El Colegio de Médicos de Huesca celebró este jueves, 22 de mayo, una jornada sobre inteligencia artificial y sus herramientas bajo la cuestión «¿Está preparada la Medicina para aprovechar las oportunidades de la Inteligencia Artificial?».
Las utilidades de la Inteligencia Artificial bien usada son impresionantes. Es una de las conclusiones de la tercera y última de las Jornadas Profesionales del Colegio de Médicos protagonizada por los doctores Joaquín Velilla, María Trinidad Serrano y Gabriel Tirado que han perfilado un escenario que ya está aquí e invita al aprovechamiento para mejorar las relaciones médico-paciente, optimizar diagnósticos y tratamientos y galopar en la investigación, siempre con un marco ético y legal que garantice seguridad, transparencia y responsabilidad.
La doctora Jara Rodríguez, médica de familia y vocal en el Colegio de Médicos de Huesca, realizaba una certera introducción en la que sostenía que la medicina había de prepararse para aprovechar las herramientas de la informática que supone la Inteligencia Artificial. “Marca el presente y el futuro de nuestra profesión por la disponibilidad infinita de potencialidades y el análisis en tiempo de récord de millones de datos. Tienen un potencial infinito y hay que aprovecharla para prestar el mejor servicio a los pacientes, aportar la atención más profesional y compasiva, y saber introducir la ética para mitigar efectos indeseados”.
El doctor Joaquín Velilla Moliner, director general de Salud Digital e Infraestructuras del Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón, era rotundo en su introducción. “¿Está preparada la medicina para la IA? No, ni en España ni en el mundo, porque para hacerlo hay que adaptar infraestructuras, equipamientos y mentalidades”.
Ha explicado que, más allá del actual y más complejo concepto, en realidad la IA ya ha tenido experiencias precursoras como la victoria de la máquina Deep Blue sobre Gary Kasparov en una partida de ajedrez en 1996. Pero la evolución ha sido impresionante con una Inteligencia Artificial que en escasos minutos es hoy capaz a través de algoritmos de predecir, por ejemplo, las posibilidades de tener enfermedades cardiovasculares a través de introducir datos de edad, niveles de colesterol o antecedentes familiares.
¿Cómo ayudará la IA en la medicina? Ha desglosado las posibilidades desde la prevención de enfermedades a la investigación y desarrollo de nuevos medicamentos, pasando por la ayuda en la toma de decisiones médicas, el diagnóstico y tratamiento, la atención a pacientes con asistentes virtuales y la formación de profesionales sanitarios.
Joaquín Velilla ha desglosado la Ley de la IA de febrero pasado de la Unión Europea que previene contra riesgos como el reconocimiento facial en la vía pública sin el consentimiento, el software que manipule emociones de niños o sistemas de “puntuación social”. En agosto, entrarán en vigor los requisitos para los proveedores de modelos de IA de uso general para gestionar riesgos y garantizar la transparencia y la seguridad. Un año después, se impulsarán las obligaciones pasra IA de alto riesgo en sectores críticos para que los humanos supervisen y protejan a los ciudadanos en materias como biometrías, educación, infraestructuras críticas, empleo, acceso al servicio público.
En el corpus normativo de gran complejidad, entrarán en la aplicación los Estados y las autonomías que habrán de impulsar metodologías para la implantación de soluciones, la desburocratización de la atención para mejorar la calidad asistencial, liberación de tiempo para los profesionales sanitarios, fomento de la equidad y reducción de la variabilidad de la práctica clínica así como favorecer la movilidad de los profesionales.
Ahí entrarán algoritmos orientados a gestionar y anticipar la demanda de servicios sanitarios y otros que mejoran la precisión diagnóstica y gestionan grandes volúmenes de datos médicos.
El doctor Velilla ha afirmado que Aragón está en una buena posición en la adopción de “agentes de transcripción”, y ha explicado programas como el de generación de predicciones, la personalización de las terapias y la plataforma y marco de agentes de IA en el Departamento de Sanidad.
Finalmente, ha abogado por una buena gobernanza, por incidir en la formación y hacer un inventario de lo que hay y lo que se espera. “La IA es compleja por cuestiones de seguridad y confidencialidad, demanda preparación tecnológica y es costosa. Hay que gestionar bien el cambio, que está costando mucho, porque es necesario un uso responsable”.
Doctora Serrano: Nuevos escenarios
Ha proseguido María Trinidad Serrano Aulló, jefa de sección de Hepatología y Trasplante Hepático del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa y coordinadora de la Historia Clínica Electrónica de Aragón, para centrar la aplicación de la IA en la Historia Clínica Electrónica. La mayor constatación, ha comenzado, se expresa en que ya hay dos Premios Nobel que han basado sus investigaciones en la Inteligencia Artificial.
