Sentirse a salvo, dormir lo suficiente y verse atendido por el personal sanitario son algunas de las principales necesidades expresadas por niños en edad escolar durante su ingreso hospitalario, según se desprende de una investigación mundial realizada por la Universidad Edith Cowan (ECU), en Pert (Australia)
Los investigadores de la ECU desarrollaron el «Cuestionario de necesidades de los niños» (NCQ), el primero de su tipo para medir las necesidades psicosociales, físicas y emocionales de los niños que se reportan a sí mismos en las salas de pediatría, y fue aplicado a 193 escolares en entornos pediátricos en Australia y Nueva Zelanda.
Las necesidades resultantes más importantes fueron: «saber que estoy a salvo y que me cuidarán»; «para dormir lo suficiente por la noche»; «que el personal me escuche»; «disponer de lugares donde mis padres pueden ir a comer y beber»; y «que mi mamá, papá o familia me ayuden a cuidarme».
La investigadora principal, la Dra. Mandie Foster, explicó que el estudio llena un vacío respecto a la comprensión de cómo se sienten los niños en los entornos hospitalarios.»Históricamente, la literatura sobre las necesidades y experiencias de los pequeños en entornos de atención médica se ha limitado en gran medida a las encuestas realizadas por adultos que responden por niños», dijo dicha investigadora y profesora de enfermería, quien indicó, a su vez, que «el desarrollo del NCQ es parte de un movimiento internacional para situar a los niños en el centro de la prestación de cuidados, que honra la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño «.
“Por lo que sabemos, -añadió- ningún instrumento ha estado disponible para evaluar la percepción de las necesidades de los niños en edad escolar durante una hospitalización. Como adultos, a menudo, hacemos suposiciones sobre las necesidades y los deseos de los menores, pero los hospitales pueden ser un entorno aterrador y desconocido para muchos de ellos y no debemos asumir que sabemos cómo se sienten, al tiempo que subrayó la importancia de dejar que los niños en el hospital se comuniquen por sí mismos».
Asimismo, la Dra. Foster aseguró que las necesidades de los niños a menudo están interconectadas con las de sus padres, por lo que si éstos se sienten informados, valorados y cuidados, es más probable que sus hijos se sientan relajados. «Desde la perspectiva de un niño, sentirse seguro significa tener a mamá y papá aquí para que me ayuden a cuidarme, enfermeras sonrientes, un tiempo especial que pasé conmigo solo hablando, no golosinas, solo tiempo para mejorar», señaló.