En el marco de la cuarta edición de la Escuela de la Profesión Médica, se celebró el encuentro de trabajo “Objeción de conciencia no legalizada”, en la que participaron los doctores Pedro Hidalgo y Mariano Casado, presidente y secretario del Colegio de Médicos de Badajoz, respectivamente, y el profesor de Derecho Constitucional Federico de Montalvo.
El Dr. Hidalgo coordino este encuentro cuyo debate giró en torno al papel de la objeción de conciencia en la práctica médica y su consideración no tanto como un derecho autónomo, sino como una garantía derivada de la libertad ideológica y religiosa, protegida por la Constitución.
Federico de Montalvo subrayó que “la objeción de conciencia no es un derecho en sí mismo, sino la garantía de un derecho fundamental, el segundo más importante de nuestra Constitución: la libertad ideológica y religiosa” y recordó que una norma que prohibiera el ejercicio de la objeción sería manifiestamente inconstitucional.
Por su parte, el doctor Mariano Casado destacó que el Código de Deontología Médica reconoce la objeción de conciencia como un ejercicio individual, personal y justificado, que debe estar documentado y nunca impedir la atención al paciente. “Aunque no exista una legislación específica, los médicos contamos con un sustento ético y deontológico que nos ampara en situaciones en las que la ley no es clara”, señaló.
Durante el debate se introdujo además el concepto de “objeción de ciencia”, es decir, la negativa de un médico a realizar un acto clínico no basado en la evidencia científica, lo que conecta directamente con la libertad profesional reconocida en el artículo 35 de la Constitución.
Los ponentes coincidieron en que la objeción de conciencia plantea complejos dilemas éticos, jurídicos y sociales, que a menudo se politizan, y defendieron la necesidad de abordarla desde el respeto, la formación ética y la responsabilidad profesional.