica en la gala que tradicionalmente organiza para festejar al patrón de la profesión, San Cosme y San Damián. Como cada año a finales de septiembre, el Teatro Juan Bravo acogió el homenaje y abrazo a los facultativos que cumplen 25 años de colegiación y a los que se jubilan; sin olvidar el nombramiento al expresidente de la entidad, Enrique Guilabert, como Colegiado de Honor.
Momento emotivo que tuvo lugar en la segunda parte de una jornada que había comenzado con la presentación de los trabajos y autores ganadores de los premios al Reconocimiento científico. Un año más, dos comunicaciones, dos artículos científicos y dos proyectos de investigación son becados para fortalecer y visibilizar así el apoyo expreso que la entidad mantiene con esta dedicación.
El jurado de esta convocatoria tuvo complicado la elección de los ganadores por el elevado nivel de las propuestas presentadas a los distintos epígrafes. Dos comunicaciones (financiadas con 500 euros cada una), las dos publicaciones científicas más significativas (que cuentan con 1000 euros por título) y otros tantos proyectos de investigación -que reciben cada uno 3000 euros para su posterior desarrollo- conformaron las distinciones del colegio en esta edición, tratando nuevamente temas diversos y de máxima actualidad, como el uso de estatinas, la diabetes o la oncología. La recientemente nombrada directora de la Fundación Científica, Elena Muñoz, quiso celebrar el esfuerzo de todos los médicos para realizar una labor, que -como es la investigación- resulta esencial para el avance de la medicina.
Homenajes
La festividad de San Cosme y San Damián es una jornada de confraternización que la Junta Directiva aprovecha para oficializar el agradecimiento de la profesión hacia los colegiados que desempeñan calladamente su trabajo. El homenaje a quienes han cumplido un cuarto de siglo de dedicación recayó en los siguientes factultativos: Begoña de la Fuente de Hoz, Aurora Félix López, María Regidor Miguel, Beatriz Esteban Herrera, Blanca Ortega Gómez, José Alberto Rodrigo Verguizas y Julio César Santos Pastor. Todos ellos se llevaron para casa el aplauso de los presentes y la Insignia de Plata del Colegio.
Igualmente, el teatro pudo rendir un tributo a quienes han colgado la bata tras una vida laboral intensa y larga. En ese 2025 los colegiados que recibieron la Insignia de Oro fueron: Fuencisla Hernández Pascual, Germán García-Salmones, Francisco Javier Rodríguez Recio, Celia Gamarra Carrera, Encarnación Gaitero Rodríguez, Agustín Moreno Aragoneses, Juan Carlos Hidalgo Santos, Leandro Briones Dieste, Enrique Hilanderas Jiménez, Adolfo de Pablos Domínguez, José Rodríguez Sanz, Alfredo Abella Gimeno, Magdalena Garrido Mesa y Rafael Sanz Ferreiro.


Enrique Guilabert, Colegiado de Honor
Especialmente entrañable fue el momento de la designación de Colegiado de Honor con Emblema de Oro para el ex presidente del Colegio y actual tesorero de la Organización Médica Colegial, Enrique Guilabert, figura clave en la última década de la entidad y que repasó su trayectoria mezclando los momentos profesionales y personales en su discurso posterior a la imposición de la máxima condecoración con la que cuenta el Colegio.
El Dr. Tomás Cobo, presidente de la OMC, felicitó al Dr. Enrique Guilabert por este reconocimiento del Colegio: «Gracias de todo corazón por toda la ayuda que siempre he recibido de ti. Eres, además de un buen profesional, un hombre bueno en el sentido más profundo de la palabra. Un hombre bueno con tus amigos, un hombre bueno con la gente que trabaja a tu alrededor, y un hombre bueno con tu familia. Enhorabuena, Enrique».
Tras la apertura de acto por parte del alcalde de la ciudad, José Mazarías, tomó el micrófono el presidente del Colegio de Médicos, Graciliano Estrada, quien felicitó a los premiados antes de realizar un esbozo de la situación actual de la profesión, con sus retos, sus problemas y sus fortalezas. La irrupción de las nuevas tecnologías, el conflicto por la negociación del Estatuto Marco, el apoyo rotundo de la entidad a la formación y el cuidado y asesoramiento que profesa el Colegio a los colegiados fueron algunos de los puntos esenciales de su discurso.
Con la interpretación de tres piezas por parte del Coro del Colegio que dirige Jesús Garcimartín y las palabras de despedida y cierre del vicepresidente de la Diputación y titular del área de Cultura, José María Bravo, se puso el broche a una ceremonia que tuvo su continuación más informal con un cóctel para festejar la jornada festiva.