El pasado miércoles, 12 de noviembre, tuvo lugar el seminario ‘El Medio Ambiente en las Edades Extremas de la Vida: el Embarazo, la Infancia y la Tercera Edad’ de la Fundación para la Formación de la OMC (FFOMC) en colaboración con GSK.
El encuentro, que tenía como objetivo reflexionar y profundizar en la relación entre el entorno ambiental y la salud en las etapas más sensibles del ciclo vital humano, contó con la participación del Dr. Juan Antonio Ortega García, pediatra, profesor en la Universidad de Murcia y líder de la PEHSU-Murcia, que intervino acerca de la relación entre medio ambiente y Pediatría; el Dr. Alfonso Bermejo Calzada, especialista en Ginecología y Obstetricia del Hospital Ruber Internacional y docente de la Universidad Alfonso X El Sabio, cuya ponencia se centró en el impacto del medio ambiente en la fertilidad de la mujer; y el Dr. Javier Alonso Ramírez, geriatra, cofundador del Centro Hebe y referente en envejecimiento activo en Canarias, que intervino sobre el impacto del medioambiente en el envejecimiento y la fragilidad. El Dr. José Luis Jiménez Martínez, vicepresidente del COM Ourense, actuó como presentador y moderador del acto.
De forma muy relacionada con el calentamiento global y el cambio climático está la contaminación por la presencia de partículas finas, tóxicas y gases tóxicos en el aire, expuso el Dr. Jiménez para introducir el seminario. Esta contaminación, señaló, tiene efectos en múltiples aspectos de la salud de las personas, especialmente durante las etapas más sensibles y vulnerables de la vida.
El Dr. Ortega explicó la importancia de las unidades de salud medioambiental pediátrica para el futuro, que empezaron a crearse hace 25 años y se espera que estén presentes en todos los grandes hospitales en la próxima década, y que tienen como misión trasladar a la práctica clínica los conocimientos en este ámbito. “Los niños respiran más veces que un adulto, proporcionalmente comen y beben más que un adulto, tienen un sistema de inmunovigilancia que está menos desarrollado y reactivo, y todo ello sumado a que tienen unos comportamientos exploratorios, provocan que sean más vulnerables en esta etapa”, explicó.
“Todas las inversiones que hagamos en salud ambiental en las etapas tempranas de la vida ayudan a construir gran parte del cerebro, y la pregunta es qué tipo de cerebro queremos”, señaló Ortega. Es necesario “renaturalizar y enraizar la salud de las personas con la del planeta”, afirmó y “recuperar la Medicina de contexto que nunca debimos perder”, finalizó.
El Dr. Bermejo expuso que la exposición a la contaminación del aire, los alimentos y el agua “generan un estrés ambiental que activa una serie de vías fisiológicas y psicosociales que alteran la salud reproductiva: tanto a la fertilidad, como al embarazo y a la salud perinatal”. Las mujeres presentan una tasa metabólica más alta y una termorregulación térmica menos eficiente que los hombres, lo que provoca que sean más vulnerables a los efectos del cambio climático, explicó Bermejo. Además, “se ven más afectadas por los fenómenos meteorológicos y se han observado implicaciones sanitarias específicas en su salud sexual y reproductiva”, añadió. En definitiva, el experto explicó que los factores ambientales provocan estrés oxidativo, inflamación, cambios epigenéticos y disrupción endocrina, lo que se traduce en mayor infertilidad, abortos espontáneos y partos prematuros.
Por otra parte, el doctor señaló que “como profesionales es fundamental que conozcamos el impacto de la asistencia sanitario sobre el cambio climático”. La medida sanitaria más eficiente y eficaz es la medicina preventiva y la intervención temprana reduce las emisiones frente a los tratamientos complejos, explicó el Dr. Bermejo.
En tercer lugar, intervino el Dr. Alonso, que explicó que la población mayor de 65 años es cada vez mayor tanto en nuestro país como en el mundo, por lo que es especialmente importante cuidar esta etapa y trabajar para que la calidad de la vida en el envejecimiento sea lo más alta posible y con el mínimo de dependencia. «El cambio climático es una de las grandes amenazas para los adultos mayores, a quienes afecta de forma desproporcionada», afirmó, por lo que Naciones Unidas ha definido el envejecimiento y el cambio climático como una emergencia global que se debe abordar de forma transversal.
Entre los efectos más importantes del cambio climático sobre la salud de estas personas, el doctor destacó la fragilidad, que a su vez se convierte en un mayor número de ingresos, mayor estancia media en los hospitales, menor recuperación funcional, incremento de las caídas, las fracturas, la dependencia y la institucionalización, y un aumento de la morbimortalidad. Además, el calentamiento global aumenta en un 1,5% la mortalidad y en un 2,5% por cada grado de temperatura adicional en verano, además de un 20% de ingresos más por enfermedades respiratorias y un 12% por demencia. Así, “los principales sistemas afectados por las altas temperaturas en las personas mayores son el cardiológico, el renal, el respiratorio, el cerebral, el dermatológico y el sistema inmunológico”, finalizó.
Próximo seminario del ciclo
El 26 de noviembre tendrá lugar el segundo seminario de este ciclo, bajo el título ‘El medio ambiente y las enfermedades respiratorias: neumopatías, cáncer de pulmón y enfermedad braquial crónica’.
Este encuentro, presentado y moderado por el Dr. Carlos Cabrera, presidente de la Federación Temática de la Unión Europea de Médicos Especialistas (UEMS), contará con las ponencias de:
- Dr. Carlos Baeza Martínez: Impacto del humo de incendios forestales en la salud respiratoria
- Dr. Felipe Villar Álvarez: Inhaladores presurizados con baja huella de carbono: una necesidad cubierta
- Dr. Javier Montoro Lacomba: Polución y alérgenos: efectos sobre patología respiratoria
- Dr. David de la Rosa Carrillo: El papel de las sociedades científicas frente al cambio climático



