El X Congreso Nacional de Deontología y Ética Médica dedicó una mesa a las “Unidades de gestión y contratos programa: De la ética a la eficiencia y sostenibilidad del sistema sanitario”, un espacio de reflexión en el que participaron el Dr. Javier García Alegría; Expresidente de FACME y expresidente de SEMI y el Dr. Jorge Fernández Parra, expresidente del CACM y Jefe de Servicio de Obstetricia y Ginecología Hospital Virgen de las Nieves (Granada). La moderación corrió a cargo de los doctores Alberto Fidalgo Francisco. Vocal de la Comisión de Ética y Deontología de la OMC y Concepción Villafánez García, expresidenta del COM Ciudad Real.
El Dr. Javier Alegría puso el acento en la evaluación de resultados en el sistema sanitario que “solo pueden tener valor si se basa en indicadores precisos, bien definidos y orientados a medir la calidad real de la asistencia. Muchos de los indicadores actualmente en uso no cumplen estos requisitos, lo que distorsiona la percepción de los resultados y limita la toma de decisiones fundamentadas. En este sentido, hizo alusión a documentos como el de la Asociación de Economía de la Salud (AES) y la Organización Médica Colegial (OMC) que subrayan la necesidad de mejorar los criterios de selección de directivos y mandos intermedios, ya que, en muchos casos, carecen de la preparación y madurez necesarias para liderar organizaciones sanitarias complejas.
Asimismo, se refirió a experiencias como las del Hospital Costa del Sol, gestionado como empresa pública, “que demuestra que una cultura organizativa sólida, basada en objetivos anuales, selección por méritos y autonomía de gestión, puede ser altamente eficaz, tal y como han demostrado distintos análisis comparativos sobre eficiencia”.
Para el experto, los estudios demuestran que los nuevos modelos de gestión, con mayor autonomía, son generalmente más eficientes. Para avanzar, es urgente devolver el protagonismo a los profesionales sanitarios, fomentar la autocrítica colectiva sobre la práctica clínica y organizativa, y desarrollar una cultura de evaluación en tiempo real, con métricas comparativas respecto a los mejores sistemas. Finalmente, abogó por cambios organizativos profundos, reconocimiento del talento y fomento de la formación continua, “porque un sistema que no reconoce ni forma a sus mejores profesionales está condenado a la mediocridad”.
Por su parte, el Dr. Jorge Fernández Parra, se centró en la gestión clínica, un modelo que considera positivo “pero que no se ha implementado ni evaluado debidamente”. Para conseguir los fines que se propone la gestión clínica, ha apuntado, el médico debe de tener la facultad de decidir, una solvente relación médico-paciente clave del funcionamiento humanizado y eficaz del sistema, así como de estar apoyado por el sistema.
Abundando en cómo mejorar la gestión del sistema, señaló cuatro puntos clave: volver a las esencias profesionales; metacognición y reflexión crítica colectiva, promover cambios organizativos profundos y medir, comparar y reconocer a los mejores.