Trinidad Serrano Aulló ha expuesto que hay un cambio de paradigma: de la intuición a la evidencia y de la evidencia a la precisión, donde los algoritmos adquieren protagonismo con su capacidad de razonar y de comunicar.
La IA está en el centro de los modelos diagnósticos y los pronósticos, pero también en el descubrimiento de proteínas y de fármacos. Ha aludido al gran potencial en los análisis “ómicos” (íntegros) como la proteómica, la genómica, la metabolómica o la radiómica, además del análisis de imágenes, el seguimiento de monitorización y soporte de los pacientes y la generación de escenarios virtuales.
La especialista ha enumerado los tipos de IA en la Medicina y sus aplicaciones, como el procesamiento del lenguaje natural, el aprendizaje automático y el profundo, el soporte a decisiones clínicas, la codificación automática (minería de datos) y los modelos generativos que permiten predecir riesgos, clasificar a los pacientes, anticipar eventos, recomendar tratamientos y engendrar textos médicos.
El objetivo fundamental es una Medicina basada en el valor que aporta en los resultados en la salud, en la experiencia del paciente y en la eficiencia del sistema sanitario.
La doctora Serrano Aulló ha explicado realidades como el programa Scribe de Quirónsalud que aporta, a través de la transcripción automática de las conversaciones, calidad en la relación médico-paciente, el caso de Madrid para mejora en el diagnóstico de enfermedades raras en Atención Primaria o Lola financiado por el Banco Santander para el seguimiento de pacientes crónicos o personas mayores.
Basada en un gráfico de madurez de Deloite, ha referido las necesidades que comienzan por la gobernanza, la plataforma de arquitectura e infraestructura, la creación de datos de calidad, las operaciones tecnológicas, la dirección organizativa, un modelo operativo y concluyen con la captura de valor. En estos momentos, el 83 % de la profesión está en periodo iniciático o evolucionando, mientras sólo un 18 se halla en fase avanzada.
Finalmente, ha centrado los desafíos de la IA en la medicina: los técnicos por la necesidad de datos, la ciberseguridad, la validación y regulación; los éticos y legales por la privacidad de los datos, el sesgo algorítmico y la importancia de la transparencia y la responsabilidad; y los sociales y de implementación que han de superar la falta de capacitación y la resistencia al cambio con una regulación adecuada. En todo caso, ha expuesto que ha de caminar hacia el cambio a “unos médicos con mayor contacto con el paciente que sean profesionales contentos”.
Gabriel Tirado: Impresionantes posibilidades
Cerraba la sesión Gabriel Tirado Anglés, jefe de Sección de Medicina Intensiva del Hospital Royo Villanova, que se ha adentrado con exhibiciones en directo en el inmenso potencial de la Inteligencia Artificial.
Ha introducido la charla con la llegada en noviembre de 2022 de ChatGPT, que responde a preguntas, admite errores, cuestiona premisas incorrectas y rechaza solicitudes inapropiadas.
Ante la resistencia a considerar la asociación de la salud con los algoritmos, Gabriel Tirado participó en la creación de la CIAS (Comunidad de Aprendizaje Inteligencia Artificial Aplicada a la Salud). Realizó una encuesta para evaluar el conocimiento y el uso de la IA generativa entre médicos y farmacéuticos. Aunque consideran útiles las nuevas herramientas para la práctica médica, sólo un 25 % las habían usado, en un alto porcentaje por la falta de conocimientos. Eso sí, un 94 % tenía interés en formarse.
Fue el estímulo para empezar a formar profesionales para manejar las herramientas y saber sacarles partido. “Es muy importante saber utilizarlas porque, si no, no podemos sacarles partido”.
De ahí la acción formativa en la que se han involucrado más de 300 profesionales del sistema de salud de Aragón y doscientos estudiantes de la Universidad de Zaragoza.
Partiendo de la premisa de que lo fundamental es hacer bien las preguntas para optimizar los resultados en ChatGPT, Gémini o cualquier otra aplicación, el doctor Tirado ha suscitado la máxima expectación con sus ejemplos en directo en la búsqueda de prevención, de diagnósticos y de organización de recursos. Ha abundado en que “las utilidades de la Inteligencia Artificial bien usada son impresionantes”.
Ha explicitado las condiciones que ha de cumplir una organización sanitaria para prepararse para la Inteligencia Artificial: adaptarse rápido a un universo vertiginoso, comprender los principios básicos de la IA en sanidad, desarrollar una estrategia que se pregunte y responda al por qué y para qué, identificar los casos de uso que generan mejor valor e invertir en formación y divulgación.
También hay que planificar para responder a riesgos como la falta de fiabilidad, el sesgo (falta de validez), la privacidad, la pérdida de atención y de capacidades, la amenaza a la identidad profesional, los contenidos falsos, el pensamiento convergente y la insostenibilidad energética.